Documentos revelan acuerdo Televisa-EPN: Wikileaks

Los cables obtenidos por Wikileaks en 2011 aparentemente son de la embajada respaldan los hechos de The Guardian

Agencias


Los documentos son parte de la filtración de miles de cables del Departamento de Estado en agosto de 2011 por la organización WikiLeaks. Estos han tomado un nuevo significado a raíz de los documentos que el diario británico The Guardian publicó la semana pasada. El 7 de junio, The Guardian publicó archivos electrónicos proporcionados al periódico por “una fuente que trabajó con [la empresa mexicana de medios] Televisa” que indican que la televisora más importante de México “vendió presuntamente a importantes políticos un tratamiento informativo favorable en sus noticieros y shows principales”, particularmente al candidato presidencial de Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.

Televisa emitió un indignado rechazo y cuestionó la veracidad del reportaje del diario londinense. Pero los hechos del reportaje de The Guardian están respaldados por los documentos enviados por la Embajada de EEUU en la ciudad de México a otros organismos gubernamentales de Estados Unidos en 2009.

El reportaje de The Guardian impactó el ciclo noticioso justo en el momento en que un creciente movimiento social en México, llamado YoSoy132, se moviliza en contra de lo que considera la manipulación de los medios comerciales que busca imponer al candidato presidencial, Peña Nieto, en las elecciones presidenciales del 1 de julio.

Peña Nieto está siendo promovido en los medios de comunicación como el principal candidato en las elecciones presidenciales mexicanas. Antes de anunciar su candidatura a la presidencia en septiembre de 2011, se había desempeñado como gobernador del Estado de México entre 2005 y 2011.

Los funcionarios de Televisa niegan los alegatos contenidos en el reportaje de The Guardian y han exigido que el diario ofrezca una disculpa pública. En una reciente declaración pública, Peña Nieto, sostiene que las afirmaciones de The Guardian, “no tienen ninguna base sólida y no son auténticos.”

Sin embargo, los cables de la Embajada de Estados Unidos hechos públicos por WikiLeaks refutan la negación de Televisa y Peña Nieto y también dejan claro que el gobierno estadounidense está muy consciente de lo que The Guardian describe como la “campaña sucia en la TV” que es empleada por algunos candidatos políticos mexicanos.

Un cable de la Embajada de EEUU redactado el 12 de junio de 2009, y enviado desde la ciudad de México al Departamento de Justicia, del Tesoro y al de Seguridad Nacional, así como a dos comandos del Pentágono y al Consejo Nacional de Seguridad, entre otras agencias de Estados Unidos, señala lo siguiente:

... Los miembros de la élite política, analistas y laicos han dicho consistentemente a Poloff [funcionarios o representantes políticos de la Embajada de EEUU] que los candidatos están pagando redes que les proporcionen cobertura de la televisión con el fin de eludir la restricción que prohíbe a los candidatos la compra de tiempo al aire. Ortega también dijo a Poloff que los candidatos proporcionan spots no oficiales para la prensa local con que simpatizan, y que los emiten como “noticias” en la programación habitual y no como publicidad.

Otro cable de la Embajada de EEUU en México redactado el 24 de septiembre de 2009, y enviado a la misma lista de las agencias de Estados Unidos, revela que: “Es un hecho ampliamente aceptado, por ejemplo, que el monopolio televisivo TELEVISA respalda al gobernador [Peña Nieto] y le proporciona una extraordinaria cantidad de tiempo al aire y otros tipos de cobertura.”

La compra por parte de Peña Nieto de una favorable cobertura de noticias en la televisión -y también de los resultados de las encuestas de opinión pública que pretenden mostrarlo como el puntero de la contienda presidencial- se registró por primera vez en un cable de la Embajada de EEUU, redactado el 26 de enero de 2009, y enviado también a una gran cantidad de organismos de los Estados Unidos, incluyendo a la agencia antidrogas (DEA)y a todos los consulados de EEUU en México. Ese cable es aún más explícito en su afirmación de que Peña Nieto es el hijo predilecto de las corporaciones de medios de comunicación dominantes y encuestadoras:

En repetidas ocasiones, los analistas … y los líderes príistas por igual han expresado a Poloff [representantes de la Embajada de EEUU] su creencia de que él [Peña Nieto] por debajo de la mesa, está pagando a medios de comunicación para una favorable cobertura de noticias, así como potencialmente está financiando encuestadoras para influir en los resultados de la contienda. [El subrayado es nuestro.]

En respuesta a la negación de Peña Nieto y a la demanda de Televisa de una disculpa, The Guardian emitió una declaración pública: “The Guardian se ha comprometido a informar sobre temas relacionados con México, y mantenemos lo dicho ante el artículo en cuestión.”

Las revelaciones de The Guardian pueden ser noticia para muchos ciudadanos de México y el mundo, pero en los últimos tres años los funcionarios estadounidenses lo han sabido e internamente han repetido los hechos de la historia. Los documentos publicados en línea por The Guardian muestran que Peña Nieto pagó alrededor de tres millones de dólares por 180 “noticias” favorables en Televisa, además de varias emisiones especiales de noticias, entrevistas con el candidato y otra cobertura sesgada. Además pagó alrededor de dos millones de dólares por anuncios pagados en la televisora.

Durante una multitudinaria marcha en la ciudad de México el domingo 10 de junio (la policía de la ciudad estimó que el tamaño de la marcha fue de 90,000, personas; Narco News, que tuvo muchos reporteros presentes con experiencia en medición de manifestaciones en la capital, estima que participaron al menos 350,000 personas), los estudiantes universitarios eran acompañados por otros miembros de la sociedad civil que condenan el intento por parte de Televisa, TV Azteca y otros medios de comunicación nacionales de imponer a Peña Nieto en las elecciones presidenciales del 1 de julio, y con él el regreso del represivo y autoritario PRI que gobernó México entre 1929 y el 2000.

“La televisión es suya”, decía una pancarta, “pero México es nuestro.”

El reportaje de The Guardian y los documentos de la Embajada de EEUU le confirman a millones de mexicanos que las elecciones presidenciales del 2012 no son libres, ni justas, ni legales, ni democráticas. Luego de los bien documentados fraudes electorales de 1988 y 2006 que impusieron a dos presidentes anteriores -Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón, respectivamente- en contra de la voluntad popular, si el 1 de julio los funcionarios electorales mexicanos intentan declarar ganador a Peña Nieto, una masa crítica de ciudadanos mexicanos -liderado por la juventud de la nación- ya ha manifestado que no aceptará los resultados. Una crisis se cierne en México, pero según las propias palabras de la Embajada de EEUU en sus propios documentos, Washington no será capaz de fingir sorpresa ante lo que después suceda.

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