Francisco Garfias
Al general colombiano Óscar Naranjo recientemente lo conocí en las oficinas de Genaro García Luna. El mejor policía del mundo —así lo reconoce la Asociación Internacional de Policías— y el secretario de Seguridad Pública federal son buenos amigos.
Era una charla informal con periodistas en la que, si mal no recuerdo, el también director de la Policía Nacional de Colombia puso énfasis en la importancia de que la sociedad perciba que el Estado puede ganarle al crimen organizado, para que esa lucha sea exitosa. Anoche lo volví a ver en la conferencia de prensa en la que fue presentado como “asesor externo” en materia de seguridad de Enrique Peña Nieto.
Un documento entregado a la prensa por el equipo del candidato del PRI dice que el colombiano jugará el rol de consejero en cuatro importantes estrategias: seguridad democrática, prevención del delito, cooperación internacional, y combate al crimen organizado.
En el salón Castillo del hotel Presidente Intercontinental, donde se hizo la presentación, había varios corresponsables extranjeros. Una señal de que el equipo de Peña Nieto quiere enviar un mensaje tranquilizador hacia el exterior, en particular a los gringos.
Apenas ayer leíamos en Yahoo que el tema de los ex gobernadores del PRI señalados como cómplices del narco provoca desconfianza en Estados Unidos. Temen que Peña no continúe la guerra contra el crimen organizado.
Naranjo tiene mención como miembro honorario de la CIA y el reconocimiento del gobierno de Estados Unidos; no hace mucho, el presidente Calderón también elogió su labor. Fue clave en la lucha contra los cárteles de Cali y Medellín; pero también en el debilitamiento de las FARC. El propio Peña anunció que el colombiano se queda como asesor externo si gana la elección.
¿La asesoría en materia de seguridad democrática incluye la intervención del mejor policía del mundo para acabar con el EPR, lo que queda del EZLN y otros grupos de la guerrilla mexicana?
Les dejamos la pregunta.
Bismarck decía que nunca se miente tanto como antes de las elecciones o después de las cacerías. Viene a cuento por la promesa que hizo Andrés López Obrador de que no habrá “rechazados”.
El compromiso del 100 por ciento de inscripción en educación superior suena maravilloso, impecable, irrefutable. Lamentablemente no es viable. Es un asunto de capacidad instalada, no de voluntades.
El tema ha generado honda preocupación en las universidades públicas. Ya vienen los exámenes de admisión. Hay 160 mil aspirantes para ingresar en la UNAM. Sólo el 10 por ciento serán aceptados.
El fenómeno se reproducirá en el IPN y la UAM. Cincuenta o 55 mil serán admitidos, cuando mucho.
La bronca es que el tema puede transformarse en la bandera que los chavos de #YoSoy132 requieren para alcanzar el rango de movimiento social.
Hay una mezcla explosiva. Las fechas de los exámenes de admisión y de los comicios federales casi se cruzan.
#YoSoy132 se ha declarado oficialmente antipeñista.
Si el candidato del PRI gana, hay riesgo de que aparezca frustración de los chavos de ese movimiento y se combine con la de los rechazados. Allí sí, cuidado.
La más reciente encuesta de Reforma coloca a Miguel Mancera con 69 por ciento de las preferencias electorales; Beatriz Paredes, 16 por ciento ; Isabel Miranda, 14 por ciento y Rosario Guerra, uno por ciento. La senadora María de los Ángeles Moreno —cercana a Beatriz Paredes— no la cree. Ni a esa encuesta ni a ninguna de las que colocan al candidato de las izquierdas con 40 puntos de ventaja. “Están pagadas por Marcelito”, acusa la legisladora del PRI.
Moreno, por cierto, anda molesta por el “fuego amigo” que pretende hacer creer que Beatriz no hace campaña. “¡Es un infundio, una infamia! Trabaja en su campaña de la seis de la mañana a la una de la mañana del día siguiente ”, afirma.
Otro que descalifica las encuestas es Rubén Camarillo, secretario de elecciones del CEN del PAN. Dice que ya no son punto para calcular resultados. “Hoy son instrumento de campaña”, afirma. Su chamba es sacar adelante los comicios. No le pinta bien. Morelos y Jalisco, estados que gobierna Acción Nacional, cambiarán.
Yucatán, “al alza”; Guanajuato, “sin duda”; Jalisco, “esfuerzo para repuntar”; DF, “muy competido, pero con Isabel Wallace mejor que en el pasado”; Tabasco, “con Gerardo Priego traemos candidato”; Morelos, “ni lo menciono”. ¿Y en la grande con Josefina? “Vamos por los indecisos”.
Manuel Espino anda muy activo en la promoción de voto para Peña Nieto. El ex jefe panista multiplica los llamados al voto útil en redes sociales y en sus mensajes personales. “La lealtad a México obliga a no desperdiciar el voto. Sufragar por quien va en tercer lugar es necedad”. Nunca más cierto aquello de que, para que la cuña apriete...
Al general colombiano Óscar Naranjo recientemente lo conocí en las oficinas de Genaro García Luna. El mejor policía del mundo —así lo reconoce la Asociación Internacional de Policías— y el secretario de Seguridad Pública federal son buenos amigos.
Era una charla informal con periodistas en la que, si mal no recuerdo, el también director de la Policía Nacional de Colombia puso énfasis en la importancia de que la sociedad perciba que el Estado puede ganarle al crimen organizado, para que esa lucha sea exitosa. Anoche lo volví a ver en la conferencia de prensa en la que fue presentado como “asesor externo” en materia de seguridad de Enrique Peña Nieto.
Un documento entregado a la prensa por el equipo del candidato del PRI dice que el colombiano jugará el rol de consejero en cuatro importantes estrategias: seguridad democrática, prevención del delito, cooperación internacional, y combate al crimen organizado.
En el salón Castillo del hotel Presidente Intercontinental, donde se hizo la presentación, había varios corresponsables extranjeros. Una señal de que el equipo de Peña Nieto quiere enviar un mensaje tranquilizador hacia el exterior, en particular a los gringos.
Apenas ayer leíamos en Yahoo que el tema de los ex gobernadores del PRI señalados como cómplices del narco provoca desconfianza en Estados Unidos. Temen que Peña no continúe la guerra contra el crimen organizado.
Naranjo tiene mención como miembro honorario de la CIA y el reconocimiento del gobierno de Estados Unidos; no hace mucho, el presidente Calderón también elogió su labor. Fue clave en la lucha contra los cárteles de Cali y Medellín; pero también en el debilitamiento de las FARC. El propio Peña anunció que el colombiano se queda como asesor externo si gana la elección.
¿La asesoría en materia de seguridad democrática incluye la intervención del mejor policía del mundo para acabar con el EPR, lo que queda del EZLN y otros grupos de la guerrilla mexicana?
Les dejamos la pregunta.
Bismarck decía que nunca se miente tanto como antes de las elecciones o después de las cacerías. Viene a cuento por la promesa que hizo Andrés López Obrador de que no habrá “rechazados”.
El compromiso del 100 por ciento de inscripción en educación superior suena maravilloso, impecable, irrefutable. Lamentablemente no es viable. Es un asunto de capacidad instalada, no de voluntades.
El tema ha generado honda preocupación en las universidades públicas. Ya vienen los exámenes de admisión. Hay 160 mil aspirantes para ingresar en la UNAM. Sólo el 10 por ciento serán aceptados.
El fenómeno se reproducirá en el IPN y la UAM. Cincuenta o 55 mil serán admitidos, cuando mucho.
La bronca es que el tema puede transformarse en la bandera que los chavos de #YoSoy132 requieren para alcanzar el rango de movimiento social.
Hay una mezcla explosiva. Las fechas de los exámenes de admisión y de los comicios federales casi se cruzan.
#YoSoy132 se ha declarado oficialmente antipeñista.
Si el candidato del PRI gana, hay riesgo de que aparezca frustración de los chavos de ese movimiento y se combine con la de los rechazados. Allí sí, cuidado.
La más reciente encuesta de Reforma coloca a Miguel Mancera con 69 por ciento de las preferencias electorales; Beatriz Paredes, 16 por ciento ; Isabel Miranda, 14 por ciento y Rosario Guerra, uno por ciento. La senadora María de los Ángeles Moreno —cercana a Beatriz Paredes— no la cree. Ni a esa encuesta ni a ninguna de las que colocan al candidato de las izquierdas con 40 puntos de ventaja. “Están pagadas por Marcelito”, acusa la legisladora del PRI.
Moreno, por cierto, anda molesta por el “fuego amigo” que pretende hacer creer que Beatriz no hace campaña. “¡Es un infundio, una infamia! Trabaja en su campaña de la seis de la mañana a la una de la mañana del día siguiente ”, afirma.
Otro que descalifica las encuestas es Rubén Camarillo, secretario de elecciones del CEN del PAN. Dice que ya no son punto para calcular resultados. “Hoy son instrumento de campaña”, afirma. Su chamba es sacar adelante los comicios. No le pinta bien. Morelos y Jalisco, estados que gobierna Acción Nacional, cambiarán.
Yucatán, “al alza”; Guanajuato, “sin duda”; Jalisco, “esfuerzo para repuntar”; DF, “muy competido, pero con Isabel Wallace mejor que en el pasado”; Tabasco, “con Gerardo Priego traemos candidato”; Morelos, “ni lo menciono”. ¿Y en la grande con Josefina? “Vamos por los indecisos”.
Manuel Espino anda muy activo en la promoción de voto para Peña Nieto. El ex jefe panista multiplica los llamados al voto útil en redes sociales y en sus mensajes personales. “La lealtad a México obliga a no desperdiciar el voto. Sufragar por quien va en tercer lugar es necedad”. Nunca más cierto aquello de que, para que la cuña apriete...
Comentarios