Jorge Fernández Menéndez
En los sucesos de violencia no suele haber casualidades. Hagamos un rápido recuento de los principales hechos ocurridos en las últimas horas. José Treviño Morales, el hermano de Miguel Ángel Treviño Morales –El Z-40, uno de los dos líderes de Los Zetas–, fue detenido y acusado de coordinar una operación de lavado de dinero para dicho cártel a través de la compra-venta de caballos de carreras; arrestado junto con su esposa Zulema en el rancho de su propiedad, Zule Farms, en Lexington, Oklahoma, donde operaban un criadero de caballos cuarto de milla; será trasladado a Texas, para enfrentar los cargos. En el rancho se lavaron millones de dólares, pero también en muchas ocasiones, de forma ilegal, se ganaron millones en diferentes competiciones.
La caída de José Treviño, además de ser la de un hermano de uno de los líderes de Los Zetas, es quizás el mayor golpe en términos de lavado de dinero que ha sufrido esa organización. Pero es más grave aún, porque sucedieron toda una serie de hechos en cadena. Por otra parte, fue acusado formalmente por la DEA y la PGR de lavado de dinero para el cártel de Los Zetas, Francisco Colorado, propietario de la empresa ADT Petroservicios, que ha ganado diversas licitaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que hacía de intermediario para comprar caballos para Treviño. Según Excélsior, sólo entre 2009 y 2011, ADT Petroservicios obtuvo contratos en Pemex que suman más de mil 466 millones de pesos. Y recordemos, por si fuera necesario, que cada vez más el negocio de las organizaciones criminales está en la construcción y los servicios, por eso, si en el pasado los cárteles presionaban para tener control sobre los jefes policiales locales, ahora presionan para tener, también, el control de los responsables de obras públicas, sobre todo a nivel municipal.
El gobierno de Estados Unidos acusa a Colorado de ser prestanombres de Óscar Omar y Miguel Ángel Treviño, El Z-40, segundo al mando de Los Zetas, hermano de José Treviño, el dueño del criadero de caballos de Oklahoma.
Mientras el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos anunció que congelará los bienes de Colorado, la PGR ya emitió una alerta de búsqueda contra el empresario, al que investiga, dice, desde 2005. Pero, al mismo tiempo, el ex candidato al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, acusó al ex gobernador Fidel Herrera de proteger a Los Zetas y a las actividades de Colorado. El nombre de Pancho Colorado tomó particular relevancia pública cuando en marzo de 2007 una carrera ilegal de cuarto de milla en Villarín, en el municipio de Veracruz, con apuestas de cientos de miles de dólares, terminó con una balacera que dejó dos muertos, cinco heridos, entre ellos un menor de edad, y cinco detenidos, entre ellos un policía federal.
Entre los muertos estaba un hombre que fue identificado como Roberto Carlos Carmona Gasperín, cuyo cuerpo fue entregado a quien se había presentado como su madre. Un día después de sepultado en un cementerio de Poza Rica, el cuerpo fue robado durante la noche. Siempre se especuló que se trataba de uno de los principales jefes de Los Zetas, aliados, todavía entonces, con el cártel del Golfo.
En el operativo de Villarín, donde fueron detenidas numerosas personas, participó el comandante Gerardo Gutiérrez Monraga, quien fue acribillado 15 días después. Allí comenzó una batalla entre grupos criminales que continúa hasta el día de hoy. Desde entonces también Francisco Colorado se mantuvo en la sombra, aunque eso no impidió que su empresa siguiera ganando licitaciones y haciendo servicios para Pemex. Sin embargo, en abril pasado, al rancho Flor de María, de Pancho Colorado, lo catearon y en el lugar fueron detenidas 14 personas.
Al mismo tiempo que todo esto sucedía, se dio otra captura durísima para Los Zetas, con influencia en sus finanzas: fue detenido y presentado, ayer, por el Ejército mexicano, Gregorio Villanueva Salas, apodado El Zar de la Piratería, uno de los presuntos responsables de los ataques con granadas a escuelas, medios de comunicación, negocios e instalaciones militares pero, además, un operador importantísimo, precisamente, en el terreno de la piratería. Villanueva Salas tenía a su cargo directo el control de la red de producción y distribución de discos pirata en por lo menos cuatro estados del país.
Y anoche era secuestrado y asesinado un reconocido periodista veracruzano, colaborador de Milenio de Xalapa, Víctor Manuel Báez Chino, al que el gobierno de Veracruz calificó, a través de la vocera Gina Domínguez, como un “hombre querido por todos”. Y hoy estará en Tierra Blanca, Veracruz, Enrique Peña Nieto, en el mismo lugar donde anteayer abandonaron una camioneta con 14 cuerpos. No hay casualidades, hay éxitos en la captura de importantes capos, caída de lavadores de dinero, provocaciones e intimidaciones.
En los sucesos de violencia no suele haber casualidades. Hagamos un rápido recuento de los principales hechos ocurridos en las últimas horas. José Treviño Morales, el hermano de Miguel Ángel Treviño Morales –El Z-40, uno de los dos líderes de Los Zetas–, fue detenido y acusado de coordinar una operación de lavado de dinero para dicho cártel a través de la compra-venta de caballos de carreras; arrestado junto con su esposa Zulema en el rancho de su propiedad, Zule Farms, en Lexington, Oklahoma, donde operaban un criadero de caballos cuarto de milla; será trasladado a Texas, para enfrentar los cargos. En el rancho se lavaron millones de dólares, pero también en muchas ocasiones, de forma ilegal, se ganaron millones en diferentes competiciones.
La caída de José Treviño, además de ser la de un hermano de uno de los líderes de Los Zetas, es quizás el mayor golpe en términos de lavado de dinero que ha sufrido esa organización. Pero es más grave aún, porque sucedieron toda una serie de hechos en cadena. Por otra parte, fue acusado formalmente por la DEA y la PGR de lavado de dinero para el cártel de Los Zetas, Francisco Colorado, propietario de la empresa ADT Petroservicios, que ha ganado diversas licitaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que hacía de intermediario para comprar caballos para Treviño. Según Excélsior, sólo entre 2009 y 2011, ADT Petroservicios obtuvo contratos en Pemex que suman más de mil 466 millones de pesos. Y recordemos, por si fuera necesario, que cada vez más el negocio de las organizaciones criminales está en la construcción y los servicios, por eso, si en el pasado los cárteles presionaban para tener control sobre los jefes policiales locales, ahora presionan para tener, también, el control de los responsables de obras públicas, sobre todo a nivel municipal.
El gobierno de Estados Unidos acusa a Colorado de ser prestanombres de Óscar Omar y Miguel Ángel Treviño, El Z-40, segundo al mando de Los Zetas, hermano de José Treviño, el dueño del criadero de caballos de Oklahoma.
Mientras el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos anunció que congelará los bienes de Colorado, la PGR ya emitió una alerta de búsqueda contra el empresario, al que investiga, dice, desde 2005. Pero, al mismo tiempo, el ex candidato al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, acusó al ex gobernador Fidel Herrera de proteger a Los Zetas y a las actividades de Colorado. El nombre de Pancho Colorado tomó particular relevancia pública cuando en marzo de 2007 una carrera ilegal de cuarto de milla en Villarín, en el municipio de Veracruz, con apuestas de cientos de miles de dólares, terminó con una balacera que dejó dos muertos, cinco heridos, entre ellos un menor de edad, y cinco detenidos, entre ellos un policía federal.
Entre los muertos estaba un hombre que fue identificado como Roberto Carlos Carmona Gasperín, cuyo cuerpo fue entregado a quien se había presentado como su madre. Un día después de sepultado en un cementerio de Poza Rica, el cuerpo fue robado durante la noche. Siempre se especuló que se trataba de uno de los principales jefes de Los Zetas, aliados, todavía entonces, con el cártel del Golfo.
En el operativo de Villarín, donde fueron detenidas numerosas personas, participó el comandante Gerardo Gutiérrez Monraga, quien fue acribillado 15 días después. Allí comenzó una batalla entre grupos criminales que continúa hasta el día de hoy. Desde entonces también Francisco Colorado se mantuvo en la sombra, aunque eso no impidió que su empresa siguiera ganando licitaciones y haciendo servicios para Pemex. Sin embargo, en abril pasado, al rancho Flor de María, de Pancho Colorado, lo catearon y en el lugar fueron detenidas 14 personas.
Al mismo tiempo que todo esto sucedía, se dio otra captura durísima para Los Zetas, con influencia en sus finanzas: fue detenido y presentado, ayer, por el Ejército mexicano, Gregorio Villanueva Salas, apodado El Zar de la Piratería, uno de los presuntos responsables de los ataques con granadas a escuelas, medios de comunicación, negocios e instalaciones militares pero, además, un operador importantísimo, precisamente, en el terreno de la piratería. Villanueva Salas tenía a su cargo directo el control de la red de producción y distribución de discos pirata en por lo menos cuatro estados del país.
Y anoche era secuestrado y asesinado un reconocido periodista veracruzano, colaborador de Milenio de Xalapa, Víctor Manuel Báez Chino, al que el gobierno de Veracruz calificó, a través de la vocera Gina Domínguez, como un “hombre querido por todos”. Y hoy estará en Tierra Blanca, Veracruz, Enrique Peña Nieto, en el mismo lugar donde anteayer abandonaron una camioneta con 14 cuerpos. No hay casualidades, hay éxitos en la captura de importantes capos, caída de lavadores de dinero, provocaciones e intimidaciones.
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