Jorge Diaz
El tiempo se acaba y las encuestas, como quiera que éstas se elaboren, ya no se mueven. El PAN está claramente en tercer lugar y se presenta la oportunidad de presenciar la aparición del voto estratégico en estas elecciones, mismo que parecía que no se iba a ver por lo cerrado entre los tres principales candidatos, hasta hace poco. En incógnita quedará hacia dónde se inclinarán más esos votos, si benefician más a Peña Nieto o a López Obrador y eso lo sabremos después del primero de Julio.
Como era de esperarse, el PAN empezó a echar mano de todas las bajezas (ciertas o no) que su repertorio contiene. Doce años en el poder le han servido para confirmar que una vez que se ha conquistado, ya no se quiere dejar ir y por eso, el fin justifica los medios. “Maldita democracia” pensarán los panistas, “si tan sólo pudiéramos retener el poder por la fuerza”.
Pero no, la situación tan deplorable en la que se encuentran en materia de preferencias electorales, sólo se la deben a su desempeño en el gobierno, no es culpa de nadie más.
Agradézcanle a Vicente Fox y a Felipe Calderón que muchos panistas honestos y conscientes de sus pésimas actuaciones como gobernantes, han decidido ya obsequiarle su voto nada más y nada menos que a ¡Andrés Manuel López Obrador o bien, al ultra enemigo Peña Nieto!
Por eso es de esperarse que en los pocos días que les quedan para poder aventar lodo, inventen de todo para tratar de salvar el barco.
En una de esas y en línea con su desesperación y los últimos acontecimientos mediáticos, presentan ante los medios al “presunto verdadero” asesino de Colosio, para intentar ganar un voto más.
El tiempo se acaba y las encuestas, como quiera que éstas se elaboren, ya no se mueven. El PAN está claramente en tercer lugar y se presenta la oportunidad de presenciar la aparición del voto estratégico en estas elecciones, mismo que parecía que no se iba a ver por lo cerrado entre los tres principales candidatos, hasta hace poco. En incógnita quedará hacia dónde se inclinarán más esos votos, si benefician más a Peña Nieto o a López Obrador y eso lo sabremos después del primero de Julio.
Como era de esperarse, el PAN empezó a echar mano de todas las bajezas (ciertas o no) que su repertorio contiene. Doce años en el poder le han servido para confirmar que una vez que se ha conquistado, ya no se quiere dejar ir y por eso, el fin justifica los medios. “Maldita democracia” pensarán los panistas, “si tan sólo pudiéramos retener el poder por la fuerza”.
Pero no, la situación tan deplorable en la que se encuentran en materia de preferencias electorales, sólo se la deben a su desempeño en el gobierno, no es culpa de nadie más.
Agradézcanle a Vicente Fox y a Felipe Calderón que muchos panistas honestos y conscientes de sus pésimas actuaciones como gobernantes, han decidido ya obsequiarle su voto nada más y nada menos que a ¡Andrés Manuel López Obrador o bien, al ultra enemigo Peña Nieto!
Por eso es de esperarse que en los pocos días que les quedan para poder aventar lodo, inventen de todo para tratar de salvar el barco.
En una de esas y en línea con su desesperación y los últimos acontecimientos mediáticos, presentan ante los medios al “presunto verdadero” asesino de Colosio, para intentar ganar un voto más.
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