Espinan a Espino

Marco A. Flota / Grillotina

Lo que nos faltaba.

Se politiza la economía: dicen que la caída del peso es por la subida del Peje. Versión infundada, porque de llegar AMLO a la Presidencia pondría en Hacienda a Ramírez de la O, similar a Carstens, al
menos por el segundo apellido.

Se politiza el futbol: ahora resulta que Televisión Azteca transmitirá el próximo debate, pero sólo porque no habrá partido de la Selección. Y eso lleva a los especuladores a decir que el Chicharito votará por el Ecologista, porque es verde y casi niño.

Se politiza el show business: Para llenar el Auditorio Nacional, Gabriel Quadri contrató a Gloria, más eficaz que la maestra, porque la Trevi sí enseña. Aunque entre ambas hay enorme diferencia: Gloria ya estuvo en la cárcel, sin hacer tantos méritos como la susodicha.

Se politiza- y ya es el colmo- hasta la política: Dicen que si AMLO contrató a un asesor uruguayo y el IFE a una edecán argentina, Josefina podría recurrir a doña Cristina Fernández, a quien Dios hizo viuda y sin necesidad de pedírselo, por favor.

Y lo que nos faltaba: Se politiza hasta el alcoholímetro.

No hace mucho fue detenido, por rebasar el límite de alcohol permitido en la sangre, un personajazo: Don Jesús Silva Herzog II.

Y aunque se trataba de alguien que fue secretario de Hacienda, embajador en España, secretario de Turismo, candidato del PRI al Gobierno del DF, no se hizo mucho escándalo, se tomó como una anécdota. En cambio, en todos los medios se ha sobredimensionado la noticia de que la madrugada del viernes pasado tampoco pasó la prueba del alcoholímetro don Manuel Espino Barrientos.
¿Por qué tanto revuelo?

Ocurre que Manuel Espino hace seis años era presidente del PAN y, como tal, encabezó la campaña del hoy presidente Calderón. Y ocurre además, mejor dicho se le ocurrió al señor Espino, declarar hace unos meses que Calderón lo corrió de la dirigencia albiazul no por diferencias de estilo, sino de etilo. (Etilo no fue un dramaturgo griego, ese fue Equilo, pero también le rendía culto a Baco. Baco fue... olvídelo).

Para terminar: como don Manuel Espino se reunió hace poco con Enrique Peña Nieto y le ofreció casi un millón de votos, su detención en el alcoholímetro tenía que ser noticia.

No se dieron muchos detalles del suceso, pero fácilmente podemos imaginarnos el dialogo entre Espino y sus captores. Supongamos que tras soplarle al aparatito le dice el jefe del operativo:
-A usted le encanta el presidente, ¿verdad?

-¡Al contrario, yo odio al presidente...!

-Me refiero al brandy Presidente... ¿cuántas copas se tomó?

-Dos que tres... lo que pasa es que estaba esperando a Felipe en el bar llamado “La Barraca Urraca”, pero me acabo de salir de ahí porque no llegó...

-¿Cuándo fue su cita?

-Hace 6 años... Yo creo que ya no va a llegar, ¿verdad?

-Ni idea, señor Espino... ¿Se tomó usted alguna margarita?

-¡Ah, ya me acordé!... ¡Llegó margarita y se lo llevó!

-Señor Espino, se nota que es usted aficionado a las copitas...

-¡No, ahora soy fan del copetes!...¡Le acabo de prometer 2 millones de votos!

-¿Ah no era un millón?

-Eh... creo que ya estoy viendo doble...

El señor Espino pernoctó ocho horas en el centro de reclusión llamado “El Torito”. Pero alguien hizo una vaquita, le pagaron un amparo y salió para curarse... En ¡salud!

¡RRIINNGG!

-Bueno, Federación Mexicana de Futbol...
-¡Felicitaciones por ganar el torneo de Tulum!

-No de Tulum, ¡de Toulon...!
-¿Y eso donde queda?
-Creo que cerca de Cancún...

EPIGRILLO

Sesenta años cumplió
de reina Isabel. Se teme
que en 10 años- pienso yo-
se venga a la C.T.M.

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