Alfredo Jalife-Rahme / Bajo la Lupa
Bajo el sello de la multipolaridad, se celebró en Pekín la cumbre 12 del Grupo de Shanghai (GS) –Organización de Cooperación de Shanghai (SCO, por sus siglas en inglés)– donde, a escala geoestratégica, brilló la profundización de los lazos entre los presidentes Vladimir Putin (entrante) y Hu Jintao (saliente).
A escala regional destacó el trato preferencial al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, quien tuvo la deferencia de una reunión bilateral con Vlady Putin, en vísperas de la reunión del P-5 más 1 en Moscú.
Irán es observador del GS y acepta ya al renminbi en lugar del dólar, en pago de las compras de sus hidrocarburos por China (Financial Times; 7.5.12).
Me cuesta trabajo digerir la goebelliana propaganda de EU/OTAN/Israel que peroran haber aislado a Irán de la comunidad internacional.
Irán goza de excelentes relaciones con India y el GS, ya no se diga la Organización de Cooperación Islámica (OIC, por sus siglas en inglés: 57 países y mil 600 millones de feligreses), por lo que tal aislamiento de la “comunidad internacional (sic)” suena alucinógeno (mejor que tal desinformación intoxicante se la dejen a @TelevisaMex).
A escala regional, Afganistán fue admitido como observador al GS y su presidente Hamid Karzai (en querella ascendente con Washington) recibió trato deferente y diferente, mientras que tras bambalinas Paquistán (cada vez más alejado de EU) era atraído a la cofradía euroasiática sino-rusa.
¿Clarificó la saliente dirigencia china los límites geopolíticos de su gestión a la nueva dirección de mandarines del Partido Comunista Chino: Irán, Afganistán, Paquistán, Irán y Siria?
El quid proquo geopolítico bidireccional entre Rusia y China se profundiza en sus esferas de influencia en Medio Oriente/Caúcaso y el Mar del Sur de China.
La prensa anglosajona escamoteó la reunión (con notable excepción del NYT, que enfatizó la ausencia de EU en la cumbre) y los medios rusos fueron sucintamente escuetos, mientras los multimedia chinos le dieron vuelo a la cumbre auspiciada por China.
El GS mantiene su política de combatir los tres maleficios (separatismo, extremismo y terrorismo), que solamente le faltó evocar que son creación de la dupla anglosajona (EU/GB).
Global Times (9.6.12) analiza que no hay que subestimar la amistad entre China y Rusia (que, a mi juicio, busca sabotear la dupla anglosajona –EU/GB–): comparten 4 mil 300 kilómetros de frontera (nota: más que la transfrontera de EU y México), mayormente localizadas en la región del lejano Oriente (donde abundan las mayores materias primas del planeta).
Lo relevante radica en que “China y Rusia optimizarán su asociación (sic) estratégica integral (sic) de coordinación”, como sucede con las líneas rojas trazadas en Siria e Irán después de la patética ingenuidad de Moscú y Pekín en el caso libio (nota: Putin acusó a los drones y a los servicios especiales de EU de haber asesinado, mejor dicho sodomizado, a Muammar Kadafi).
Li Xing, director de estudios rusos en la Escuela de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales en la Universidad Normal de Pekín, considera que la cumbre exhibió que China y Rusia se aferran a los principios en el caso de Siria.
¿Se volvió Siria –por extensión Líbano, al borde de la balcanización, y el binomio Gaza/Cisjordania– la nueva fractura tectónica de la geopolítica mundial entre EU/OTAN/Israel/petromonarquías (árabes) y el GS/Irán?
No todo fue color de rosa en Pekín cuando los dirigentes de Rusia y China no lograron concretar su seminal acuerdo gasero debido a diferendos sobre la vulgar cotización de los precios frente al juego geoestratégico desplegado.
El verdadero precio de supervivencia de Rusia y China consiste en detener la destrucción letal que les tiene preparada la triada EU/OTAN/Israel.
Lignet (vinculado a la CIA; 8.6.12) fustiga que el objetivo de Putin es socavar a EU a cada oportunidad y desafiar el liderazgo de EU en el escenario global. ¡Pobrecitos!
Aduce que la alianza de Rusia con los enemigos de EU puede contrastar la capacidad militar de EU. Pues, ¿cuántos enemigos tendrá EU?
El muy bien informado periodista francés Thierry Meyssan, director de Réseau Voltaire (9.6.12), considera que el conflicto sirio puede degenerar en una guerra mundial. ¡Uf!
A juicio de Meyssan, la crisis siria cambió de naturaleza cuando EU/OTAN/petromonarquías (árabes) “estaban dispuestos a invadir Siria, al estilo Kosovo, sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU: “Con el apoyo chino, Moscú fulminó con dos amonestaciones (¡súper-sic!) a Washington: 1. Dos lanzamientos intercontinentales Topol y Bulova y 2. “Moscú dispuesta a una guerra mundial si EU/OTAN/petromonarquías árabes no se pliegan a sus obligaciones internacionales (Plan de paz Kofi Annan de la ONU y la Liga Árabe) y cesan su ayuda a los Hermanos Musulmanes y salafistas en Siria.
Las fuentes de Meyssan indican que Alemania y Francia recularon al aventurerismo de los superhalcones transatlánticos e israelíes, mientras el flamante presidente François Hollande acaba de enviar al muy solvente Michel Rocard a una misión especial a Irán.
El problema nodal radica en que China y Rusia colocan en primer lugar el concepto de soberanía (avalado por la ONU), mientras EU/OTAN lo juzgan anacrónico y no lo respetan, sino a conveniencia y selectivamente limitada, por lo que se arrogan el derecho a intervenir militarmente bajo el disfraz de los derechos humanos.
Lo notable: EU/OTAN contribuyen a perturbar los mismos derechos humanos en sus desestabilizaciones domésticas mediante sus conocidos servicios de espionaje de todo género.
Más allá del choque interno, a juicio de Meyssan, la crisis siria es ante todo una etapa de la remodelación del Gran Medio-Oriente, una nueva tentativa para destruir al Eje de la Resistencia (nota: Irán, Siria, Hezbola libanés, Hamas palestino) y la primera guerra geopolítica del gas (nota: en la costa siria abunda el gas).
Más allá de la vigencia del régimen laico (sic) de Bashar Assad y lucha frontal de las petromonarquías árabes fundamentalistas sunitas contra el Partido Baas laico de Damasco y con el integrismo del jomeinismo chiíta, en medio de la explosión del sectarismo –según Meyssan– el gran juego radica en delimitar las fronteras que separan los bloques de la OTAN y el GS. ¡Qué visión!
Las jugadas magistrales del GS son eminentemente de corte defensivo, como en el ajedrez, donde EU/OTAN no cesan su irredentista ofensiva militar cuando se encuentran simultáneamente a la defensiva económica, a grado tal que las dos dinastías financieras de banqueros pro israelíes –los Rockefeller y los Rothschild– han fusionado sus operaciones en EU bajo la bendición del israelí-estadunidense Reuben Jeffrey: bisagra entre Goldman Sachs y el gobierno Obama (Infowars; 30.5.12).
Lo más relevante de la estéril cumbre del G-20 en Los Cabos será la amplia reunión bilateral entre Putin (recién desempacado de la cumbre del GS) y Barack Obama (quien acaba de emitir su canto de cisne frente a la balcanización de la eurozona), donde (Xinhua; 29.5.12) tendrán que empezar a definir las fronteras del nuevo orden multipolar si no desean enfrascarse en una tercera guerra mundial termonuclear que tanto anhelan los circuitos israelíes.
Bajo el sello de la multipolaridad, se celebró en Pekín la cumbre 12 del Grupo de Shanghai (GS) –Organización de Cooperación de Shanghai (SCO, por sus siglas en inglés)– donde, a escala geoestratégica, brilló la profundización de los lazos entre los presidentes Vladimir Putin (entrante) y Hu Jintao (saliente).
A escala regional destacó el trato preferencial al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, quien tuvo la deferencia de una reunión bilateral con Vlady Putin, en vísperas de la reunión del P-5 más 1 en Moscú.
Irán es observador del GS y acepta ya al renminbi en lugar del dólar, en pago de las compras de sus hidrocarburos por China (Financial Times; 7.5.12).
Me cuesta trabajo digerir la goebelliana propaganda de EU/OTAN/Israel que peroran haber aislado a Irán de la comunidad internacional.
Irán goza de excelentes relaciones con India y el GS, ya no se diga la Organización de Cooperación Islámica (OIC, por sus siglas en inglés: 57 países y mil 600 millones de feligreses), por lo que tal aislamiento de la “comunidad internacional (sic)” suena alucinógeno (mejor que tal desinformación intoxicante se la dejen a @TelevisaMex).
A escala regional, Afganistán fue admitido como observador al GS y su presidente Hamid Karzai (en querella ascendente con Washington) recibió trato deferente y diferente, mientras que tras bambalinas Paquistán (cada vez más alejado de EU) era atraído a la cofradía euroasiática sino-rusa.
¿Clarificó la saliente dirigencia china los límites geopolíticos de su gestión a la nueva dirección de mandarines del Partido Comunista Chino: Irán, Afganistán, Paquistán, Irán y Siria?
El quid proquo geopolítico bidireccional entre Rusia y China se profundiza en sus esferas de influencia en Medio Oriente/Caúcaso y el Mar del Sur de China.
La prensa anglosajona escamoteó la reunión (con notable excepción del NYT, que enfatizó la ausencia de EU en la cumbre) y los medios rusos fueron sucintamente escuetos, mientras los multimedia chinos le dieron vuelo a la cumbre auspiciada por China.
El GS mantiene su política de combatir los tres maleficios (separatismo, extremismo y terrorismo), que solamente le faltó evocar que son creación de la dupla anglosajona (EU/GB).
Global Times (9.6.12) analiza que no hay que subestimar la amistad entre China y Rusia (que, a mi juicio, busca sabotear la dupla anglosajona –EU/GB–): comparten 4 mil 300 kilómetros de frontera (nota: más que la transfrontera de EU y México), mayormente localizadas en la región del lejano Oriente (donde abundan las mayores materias primas del planeta).
Lo relevante radica en que “China y Rusia optimizarán su asociación (sic) estratégica integral (sic) de coordinación”, como sucede con las líneas rojas trazadas en Siria e Irán después de la patética ingenuidad de Moscú y Pekín en el caso libio (nota: Putin acusó a los drones y a los servicios especiales de EU de haber asesinado, mejor dicho sodomizado, a Muammar Kadafi).
Li Xing, director de estudios rusos en la Escuela de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales en la Universidad Normal de Pekín, considera que la cumbre exhibió que China y Rusia se aferran a los principios en el caso de Siria.
¿Se volvió Siria –por extensión Líbano, al borde de la balcanización, y el binomio Gaza/Cisjordania– la nueva fractura tectónica de la geopolítica mundial entre EU/OTAN/Israel/petromonarquías (árabes) y el GS/Irán?
No todo fue color de rosa en Pekín cuando los dirigentes de Rusia y China no lograron concretar su seminal acuerdo gasero debido a diferendos sobre la vulgar cotización de los precios frente al juego geoestratégico desplegado.
El verdadero precio de supervivencia de Rusia y China consiste en detener la destrucción letal que les tiene preparada la triada EU/OTAN/Israel.
Lignet (vinculado a la CIA; 8.6.12) fustiga que el objetivo de Putin es socavar a EU a cada oportunidad y desafiar el liderazgo de EU en el escenario global. ¡Pobrecitos!
Aduce que la alianza de Rusia con los enemigos de EU puede contrastar la capacidad militar de EU. Pues, ¿cuántos enemigos tendrá EU?
El muy bien informado periodista francés Thierry Meyssan, director de Réseau Voltaire (9.6.12), considera que el conflicto sirio puede degenerar en una guerra mundial. ¡Uf!
A juicio de Meyssan, la crisis siria cambió de naturaleza cuando EU/OTAN/petromonarquías (árabes) “estaban dispuestos a invadir Siria, al estilo Kosovo, sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU: “Con el apoyo chino, Moscú fulminó con dos amonestaciones (¡súper-sic!) a Washington: 1. Dos lanzamientos intercontinentales Topol y Bulova y 2. “Moscú dispuesta a una guerra mundial si EU/OTAN/petromonarquías árabes no se pliegan a sus obligaciones internacionales (Plan de paz Kofi Annan de la ONU y la Liga Árabe) y cesan su ayuda a los Hermanos Musulmanes y salafistas en Siria.
Las fuentes de Meyssan indican que Alemania y Francia recularon al aventurerismo de los superhalcones transatlánticos e israelíes, mientras el flamante presidente François Hollande acaba de enviar al muy solvente Michel Rocard a una misión especial a Irán.
El problema nodal radica en que China y Rusia colocan en primer lugar el concepto de soberanía (avalado por la ONU), mientras EU/OTAN lo juzgan anacrónico y no lo respetan, sino a conveniencia y selectivamente limitada, por lo que se arrogan el derecho a intervenir militarmente bajo el disfraz de los derechos humanos.
Lo notable: EU/OTAN contribuyen a perturbar los mismos derechos humanos en sus desestabilizaciones domésticas mediante sus conocidos servicios de espionaje de todo género.
Más allá del choque interno, a juicio de Meyssan, la crisis siria es ante todo una etapa de la remodelación del Gran Medio-Oriente, una nueva tentativa para destruir al Eje de la Resistencia (nota: Irán, Siria, Hezbola libanés, Hamas palestino) y la primera guerra geopolítica del gas (nota: en la costa siria abunda el gas).
Más allá de la vigencia del régimen laico (sic) de Bashar Assad y lucha frontal de las petromonarquías árabes fundamentalistas sunitas contra el Partido Baas laico de Damasco y con el integrismo del jomeinismo chiíta, en medio de la explosión del sectarismo –según Meyssan– el gran juego radica en delimitar las fronteras que separan los bloques de la OTAN y el GS. ¡Qué visión!
Las jugadas magistrales del GS son eminentemente de corte defensivo, como en el ajedrez, donde EU/OTAN no cesan su irredentista ofensiva militar cuando se encuentran simultáneamente a la defensiva económica, a grado tal que las dos dinastías financieras de banqueros pro israelíes –los Rockefeller y los Rothschild– han fusionado sus operaciones en EU bajo la bendición del israelí-estadunidense Reuben Jeffrey: bisagra entre Goldman Sachs y el gobierno Obama (Infowars; 30.5.12).
Lo más relevante de la estéril cumbre del G-20 en Los Cabos será la amplia reunión bilateral entre Putin (recién desempacado de la cumbre del GS) y Barack Obama (quien acaba de emitir su canto de cisne frente a la balcanización de la eurozona), donde (Xinhua; 29.5.12) tendrán que empezar a definir las fronteras del nuevo orden multipolar si no desean enfrascarse en una tercera guerra mundial termonuclear que tanto anhelan los circuitos israelíes.
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