Santiago Igartúa / Apro
Por su convocatoria, la organización del movimiento #YoSoy132 se vio rebasada en la asamblea de voceros y representantes que este martes se realizó en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, para determinar los estatutos que seguirán los estudiantes de cara al 1° de julio.
Pautada para iniciar en punto de las 12 del día, la asamblea se fue retrasando conforme se sumaban las instituciones que pretendían integrarse. Fueron 98 las representaciones que pidieron voz para el encuentro, 41 más que en la primera asamblea del 30 de mayo.
Cerca de cuatro horas tomó la acreditación de todos los voceros (dos por institución) y el discernimiento de los lineamientos para la votación de propuestas.
El ambiente se definió en un comentario: “Estamos dando un espectáculo tipo San Lázaro”, se escuchó por una bocina colocada a las afueras del auditorio Enrique Yáñez, donde se realizaba la asamblea.
Se denunció la presencia de infiltrados priístas que, según algunos participantes, buscarían desestabilizar al movimiento. Puntualmente se señaló a los representantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Partidos en distintas fracciones, fueron alumnos de la propia universidad poblana los que se acusaron: unos de pertenecer a la Liga Estudiantil Democrática (asociada al PRI) y otros de responder a los intereses del rector de esa institución, Enrique Agüero, de extracción priísta.
Antonio Attolini, vocero del ITAM, tomó la palabra. “Es preocupante la presencia de priístas. Nos intentan romper. Es obvio que les estamos preocupando”, dijo el representante de la primera escuela que, en su asamblea interna, votó en contra de pronunciarse como un movimiento “anti Peña”.
Finalmente los representantes de la BUAP optaron por renunciar a su voto.
Con el fin de conciliar y agilizar el tropezado encuentro, otras representaciones resignaron su voto, si bien conservaron la voz para pronunciarse. Y para evitar votos duplicados se repartieron boletas, una para cada institución.
Como primer punto de acuerdo para la asamblea se decidió discutir exclusivamente la agenda a seguir de aquí a las elecciones presidenciales.
Los lineamientos siguen en una lenta y profunda discusión. A las 10 de la noche, al cierre de esta edición, la asamblea seguía definiendo el futuro.
Por su convocatoria, la organización del movimiento #YoSoy132 se vio rebasada en la asamblea de voceros y representantes que este martes se realizó en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, para determinar los estatutos que seguirán los estudiantes de cara al 1° de julio.
Pautada para iniciar en punto de las 12 del día, la asamblea se fue retrasando conforme se sumaban las instituciones que pretendían integrarse. Fueron 98 las representaciones que pidieron voz para el encuentro, 41 más que en la primera asamblea del 30 de mayo.
Cerca de cuatro horas tomó la acreditación de todos los voceros (dos por institución) y el discernimiento de los lineamientos para la votación de propuestas.
El ambiente se definió en un comentario: “Estamos dando un espectáculo tipo San Lázaro”, se escuchó por una bocina colocada a las afueras del auditorio Enrique Yáñez, donde se realizaba la asamblea.
Se denunció la presencia de infiltrados priístas que, según algunos participantes, buscarían desestabilizar al movimiento. Puntualmente se señaló a los representantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Partidos en distintas fracciones, fueron alumnos de la propia universidad poblana los que se acusaron: unos de pertenecer a la Liga Estudiantil Democrática (asociada al PRI) y otros de responder a los intereses del rector de esa institución, Enrique Agüero, de extracción priísta.
Antonio Attolini, vocero del ITAM, tomó la palabra. “Es preocupante la presencia de priístas. Nos intentan romper. Es obvio que les estamos preocupando”, dijo el representante de la primera escuela que, en su asamblea interna, votó en contra de pronunciarse como un movimiento “anti Peña”.
Finalmente los representantes de la BUAP optaron por renunciar a su voto.
Con el fin de conciliar y agilizar el tropezado encuentro, otras representaciones resignaron su voto, si bien conservaron la voz para pronunciarse. Y para evitar votos duplicados se repartieron boletas, una para cada institución.
Como primer punto de acuerdo para la asamblea se decidió discutir exclusivamente la agenda a seguir de aquí a las elecciones presidenciales.
Los lineamientos siguen en una lenta y profunda discusión. A las 10 de la noche, al cierre de esta edición, la asamblea seguía definiendo el futuro.
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