Víctor M. Toledo
El país ha entrado a la nueva era de la sociedad digital, con 40.6 millones de ciudadanos utilizando Internet. Como hemos explorado en artículos anteriores, el proceso electoral está ya ineludiblemente marcado por el ciber-activismo. Hoy toca examinar el papel jugado por el mundo de la imagen y, más precisamente, el de los medios audiovisuales. En este nuevo campo de batalla política se escenifica una guerra basada en el video, donde la creatividad y la técnica se combinan para generar productos que tienen la ventaja de ser breves, sin costo alguno, fácilmente circulables, de libre reproducción y de confección casera. El ejemplo estelar de lo anterior es el video 131 alumnos de la Ibero responden (youtube.com/watch?v= P7XbocXsFkI), que fue la chispa que desató el incendio juvenil. Hagamos un breve recuento.
El país ha entrado a la nueva era de la sociedad digital, con 40.6 millones de ciudadanos utilizando Internet. Como hemos explorado en artículos anteriores, el proceso electoral está ya ineludiblemente marcado por el ciber-activismo. Hoy toca examinar el papel jugado por el mundo de la imagen y, más precisamente, el de los medios audiovisuales. En este nuevo campo de batalla política se escenifica una guerra basada en el video, donde la creatividad y la técnica se combinan para generar productos que tienen la ventaja de ser breves, sin costo alguno, fácilmente circulables, de libre reproducción y de confección casera. El ejemplo estelar de lo anterior es el video 131 alumnos de la Ibero responden (youtube.com/watch?v= P7XbocXsFkI), que fue la chispa que desató el incendio juvenil. Hagamos un breve recuento.
Quizás el video que inaugura la nueva época de los audiovisuales electorales es aquel que reveló de golpe la tesitura mental de Enrique Peña Nieto (EPN) en la FIL de Guadalajara. En Brozo se desayuna a EPN, un video de 13 minutos visto por casi 2 millones, se ponen al descubierto no solamente la falta de lectura del candidato sino especialmente su incapacidad para enfrentar situaciones imprevistas. La manera como EPN intenta ocultar su ignorancia es comentada por el payaso televisivo. A ese video siguieron otros como el del candidato priísta hablando en inglés en una conferencia internacional. Aquí EPN queriendo ser anglosajón hace el ridículo pues el registro audiovisual lo muestra como un niño en sus primeras lecciones o como un retrasado mental (3.2 millones de visitas). Ya en pleno deleite Pepe el Toro vs. Peña Nieto (600 mil vistas) es una parodia muy bien lograda en la que el representante del pueblo mexicano, Pedro Infante, el boxeador favorito de la prole, vence al muñeco coqueto y representante de las mafias.
La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota (JVM), ha recibido igualmente la atención de los videoastas. Tres videos destacan: uno donde responde a una entrevista telefónica bajo los efectos del alcohol o de algún calmante (JVM borracha; 2.6 millones de vistas); un segundo que muestra a una candidata desesperada en el estadio Azul, donde la gente, mayormente acarreada, se retira mientras ella grita desgarradoramente un discurso que nadie escucha (400 mil reproducciones); y el tercero es un embate demoledor en que con base en preguntas y respuestas y música de supermercado, se ofrece información sobre el pacto de la candidata con E. E. Gordillo, los Ipads regalados en Navidad a 84 obispos, y los módicos precios de su joyería.
Mención especial merecen los videos basados en un fragmento de la película alemana Der Untergang (2004) donde un Hitler (magistralmente representado por Bruno Ganz), convertido en jefe de campaña de EPN, se entera de la pifia del candidato en la FIL de Guadalajara. Esta pequeña obra maestra de la picardía mantiene las voces originales en alemán y pone subtítulos en español referentes a la trama. Con más de 3 millones de vistas, es un juego ingenioso entre imagen, voz y texto. El mismo fragmento de esa película fue utilizado para dramatizar el desastre de JVM en el estadio Azul, en cuyo caso Hitler representa a un desquiciado F. Calderón (236 mil vistas).
En el caso de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no existen, extrañamente, videos críticos de amplia circulación, solamente algunos que hablan de nuevo de que es un peligro para México o un candidato mentiroso. Lo mismo sucede con Gabriel Quadri, del que sólo se conocen testimonios audiovisuales de sus recorridos de campaña, y un video de amplia distribución sobre la maestra Gordillo, donde se revelan abundantes testimonios de corrupción de la profesora. El video de largos 15 minutos y con un millón y medio de visitas lleva títulos como La Maistra y su títere Quadri.
Terminamos con dos videos de alta hechura y ejemplos notables de la didáctica audiovisual. Ambos aparecen bajo la autoría de ElnuevoMéxico. El primero, titulado Última llamada México, para salvarnos, hace en 14 minutos una excelente síntesis de lo sucedido en el país durante los últimos 25 años (500 mil vistas). El segundo, llamado la Guerra de las falacias, publicado apenas el 31 de mayo pasado y que ha sido visto ya por más de 300 mil ciudadanos, hace un recuento de lo acaecido desde febrero de 2012, mostrando las mentiras, transas, sobornos e inmoralidades de los candidatos del PRI y del PAN. Bastaría que un ciudadano mexicano se tomara 40 minutos para ver estos dos videos para quedar profundamente consternado por el país en ruinas que han dejado las políticas económicas neoliberales.
Los videos aquí descritos suman en conjunto unas 14 millones de vistas, y existen decenas de otros más. La fuerza de las imágenes, la contundencia de los datos, el efecto que se logra al integrar sucesos, el poder de las frases directas, son elementos que se mezclan y generan un poderoso medio de comunicación. Creo que estamos ante la fascinante posibilidad de poner esta tecnología al servicio de la democracia, la información verídica y la toma de conciencia. Los videos son un excelente instrumento para la difusión y discusión de tesis liberadoras y críticas. El sector más avanzado de la sociedad mexicana representado por Morena, @Todossomos132, y otros, deberían comenzar una intensa campaña de clubes de videos en las plazas públicas, barrios, centros de trabajo, edificios, parques. A diferencia del 68, donde las miles de brigadas repartían volantes, hoy pueden escenificar sesiones audiovisuales y de discusión. Un México nuevo quiere nacer y los videos son parte de ese parto.
Comentarios