Zócalo
Hasta el cierre de esta edición, y en medio de circunstancias extrañas, la reportera Stephania Cardoso, quien cubre la fuente policiaca, permanecía desaparecida junto con su hijo, de dos años.
Luego de que no se presentara a laborar y no se pudiera establecer comunicación con ella, su familia dio a conocer que tampoco la pudo contactar, y hasta anoche se desconocía su paradero.
FESTEJO
Cardoso fue vista por última vez entre la noche del jueves y la madrugada de ayer, cuando acudió en compañía de su hijo a una fiesta alusiva al Día de la Libertad de Expresión, con compañeros de la fuente.
Fue alrededor de las 2:00 horas de ayer que se retiró a su casa, en la colonia Misión Cerritos, y minutos después avisó a sus colegas que había llegado en buen estado.
Por la mañana, sus familiares acudieron a su domicilio y encontraron que la reportera y el niño no estaban, además advirtieron que todo “estaba revuelto” y que la cámara fotográfica de la comunicadora estaba destrozada en el suelo. Su vehículo no fue localizado.
A esta casa editorial tampoco se presentó a realizar sus actividades, y no se pudo contactar de manera telefónica.
Hasta el cierre de esta edición, y en medio de circunstancias extrañas, la reportera Stephania Cardoso, quien cubre la fuente policiaca, permanecía desaparecida junto con su hijo, de dos años.
Luego de que no se presentara a laborar y no se pudiera establecer comunicación con ella, su familia dio a conocer que tampoco la pudo contactar, y hasta anoche se desconocía su paradero.
FESTEJO
Cardoso fue vista por última vez entre la noche del jueves y la madrugada de ayer, cuando acudió en compañía de su hijo a una fiesta alusiva al Día de la Libertad de Expresión, con compañeros de la fuente.
Fue alrededor de las 2:00 horas de ayer que se retiró a su casa, en la colonia Misión Cerritos, y minutos después avisó a sus colegas que había llegado en buen estado.
Por la mañana, sus familiares acudieron a su domicilio y encontraron que la reportera y el niño no estaban, además advirtieron que todo “estaba revuelto” y que la cámara fotográfica de la comunicadora estaba destrozada en el suelo. Su vehículo no fue localizado.
A esta casa editorial tampoco se presentó a realizar sus actividades, y no se pudo contactar de manera telefónica.
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