Osvaldo Robles / Reforma
Doña Gabina Morales tiene 79 años y no sabe leer, pero levanta, hasta donde su encorvada espalda le permite, una cartulina que dice: "Como jóvenes el respeto es primero, nuestro apoyo a Peña Nieto".
En la plaza principal de este municipio poblano miles de priistas, muchos de ellos con el rostro enrojecido por el sol de mediodía, esperan la llegada de Enrique Peña Nieto.
En mantas, cartulinas y consignas, el tema es el "apoyo" de los jóvenes hacia el abanderado tricolor, sobre cuyos hombros pesan aquel "viernes negro" en la Ibero y la animadversión del movimiento #YoSoy132.
"Somos más que 132 y vamos a ganar", dice una enorme manta firmada por la CROC. "Somos muchos jóvenes, estamos contigo Enrique", reza otra escrita con la misma letra de la cartulina de doña Gabina.
"Universitarios unidos por el cambio vamos con Peña Nieto", dice otra, que levanta una mujer de rasgos indígenas.
El animador del mitin destaca una y otra vez la presencia de la "juventud".
"¡Este es el aplauso de los jóvenes universitarios!", pregona. La audiencia, en su mayoría mujeres y niños, le hace el vacío.
El helicóptero rojo que trasladó al candidato presidencial del PRI desde Izúcar de Matamoros sobrevuela la plaza.
A las 12:09, con las notas de "Gloria", un clásico de los 70 convertido en "Peña", el candidato aparece al fondo del sendero de vallas que conduce al templete.
Llega al estrado media hora después, despeinado, desfajado y con la hebilla del cinturón hacia un costado. Se acicala un poco detrás del atril, con la leyenda "Vas a ganar más", y empieza el discurso.
"Saludo a las bellas mujeres de Puebla", dice, y alborota a las congregadas en la plaza.
Repite las propuestas que presentó en el debate del pasado domingo.
Que habrá una mejoría de la economía familiar, que todos ganarán más, que habrá pensión para adultos mayores, que erradicará la pobreza alimentaria, que el País crecerá tres veces más y que llegará la paz.
"Estamos a tan sólo 19 días de ganar la Presidencia", exclama y las campanas de la Parroquia San Francisco de Asís tañen como llamando a misa.
"Sí se puede, sí se puede, sí se puede", se oye la arenga.
Empieza a correr el rumor de que el convoy que trasladó al candidato tricolor del lugar donde bajó el helicóptero a la plaza fue apedreado.
"El clima que estamos viviendo es de mayor efervescencia política, de mayor crispación. Pero quienes están sumados a este proyecto saben que no vamos a caer en las provocaciones.
"Somos el proyecto que no va a dividir a México", expresa Peña Nieto, y una corriente de aire derriba la bandera de México colocada a sus espaldas, una hoja del discurso sale volando y es perseguida por uno de sus colaboradores.
Luego hace el compromiso de modernizar las carreteras que van de Tepeaca a Zacatepec y a Tehuacán.
"Vamos a lo inevitable, vamos a la victoria el primero de julio", termina su discurso de 20 minutos.
Suben candidatos locales como Jesús Morales, hermano del ex Gobernador Melquiades Morales y aspirante a diputado federal, quien posa para la foto con Peña Nieto, con los brazos arriba.
Antes de abordar las camionetas ubicadas al centro del área de seguridad delimitada por vallas de acero, el mexiquense saluda a más asistentes.
Los hermanos Manuel y Jaime Contreras Gil, de 21 y 19 años, levantan una cartulina blanca que dice "#YoSoy132" con letras de colores.
El candidato no la ve, pero sí sus simpatizantes, quienes arrebatan el mensaje en medio de insultos. "Huevones", "acarreados", gritan a los dos hermanos.
Un priista les pide que se retiren antes que la cosa pase a mayores.
Cuando Manuel, estudiante de Relaciones Internacionales de la UNAM, y Jaime, alumno de Inglés en la Universidad Siglo XXI, caminan entre insultos, un hombre le da una patada en la pierna a Jaime.
Los dos jóvenes, originarios de Tepeaca, desaparecen.
Sobre la calle Morelos, habitantes de San Francisco Mixtla reciben bolsas transparentes con una torta de jamón, un frutsi y dos chabacanos.
Doña Gabina Morales busca el autobús que la regresará a Acatzingo.
No alcanzó sombrilla, pero la cartulina con el mensaje de "como jóvenes el respeto es primero, nuestro apoyo a Peña Nieto" le sirve para protegerse del sol.
"¿Qué dice su pancarta?", se le pregunta.
"No sé leer", responde sonriente la mujer que dice tener 21 bisnietos.
"Las estaban repartiendo en la entrada, pero ha de decir arriba Peña Nieto, ¿no?", completa la señora Gabina.
Doña Gabina Morales tiene 79 años y no sabe leer, pero levanta, hasta donde su encorvada espalda le permite, una cartulina que dice: "Como jóvenes el respeto es primero, nuestro apoyo a Peña Nieto".
En la plaza principal de este municipio poblano miles de priistas, muchos de ellos con el rostro enrojecido por el sol de mediodía, esperan la llegada de Enrique Peña Nieto.
En mantas, cartulinas y consignas, el tema es el "apoyo" de los jóvenes hacia el abanderado tricolor, sobre cuyos hombros pesan aquel "viernes negro" en la Ibero y la animadversión del movimiento #YoSoy132.
"Somos más que 132 y vamos a ganar", dice una enorme manta firmada por la CROC. "Somos muchos jóvenes, estamos contigo Enrique", reza otra escrita con la misma letra de la cartulina de doña Gabina.
"Universitarios unidos por el cambio vamos con Peña Nieto", dice otra, que levanta una mujer de rasgos indígenas.
El animador del mitin destaca una y otra vez la presencia de la "juventud".
"¡Este es el aplauso de los jóvenes universitarios!", pregona. La audiencia, en su mayoría mujeres y niños, le hace el vacío.
El helicóptero rojo que trasladó al candidato presidencial del PRI desde Izúcar de Matamoros sobrevuela la plaza.
A las 12:09, con las notas de "Gloria", un clásico de los 70 convertido en "Peña", el candidato aparece al fondo del sendero de vallas que conduce al templete.
Llega al estrado media hora después, despeinado, desfajado y con la hebilla del cinturón hacia un costado. Se acicala un poco detrás del atril, con la leyenda "Vas a ganar más", y empieza el discurso.
"Saludo a las bellas mujeres de Puebla", dice, y alborota a las congregadas en la plaza.
Repite las propuestas que presentó en el debate del pasado domingo.
Que habrá una mejoría de la economía familiar, que todos ganarán más, que habrá pensión para adultos mayores, que erradicará la pobreza alimentaria, que el País crecerá tres veces más y que llegará la paz.
"Estamos a tan sólo 19 días de ganar la Presidencia", exclama y las campanas de la Parroquia San Francisco de Asís tañen como llamando a misa.
"Sí se puede, sí se puede, sí se puede", se oye la arenga.
Empieza a correr el rumor de que el convoy que trasladó al candidato tricolor del lugar donde bajó el helicóptero a la plaza fue apedreado.
"El clima que estamos viviendo es de mayor efervescencia política, de mayor crispación. Pero quienes están sumados a este proyecto saben que no vamos a caer en las provocaciones.
"Somos el proyecto que no va a dividir a México", expresa Peña Nieto, y una corriente de aire derriba la bandera de México colocada a sus espaldas, una hoja del discurso sale volando y es perseguida por uno de sus colaboradores.
Luego hace el compromiso de modernizar las carreteras que van de Tepeaca a Zacatepec y a Tehuacán.
"Vamos a lo inevitable, vamos a la victoria el primero de julio", termina su discurso de 20 minutos.
Suben candidatos locales como Jesús Morales, hermano del ex Gobernador Melquiades Morales y aspirante a diputado federal, quien posa para la foto con Peña Nieto, con los brazos arriba.
Antes de abordar las camionetas ubicadas al centro del área de seguridad delimitada por vallas de acero, el mexiquense saluda a más asistentes.
Los hermanos Manuel y Jaime Contreras Gil, de 21 y 19 años, levantan una cartulina blanca que dice "#YoSoy132" con letras de colores.
El candidato no la ve, pero sí sus simpatizantes, quienes arrebatan el mensaje en medio de insultos. "Huevones", "acarreados", gritan a los dos hermanos.
Un priista les pide que se retiren antes que la cosa pase a mayores.
Cuando Manuel, estudiante de Relaciones Internacionales de la UNAM, y Jaime, alumno de Inglés en la Universidad Siglo XXI, caminan entre insultos, un hombre le da una patada en la pierna a Jaime.
Los dos jóvenes, originarios de Tepeaca, desaparecen.
Sobre la calle Morelos, habitantes de San Francisco Mixtla reciben bolsas transparentes con una torta de jamón, un frutsi y dos chabacanos.
Doña Gabina Morales busca el autobús que la regresará a Acatzingo.
No alcanzó sombrilla, pero la cartulina con el mensaje de "como jóvenes el respeto es primero, nuestro apoyo a Peña Nieto" le sirve para protegerse del sol.
"¿Qué dice su pancarta?", se le pregunta.
"No sé leer", responde sonriente la mujer que dice tener 21 bisnietos.
"Las estaban repartiendo en la entrada, pero ha de decir arriba Peña Nieto, ¿no?", completa la señora Gabina.
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