El Congreso destituyó al presidente de Paraguay Fernando Lugo

El mandatario fue acusado por las muertes ocurridas la semana pasada en un violento desalojo. Asume el vicepresidente.

El Tribuno


El presidente paraguayo Fernando Lugo fue destuido esta tarde por el Senado de su país. El mandatario fue acusado por actuación en la muerte de policías y campesinos la semana pasada en Paraguay. Asumirá el vicepresidente Federico Franco.

El mandatario recibió 39 votos del Senado en contra y solo cuatro a favor. Hay tensión en las afueras del Congreso paraguayo, en donde hay seguidores del ahora destituido presidente agitando banderas, y ahora comenzaron las corridas. La Policía está repeliendo a los manifestantes con carros hidranes y gases.

El juicio político al expresidente paraguayo Fernando Lugo comenzó esta tarde entre gritos de la defensa porque no le otorgaron más días de para preparar sus argumentos y la opinión pública dividida sobre una eventual destitución del mandatario.

Luego de tres horas de reunión, los legisladores admitieron las acusaciones de la cámara de diputados contra el jefe de Estado por el voto de 39 contra 4 en contra. Posteriormente leyeron los alegatos finales para luego emitir veredicto.
Los seis abogados defensores de Lugo se retiraron de la sala, aparentemente disgustados.

Entre las acusaciones admitidas se encuentran los señalamientos de responsabilidad de Lugo en la tolerancia y asistencia a invasores ilegales de tierra, la no captura de integrantes de un grupo guerrillero que opera en la selva y la muerte de seis policías y 11 campesinos durante el desalojo en una reserva forestal.

Antes de que comenzara el juicio el abogado defensor Adolfo Ferreiro solicitó 18 días para colectar datos y ‘‘presentar una mejor defensa’’. La petición fue rechazada por el presidente del Senado Jorge Oviedo, Ferreiro, ofuscado y a los gritos, advirtió que el veredicto final será apelado ante organismos jurídicos internacionales.
El jefe de Estado resolvió seguir su juzgamiento a través de la televisión, en el palacio de gobierno.

En la plaza los manifestantes expectantes cantaban ‘‘El pueblo unido, jamás será vencido’’, con decenas de banderas del Paraguay, carteles de la coalición de izquierda Frente Guazú y con inscripciones como ‘‘Hasta la victoria, Patria o muerte’’. La policía desplegó antimotines en la zona para evitar disturbios.
Ahora asumirá el el vicepresidente Federico Franco, reporesentante del Partido Liberal Radical Auténtico, que volverá a ocupar la presidencia del país luego de 76 años.

La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) emitió un comunicado e informó que una delegación del bloque se reunió el viernes en Asunción con el vicepresidente y con dirigentes políticos y legislativos, “de quienes lamentablemente no obtuvieron respuestas favorables a las garantías procesales y democráticas que se les solicitaron’’.

Asimismo, señaló que ‘‘las acciones en curso podrían ser comprendidas en los artículos 1, 5 y 6 del Protocolo Adicional del Tratado Constitutivo de la UNASUR sobre Compromiso con la Democracia, configurando una amenaza de ruptura al orden democrático, al no respetar el debido proceso’’.

El Consejo Permanente de la OEA se reunió el viernes en una sesión extraordinaria convocada con la crisis paraguaya como el único punto en agenda.

El secretario general José Miguel Insulza rechazó describir la situación paraguaya como un golpe de estado porque el ‘‘procedimiento legal, constitucional se está siguiendo. Lo que planteamos es la duda de si al seguirlo se están respetando los derechos de las personas a defenderse’’.

Al igual que los representantes de Bolivia y Venezuela, el embajador de Nicaragua Denis Moncada denunció al proceso político como un ‘‘golpe de estado con otras modalidades’’.

‘‘En años recientes actuaron fuerzas policiales y militares en golpes e intentonas. Hoy la amenaza ha avanzado de forma vertiginosa, disfrazada y encubierta con un supuesto manto legal que desde las cámaras legislativas diseña y ejecuta aceleradamente un golpe de estado parlamentario’’, agregó.

El pedido de juicio político al mandatario se produjo seis días después de la muerte de 17 personas en un enfrentamiento armado entre policías y campesinos durante el intento de desalojo de una reserva forestal en Curuguaty, a unos 400 kilómetros al noreste de Asunción, que desembocó en la renuncia del ministro del Interior y del jefe de la policía.

Espínola negó que su padre y los otros campesinos hayan recibido entrenamiento del grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo, que según la policía pudo estar involucrado en el incidente.

En Paraguay 80% de las tierras fértiles está en poder de 2% de la población. Los terrenos, en su mayoría, están destinados a la producción agrícola y ganadera que por primera vez en 2010 permitió que Paraguay tuviera un crecimiento económico de 14,5%. Sin embargo, de 6,4 millones de habitantes 39% es pobre y dentro de esa franja 19% es miserable, según dijo a la AP el analista internacional Ricardo Rodríguez.

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