Supera #YoSoy132 reto de organizar un debate independiente

Ejercieron jóvenes su derecho de réplica ante 3 de los 4 candidatos, quienes reiteraron sus propuestas.

Arturo Cano


México, DF. El mismo día en que Enrique Peña Nieto dijo no al movimiento #YoSoy132, aceptó reunirse con las huestes de Elba Esther Gordillo. El candidato presidencial del PRI rechazó, como se sabe, asistir al debate organizado por los jóvenes, aduciendo que no le garantizaban “condiciones de neutralidad y de imparcialidad”. Sin embargo, aceptó asistir, este viernes, a una reunión con la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que desde su neutralidad respalda a otro candidato presidencial, Gabriel Quadri de la Torre, el único que hasta ahora había accedido a participar en un cónclave magisterial.

En el cierre del debate organizado por el movimiento #YoSoy132, el moderador entregó sendas carpetas a los tres candidatos asistentes, con centenares de preguntas hechas por jóvenes de todo el país. La carpeta de Peña Nieto terminó en la silla vacía que los organizadores del insólito ejercicio dejaron para subrayar su ausencia.

El encuentro –“una mesa redonda”, según Pedro Joaquín Coldwell, presidente del PRI– arrancó con mensajes de los tres candidatos asistentes. Andrés Manuel López Obrador, primero en hacer uso de la palabra, agradeció a los jóvenes y a su movimiento “limpio, auténtico, crítico” su aporte “fundamental a la vida pública”.

Coincidió Josefina Vázquez Mota, quien atribuyó a la movilización juvenil que el segundo debate –al cual sí asistieron los cuatro aspirantes– haya sido visto por millones de mexicanos. Ustedes, les dijo, “han encendido la luz”.

En esos primeros minutos las redes sociales enloquecieron por la “caída” de la señal. En Twitter y Facebook se multiplicaron las recomendaciones sobre las ligas adecuadas para ver el ejercicio.

Menudearon comentarios como los siguientes: “Error garrafal que #YoSoy132 no permitiera a la Tv una transmisión directa del debate. Quién les entiende pues”; “Vale madre, no se puede ver el debate”; “Ya tiraron la página los priístas”; “La página del canal 22 se murió”.

En pocos minutos, cada interesado halló la mejor ventana para seguir el encuentro, aunque a ratos la señal fallaba.

Vinieron las preguntas, el rejuego entre los aspirantes y, aquí lo inédito, las réplicas de muchachos y muchachas que, conectados frente a sus pantallas, cuestionaron a los candidatos. “Sin Televisa, esto es nuestro”, se escribió en las redes.

Cada uno de los candidatos volvió a lo suyo, a las propuestas o fórmulas en que ha insistido a lo largo de las campañas. Pero también tuvieron que atender las preguntas, las réplicas de los muchachos desde sus cámaras.

Los preguntones fijaron una agenda que le resultó más cómoda al candidato del Movimiento Progresista, pero la candidata del PAN sorteó las aguas cuando habló de la reforma de derechos humanos de 2011 (aprobada por todos los partidos, pero presumida como propia por Felipe Calderón) como base del “diseño” futuro de políticas públicas.

Gabriel Quadri repitió la propuesta que hizo frente a la cúpula del SNTE, la misma que recibirá a Peña Nieto en un par de días. Un “gabinete de educación”, encabezado por el secretario de Gobernación, como si no fuera Alejandro Poiré quien ha llevado mano en el conflicto magisterial reciente. Y le brincó la pregunta que lo ha perseguido a lo largo y ancho del país, sobre su subordinación a la profesora Gordillo: “No soy títere de nadie, y estoy decidido a emprender la reforma educativa”, volvió a decir.

Todo es “más amistoso” sin Peña

El eje de las movilizaciones juveniles fue tema inevitable.

López Obrador le entró a su mole: “Están queriendo imponer al próximo presidente de México, se han dedicado a impulsar a un candidato con la publicidad, con la mercadotecnia. Es urgente la democratización (de los medios). Como camino hablo de la competencia, de la expansión de Internet (cosa en la que coincidieron los otros dos aspirantes) y de terminar con los monopolios que se dedican a administrar la ignorancia”.

Vázquez Mota vio la suya y cuestionó a López Obrador, sugiriendo una relación fluida entre el tabasqueño y el mayor magnate del país. “No tengo compromiso con ningún grupo de interés creado”, dijo él. Que Slim, Azcárraga y Salinas Pliego compitan, soltó. Y fue a más: “Fui el primero en decir que era una mentira que todo México era territorio Telcel”.

Mientras los candidatos hablaban, la señal fallaba una y otra vez. Las redes sociales eran otro debate. “La señal se cae más que la de Telcel”, decía un usuario. “Todo es más amistoso sin @epn, sin el puerquito de las burlas se ponen más serios”, juzgaba el analítico.

Del duopolio al monopolio, el debate llegó al tema de la energía. Vázquez Mota se pronunció por abrir Petróleos Mexicanos a la “inversión privada complementaria; abrir estos monopolios y hacerlos de todos los mexicanos y no sólo de unos cuantos” (con referencia expresa a los viajes de lujo de la hija del “cacique” sindical de Pemex). Quadri se sumó y en el camino trató, sin conseguirlo, que la panista fuese más clara en su propuesta de inversión “complementaria”.

En ese tema López Obrador se mantuvo en lo suyo: “La Constitución es muy clara. Lo que hay detrás es la ambición: ahora andan zopiloteando y se quieren quedar con el petróleo… Aun con la corrupción, aporta un billón de pesos a la hacienda pública; 10 grandes empresas pagan 15 veces menos que Pemex. ¿Qué quieren? ¿Terminar de destruir el país?”

Volvió a la carga Vázquez Mota: “El candidato del PRD no quiere las reformas… un país sin reformas es un país condenado a la mediocridad”. Y al espot: “Nos lleva al caos, a las deudas, a las crisis económicas… a ese México donde los niños tienen que salirse de las escuelas y se pierden las propiedades”.

Drogas, aborto y gabinete

La legalización de las drogas, el aborto, el papel del Instituto Federal Electoral (IFE), fueron otros temas abordados en un debate sin rispideces y con la intervención de jóvenes mediante una plataforma de Internet.

Vázquez Mota evadió el tema de la legalización de las drogas, lo mismo que López Obrador, pero aprovechó el asunto para dar un raspón al ausente. “A diferencia del candidato del PRI, que no quiso venir, yo sí creo en ustedes (la Marina y el Ejército). No voy a importar policías”.

“No voy a encabezar un gobierno de ocurrencias, nos ha costado mucho. Sin tener un diagnóstico se tomó una decisión que agravó la situación de inseguridad y violencia”, dijo en su turno el tabasqueño.

Mientras la panista y Quadri expresaron confianza en el IFE, López Obrador se dijo partidario de cambiar la forma en que se elige a las autoridades electorales para terminar con las cuotas partidistas.

Dado que el candidato de las izquierdas había insistido en que tiene listo un gabinete, Vázquez Mota aprovechó para dar algunos nombres, aunque dijo no haber consultado a los mencionados: Mario Molina, Carlos Elizondo, Esther Orozco, Consuelo Sáizar, Luis de la Calle, Cecilia Soto. Y ya entrada en gastos, pidió a los jóvenes que le presenten una terna para escoger al encargado de atenderlos.

“Somos un movimiento de jóvenes mexicanos que buscan un proceso democrático limpio y honesto de parte de candidatos, instituciones y medios”, dijeron los organizadores del primer debate no convocado por autoridades y sin la presencia de las televisoras. Unos dirán que ese hecho es, en sí mismo, un triunfo del movimiento juvenil.

El SNTE, con sentido de oportunidad, anunció que este miércoles informará de su reunión con “otro candidato”. En 2006, la cúpula magisterial sólo se encontró con Felipe Calderón.

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