La hora de la verdad

Eduardo Ibarra Aguirre

Cerradas las campañas de los candidatos presidenciales en Aguascalientes, Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey, Toluca y Zacatecas, quedaron atrás más de 40 millones de promocionales en radio y televisión, así como 4 mil 930 horas de información relacionada con el proceso electoral. Esto las convirtió en las campañas más mediáticas de la historia mexicana.

La ciudadanía ya se ganó un merecido descanso después de tres meses de anuncios de todo tipo regulados por el Instituto Federal Electoral, más los que éste juzgó como “anticipados” a los tiempos de campaña.

Pero no se entusiasme mucho, paciente lector, porque en los últimos 90 días la aceptación de Felipe Calderón se derrumbó tanto que ya compite con su homólogo y par ideológico Sebastián Piñera, el chileno que recientemente condecoró al mexicano. Y la impopularidad ganada a pulso por este arquitecto del “Haiga sido como haiga sido” y de las 70 mil muertes para hacerle básicamente el trabajo sucio a los gobernantes de Estados Unidos, la transmitió a Josefina Vázquez Mota, quien padece una pronunciada caída en las preferencias, y en agradecimiento ofreció en Guadalajara, ante 40 mil de sus partidarios, nombrar al michoacano titular de la Procuraduría General de la República, para que persista en sus punitivas y dogmáticas políticas hacia los narcóticos y adictos.

Lo anterior significará que los restantes cinco meses de la pesadilla llamada “gobierno del empleo” e “impulsor del estado de derecho”, producirá anuncios tanto como lo permita el presupuesto y los ilimitados agradecimientos de Televisa y Televisión Azteca porque a través de Iusacell serán socios en la telefonía y el internet móviles, gracias a un grupo gobernante “postrado ante las televisoras”, como bien concluye la Asociación Mexicana de Derecho a la Información.

Enrique Peña Nieto optó por realizar sus cierres de campaña ante decenas de miles de priístas en Toluca y en Monterrey. En la capital del estado que gobernó hasta 2005, estuvo acompañado en el templete por el cantante Alejandro Fernández, pero se ausentaron Emilio Chuayffet y Arturo Montiel, impulsor destacado de la carrera del candidato presidencial.

El aspirante de Elba Esther Gordillo Morales, mismo que en unas horas convertirá en moneda de cambio, arremetió contra dirigentes del Partido Verde por ser “farsantes que hacen un negocio personal”. El burro hablando de orejas lo hizo ante 480 simpatizantes en la explanada de la Feria Nacional de Zacatecas, donde cerró su campaña, además de la capital hidrocálida.

En contrapartida a los actos del ambientalista autodenominado liberal, pero al servicio del corporativismo hecho presidencia vitalicia, Andrés Manuel López Obrador concitó para concluir su campaña la asistencia ciudadana más multitudinaria, desde el Ángel de la Independencias y hasta el Zócalo capitalino. Diversos testimonios registran que la manifestación y mitin no tienen precedente en la historia electoral del país.

Como fuere, llegó la hora de la verdad. La de acudir a las urnas y en la soledad de la casilla convertir en voto las decisiones políticas, sufragar por los candidatos de su preferencia o por ninguno.

Acudir a las urnas es la tarea de tareas del próximo domingo, con todo y final de la Eurocopa. Sufragar permitirá que menos boletas se dejen sin utilizar y de esta manera que menores posibilidades existan para que representantes de los partidos políticos y/o autoridades electorales tengan la tentación de cometer irregularidades.

Hasta el miércoles 4 para comentar los resultados de una jornada decisiva para el presente y futuro de los mexicanos.

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