Jorge Diaz
Hace unos días escribí en este espacio: “A comprar votos”, en donde hacía referencia a las añejas prácticas que los partidos políticos acostumbran al cierre de las campañas electorales. Los focos rojos se han prendido ya y voces calificadas advierten que será una grosera realidad el derroche de recursos que para este efecto se destinaría en breve.
Aparentemente las diferencias entre AMLO y Peña Nieto se hacen cada vez menores, por lo que la tentación en los miembros de los partidos que estos representan, será prácticamente irresistible y saldrán a la calle a corromper al ciudadano, a comerciar con su miseria. No podemos soslayar las posibles acciones en el mismo sentido del PAN también, ya que con los recursos que el Gobierno Federal podría estar dispuesto a poner a su disposición con el propósito de no entregar el poder a partido distinto al suyo, el dinero podría correr en las calles con singular alegría por parte de todos los actores en esta elección. No hay que ignorar que del otro lado (del ciudadano), siempre estará uno dispuesto a estirar la mano.
Así pues y con lo penoso de la jugada que muchos pronostican se dará con certeza, la aspiración de transformar a México en un país con menos corrupción, más dignidad y con avances importantes en la democracia, se verán nuevamente postergados para mejores tiempos.
Sin embargo, todavía hay tiempo para frenar lo más que se pueda esta vergonzante práctica. Si las distintas organizaciones que inciden en la conciencia colectiva se deciden a actuar, podrían conseguir que muchas personas se abstengan y hasta denuncien a los corruptores. Es aquí donde los jóvenes podrían adquirir un papel central.
Es innegable que la irrupción juvenil #YoSoy132 ha logrado mover de su letargo a muchas personas, también es cierto que se han propuesto alcanzar metas que trascienden la elección del 1 de Julio, pero, como lo he sostenido en otras ocasiones, es imperativo para su movimiento ofrecer resultados aquí y ahora, en abono a sus aspiraciones futuras y por la importancia del momento.
Independientemente de la manera en que muchos están tratando de deslegitimarlos para disminuir la relevancia que adquirieron en poco tiempo, hay muchas personas (adultos incluidos) que tienen sus esperanzas y ojos puestos en ellos, esperando una señal en cualquier sentido para adherirse a la acción propuesta.
Por lo anterior, creo que una buena misión para ellos en los días por venir (amén de su agenda), podría estar en la difusión de mensajes audiovisuales, en las redes sociales y en sus manifestaciones callejeras, a concientizar a la población sobre la vergüenza nacional que supone la prostitución electoral. Si bien no podemos esperar nada de los políticos desesperados, sí podemos fundar nuestras esperanzas en las personas todavía, espero.
Por lo anterior, humildemente propongo el siguiente hashtag #HazPatriaNoVendasTuVoto
Hace unos días escribí en este espacio: “A comprar votos”, en donde hacía referencia a las añejas prácticas que los partidos políticos acostumbran al cierre de las campañas electorales. Los focos rojos se han prendido ya y voces calificadas advierten que será una grosera realidad el derroche de recursos que para este efecto se destinaría en breve.
Aparentemente las diferencias entre AMLO y Peña Nieto se hacen cada vez menores, por lo que la tentación en los miembros de los partidos que estos representan, será prácticamente irresistible y saldrán a la calle a corromper al ciudadano, a comerciar con su miseria. No podemos soslayar las posibles acciones en el mismo sentido del PAN también, ya que con los recursos que el Gobierno Federal podría estar dispuesto a poner a su disposición con el propósito de no entregar el poder a partido distinto al suyo, el dinero podría correr en las calles con singular alegría por parte de todos los actores en esta elección. No hay que ignorar que del otro lado (del ciudadano), siempre estará uno dispuesto a estirar la mano.
Así pues y con lo penoso de la jugada que muchos pronostican se dará con certeza, la aspiración de transformar a México en un país con menos corrupción, más dignidad y con avances importantes en la democracia, se verán nuevamente postergados para mejores tiempos.
Sin embargo, todavía hay tiempo para frenar lo más que se pueda esta vergonzante práctica. Si las distintas organizaciones que inciden en la conciencia colectiva se deciden a actuar, podrían conseguir que muchas personas se abstengan y hasta denuncien a los corruptores. Es aquí donde los jóvenes podrían adquirir un papel central.
Es innegable que la irrupción juvenil #YoSoy132 ha logrado mover de su letargo a muchas personas, también es cierto que se han propuesto alcanzar metas que trascienden la elección del 1 de Julio, pero, como lo he sostenido en otras ocasiones, es imperativo para su movimiento ofrecer resultados aquí y ahora, en abono a sus aspiraciones futuras y por la importancia del momento.
Independientemente de la manera en que muchos están tratando de deslegitimarlos para disminuir la relevancia que adquirieron en poco tiempo, hay muchas personas (adultos incluidos) que tienen sus esperanzas y ojos puestos en ellos, esperando una señal en cualquier sentido para adherirse a la acción propuesta.
Por lo anterior, creo que una buena misión para ellos en los días por venir (amén de su agenda), podría estar en la difusión de mensajes audiovisuales, en las redes sociales y en sus manifestaciones callejeras, a concientizar a la población sobre la vergüenza nacional que supone la prostitución electoral. Si bien no podemos esperar nada de los políticos desesperados, sí podemos fundar nuestras esperanzas en las personas todavía, espero.
Por lo anterior, humildemente propongo el siguiente hashtag #HazPatriaNoVendasTuVoto
Comentarios