José Cárdenas
Nubarrones grises oscurecen el atardecer electoral.
La guerra sucia y un posible fraude denunciado días atrás por Andrés Manuel López Obrador han pretendido sembrar el terreno con la semilla de la protesta, el desconocimiento de los resultados y, para algunos, fabricar un escenario similar al de 2006.
Se cierne la amenaza de aquellos lodos. La certeza se hace polvo. Se asoma el verdadero peligro para México… y su democracia.
Andrés Manuel se sabe señalado como factor de esa inquietud. Por eso proclama, al cinco para las doce, que ya no ve fraude posible porque ahora sí cuenta con la organización (Morena) para hacer valer la democracia y defender el resultado de la elección… “voto por voto, casilla por casilla”.
O sea, López Obrador pone a su pueblo “asesor” por arriba del IFE para garantizar una elección que rechine de limpia.
Promete que la noche del 1 de julio no habrá bloqueos ni protestas sino una fiesta nacional. Está seguro de su victoria… y la celebra por adelantado.
–¿Por eso acepta firmar el pacto convocado por el Consejo Coordinador Empresarial? –Eso y lo que quieran, cuando quieran y como quieran…
Pero…
Más allá del optimismo del candidato de las izquierdas, 2012 difícilmente repetirá la crisis de 2006.
Si bien es cierto que las encuestas del diario Reforma y del Observatorio Electoral Universitario hacen dudar sobre la verdadera diferencia entre los punteros, la realidad es que las condiciones del país y las de Andrés Manuel López Obrador difieren mucho del momento en el que se lanzó a la resistencia civil. Esta vez, se ve muy difícil que la elección presidencial se resuelva con un margen de 0.56 por ciento.
Otro factor es el temor popular a un movimiento que pudiese paralizar al país… o por lo menos a la Ciudad de México. La memoria del plantón en Reforma sigue fresca y la feligresía lopezobradorista estaría dividida en torno a una decisión de sombras… nada más.
…y lo más importante: la coalición que encabeza el tabasqueño es muy distinta a la de hace seis años, cuando López Obrador era el único sol de aquel universo.
Hoy Andrés Manuel ya no es el llanero solitario. Marcelo Ebrard le hace contrapeso. En tal sentido, el jefe de Gobierno del DF ha sido claro: “Los resultados se van a reconocer y se van a acatar”. Punto.
Ebrard sabe que el PRD ya no aguanta otro desgaste como aquél de hace seis años… y que una izquierda ruinosa, por anémica, carecería de fuerza para impulsarlo (a él) a la grande.
… y Marcelo no está para otro suicidio.
MONJE LOCO: Otra vez Veracruz. Otra vez el miedo a la muerte es forma de vida. Con la ejecución del colega Víctor Manuel Báez Chino, de Milenio, ya son nueve periodistas asesinados… y nueve veces que el gobierno de Javier Duarte repite lo mismo: “No vamos a descansar hasta dar con los responsables de tan abominable crimen”. Esa canción está muy tocada… muy rayada. Los cadáveres de Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez, Regina Martínez, Noel López, Yolanda Ordaz, Miguel Ángel López Velasco y Misael López se la recuerdan al góber veracruzano, mañana, tarde, moda y noche… son las nueve pesadillas de sus sueños… y contando.
Nubarrones grises oscurecen el atardecer electoral.
La guerra sucia y un posible fraude denunciado días atrás por Andrés Manuel López Obrador han pretendido sembrar el terreno con la semilla de la protesta, el desconocimiento de los resultados y, para algunos, fabricar un escenario similar al de 2006.
Se cierne la amenaza de aquellos lodos. La certeza se hace polvo. Se asoma el verdadero peligro para México… y su democracia.
Andrés Manuel se sabe señalado como factor de esa inquietud. Por eso proclama, al cinco para las doce, que ya no ve fraude posible porque ahora sí cuenta con la organización (Morena) para hacer valer la democracia y defender el resultado de la elección… “voto por voto, casilla por casilla”.
O sea, López Obrador pone a su pueblo “asesor” por arriba del IFE para garantizar una elección que rechine de limpia.
Promete que la noche del 1 de julio no habrá bloqueos ni protestas sino una fiesta nacional. Está seguro de su victoria… y la celebra por adelantado.
–¿Por eso acepta firmar el pacto convocado por el Consejo Coordinador Empresarial? –Eso y lo que quieran, cuando quieran y como quieran…
Pero…
Más allá del optimismo del candidato de las izquierdas, 2012 difícilmente repetirá la crisis de 2006.
Si bien es cierto que las encuestas del diario Reforma y del Observatorio Electoral Universitario hacen dudar sobre la verdadera diferencia entre los punteros, la realidad es que las condiciones del país y las de Andrés Manuel López Obrador difieren mucho del momento en el que se lanzó a la resistencia civil. Esta vez, se ve muy difícil que la elección presidencial se resuelva con un margen de 0.56 por ciento.
Otro factor es el temor popular a un movimiento que pudiese paralizar al país… o por lo menos a la Ciudad de México. La memoria del plantón en Reforma sigue fresca y la feligresía lopezobradorista estaría dividida en torno a una decisión de sombras… nada más.
…y lo más importante: la coalición que encabeza el tabasqueño es muy distinta a la de hace seis años, cuando López Obrador era el único sol de aquel universo.
Hoy Andrés Manuel ya no es el llanero solitario. Marcelo Ebrard le hace contrapeso. En tal sentido, el jefe de Gobierno del DF ha sido claro: “Los resultados se van a reconocer y se van a acatar”. Punto.
Ebrard sabe que el PRD ya no aguanta otro desgaste como aquél de hace seis años… y que una izquierda ruinosa, por anémica, carecería de fuerza para impulsarlo (a él) a la grande.
… y Marcelo no está para otro suicidio.
MONJE LOCO: Otra vez Veracruz. Otra vez el miedo a la muerte es forma de vida. Con la ejecución del colega Víctor Manuel Báez Chino, de Milenio, ya son nueve periodistas asesinados… y nueve veces que el gobierno de Javier Duarte repite lo mismo: “No vamos a descansar hasta dar con los responsables de tan abominable crimen”. Esa canción está muy tocada… muy rayada. Los cadáveres de Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez, Regina Martínez, Noel López, Yolanda Ordaz, Miguel Ángel López Velasco y Misael López se la recuerdan al góber veracruzano, mañana, tarde, moda y noche… son las nueve pesadillas de sus sueños… y contando.
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