Slim en video

Samuel García

Las últimas semanas han sido vertiginosas para los ejecutivos de América Móvil, el poderoso brazo operador en las telecomunicaciones del multimillonario Carlos Slim.

De forma simultánea Slim planteó tres operaciones estratégicas de compra: En Estados Unidos adquirió el 100% de las acciones de Simple Mobile, un operador de telefonía móvil virtual que ofrece servicios de voz, mensajes, datos y banda ancha móvil que le agregará un millón de suscriptores a los ya casi 20 millones de clientes que posee en Estados Unidos a través de Tracfone, su empresa de redes virtuales.

En Europa planteó dos operaciones de gran calado: La primera fue una oferta de compra por el 27.7% de las acciones de KPN, una compañía holandesa de telefonía fija y móvil que opera en los Países Bajos, Francia, Alemania, España y Bélgica; oferta que estará vigente en sus términos hasta el próximo miércoles 27 de junio y que, de no concretarse, Slim podría incrementar su participación a través de la compra directa a algún accionista importante de la empresa.

El otro acuerdo relevante en Europa es la adquisición de un paquete de, por lo menos, 21% de las acciones de Telekom Austria, una empresa que opera telefonía fija, móvil e internet en Austria, Croacia, Serbia, Bulgaria, Bielorrusia, Eslovenia y Macedonia.

Es decir, en cuestión de días Slim ha dibujado ya la primera oleada de expansión de su imperio de telecomunicaciones llamado América Móvil más allá de las fronteras de Estados Unidos y América Latina, en donde posee más de 242 millones de clientes y que la sitúan como la cuarta mayor empresa de telefonía móvil del orbe.

Por los datos queda claro que si bien Carlos Slim ha diversificado sus negocios hacia sectores como la infraestructura, comercio o banca, el corazón de su imperio y la rentabilidad futura de sus inversiones está en las telecomunicaciones.

Hasta ahora el 28% de su rentable mercado de clientes en telefonía móvil se encuentra en México, un porcentaje elevado que seguramente se verá mermado en los próximos años por la creciente competencia que viene después de que la Comisión Federal de Competencia autorizó la entrada de Televisa al mercado de la telefonía móvil de la mano de Iusacell.

De allí que Slim se haya planteado una estrategia más agresiva de diversificación de mercados y de una mayor oferta de valor añadido a sus clientes potenciando la ventaja de poseer la mayor red de telefonía, fija, móvil y de banda ancha, del país. En ese sentido es el anuncio de la puesta en marcha de la cuarta generación en servicios móviles de alta velocidad para septiembre próximo, que le permitiría, entre otros servicios, ofrecer video de alta calidad en dispositivos móviles si recibe en breve la autorización del gobierno federal.

No es la televisión abierta la apuesta de Slim porque su enfoque de negocio es añadir valor –como televisión de alta calidad vía internet- a los millones de clientes que ya posee a través de sus extensas redes fija y móvil.

Pero la apertura del gobierno de Calderón para que Slim compita en vídeo a través de su red, no parecía ser políticamente posible sin que Televisa también fuese autorizada a competir en telefonía móvil, el mercado dominado por Slim.

Ahora, todo parece indicar que antes de terminar el sexenio Slim recibirá la autorización del gobierno federal para que ofrezca vídeo en sus redes, convirtiéndolo en un poderoso competidor del duopolio.

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