David Colmenares
Hoy en la mañana, medio dormido aún, escuché en la televisión española que la desigualdad se ha incrementado en los últimos seis meses, esto es, en los tiempos del nuevo Gobierno del Partido Popular. Además de los escándalos de los negocios del yerno del Rey, los deslices de este último cazando elefantes y pidiendo perdón, la quiebra de Bankia, los problemas de la deuda española, la crisis fiscal de las autonomías y el conflicto con las mismas, la falta de acuerdos con la oposición, la reducción del gasto social, y la movilización ciudadana con paros, plantones y protestas, la desigualdad ha crecido.
Da la impresión de que algo no les está funcionando a los españoles, bueno hasta el Real Madrid y el Barcelona perdieron.
También hoy en un programa de Antena 3 muy divertido, “El Hormiguero”, el conductor hacía comentarios sobre lo de quebrar un negocio, recibir recursos públicos para cubrir lo perdido y la promesa de no revisar nada. Decía en broma y en serio, que cuando cometas un abuso o un delito y te agarre la policía, le digas “¡soy de Bankia, soy de Bankia!” y entonces quedas libre y hasta te llevan a tu casa…
En estos seis meses, no es casual que los trabajadores hayan convocado con éxito a un paro general, que los universitarios también lo hayan hecho, que resurja el movimiento de los jóvenes inconformes y cada día se incrementan los mismos o que los otros partidos hayn aislado al Partido en el Gobierno.
El clima de negocios se deteriora día con día y estratégicamente la imagen de un Gobierno autolimitado por su ideología económica, ha marcado los tiempos para otras acciones, como son la expropiación de REPSOL en Argentina y la de la empresa española de Gas en Bolivia.
El Semanario Español Cambio 16 de esta semana, dice que “es inadmisible y no es demagógico denunciar que mientras algunos intentan cobrar indemnizaciones suculentas, en muchos casos tras una gestión pésima, cada día en España 2 000 nuevos trabajadores engrosan la larga lista de los parados. No es de recibo que se sigan ejecutando desahucios mientras las cajas y los bancos siguen recibiendo dinero de las arcas públicas”.
Es claro ante lo anterior, que si hoy fueran las elecciones por supuesto que difícilmente se repetiría el último resultado electoral.
Durante las campañas, el actual Presidente atacó las reformas de la era Zapatero, particularmente la laboral. Prometió que no abarataría los despidos, que no incrementaría los impuestos –particularmente el IVA- y que ampliaría la cobertura del gasto en salud y educación. Y ha hecho exactamente todo lo contrario: su Ley Laboral facilita los despidos, ha anunciado el futuro incremento de la tasa del IVA, ha reducido el gasto en salud obligando al pago de parte de su costo a los trabajadores, incluso a los jubilados y excluye a los trabajadores migratorios de los beneficios sanitarios. Igual con el gasto en educación pública.
España es un País unitario, no federal, aunque forma parte de la “federación europea”, sin embargo su aparente sistema descentralizado, ha mostrado su verdadera cara, imponiendo restricciones de gasto a las autonomías, como es el caso de salud y amenazándolas si no restringen sus gastos. Las vascos y catalanes encabezan las protestas.
El Gobierno de Rajoy, ha reducido los apoyos a los estudiantes de educación superior, sin embargo ante los broncas del Bankia, ha anunciado auxilio con recursos públicos para el mismo, sin revisiones ni castigo, y se pasea por España, “el fantasma del corralito”.
El resultado de las elecciones legislativas en Grecia, la llegada del Presidente Hollande en Francia y la crisis española, que de financiera, es hoy social y moral, anuncian tiempos difíciles para la Zona Euro. Es casi un pronóstico que Grecia terminará saliendo de la misma, con un costo asociado para los griegos, pero también para los bancos alemanes y franceses. ¿Que pasará con España?
Hoy en la mañana, medio dormido aún, escuché en la televisión española que la desigualdad se ha incrementado en los últimos seis meses, esto es, en los tiempos del nuevo Gobierno del Partido Popular. Además de los escándalos de los negocios del yerno del Rey, los deslices de este último cazando elefantes y pidiendo perdón, la quiebra de Bankia, los problemas de la deuda española, la crisis fiscal de las autonomías y el conflicto con las mismas, la falta de acuerdos con la oposición, la reducción del gasto social, y la movilización ciudadana con paros, plantones y protestas, la desigualdad ha crecido.
Da la impresión de que algo no les está funcionando a los españoles, bueno hasta el Real Madrid y el Barcelona perdieron.
También hoy en un programa de Antena 3 muy divertido, “El Hormiguero”, el conductor hacía comentarios sobre lo de quebrar un negocio, recibir recursos públicos para cubrir lo perdido y la promesa de no revisar nada. Decía en broma y en serio, que cuando cometas un abuso o un delito y te agarre la policía, le digas “¡soy de Bankia, soy de Bankia!” y entonces quedas libre y hasta te llevan a tu casa…
En estos seis meses, no es casual que los trabajadores hayan convocado con éxito a un paro general, que los universitarios también lo hayan hecho, que resurja el movimiento de los jóvenes inconformes y cada día se incrementan los mismos o que los otros partidos hayn aislado al Partido en el Gobierno.
El clima de negocios se deteriora día con día y estratégicamente la imagen de un Gobierno autolimitado por su ideología económica, ha marcado los tiempos para otras acciones, como son la expropiación de REPSOL en Argentina y la de la empresa española de Gas en Bolivia.
El Semanario Español Cambio 16 de esta semana, dice que “es inadmisible y no es demagógico denunciar que mientras algunos intentan cobrar indemnizaciones suculentas, en muchos casos tras una gestión pésima, cada día en España 2 000 nuevos trabajadores engrosan la larga lista de los parados. No es de recibo que se sigan ejecutando desahucios mientras las cajas y los bancos siguen recibiendo dinero de las arcas públicas”.
Es claro ante lo anterior, que si hoy fueran las elecciones por supuesto que difícilmente se repetiría el último resultado electoral.
Durante las campañas, el actual Presidente atacó las reformas de la era Zapatero, particularmente la laboral. Prometió que no abarataría los despidos, que no incrementaría los impuestos –particularmente el IVA- y que ampliaría la cobertura del gasto en salud y educación. Y ha hecho exactamente todo lo contrario: su Ley Laboral facilita los despidos, ha anunciado el futuro incremento de la tasa del IVA, ha reducido el gasto en salud obligando al pago de parte de su costo a los trabajadores, incluso a los jubilados y excluye a los trabajadores migratorios de los beneficios sanitarios. Igual con el gasto en educación pública.
España es un País unitario, no federal, aunque forma parte de la “federación europea”, sin embargo su aparente sistema descentralizado, ha mostrado su verdadera cara, imponiendo restricciones de gasto a las autonomías, como es el caso de salud y amenazándolas si no restringen sus gastos. Las vascos y catalanes encabezan las protestas.
El Gobierno de Rajoy, ha reducido los apoyos a los estudiantes de educación superior, sin embargo ante los broncas del Bankia, ha anunciado auxilio con recursos públicos para el mismo, sin revisiones ni castigo, y se pasea por España, “el fantasma del corralito”.
El resultado de las elecciones legislativas en Grecia, la llegada del Presidente Hollande en Francia y la crisis española, que de financiera, es hoy social y moral, anuncian tiempos difíciles para la Zona Euro. Es casi un pronóstico que Grecia terminará saliendo de la misma, con un costo asociado para los griegos, pero también para los bancos alemanes y franceses. ¿Que pasará con España?
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