Apro
Las procuradurías General de la República (PGR) y General de Justicia de San Luis Potosí (PGJE) abrieron una averiguación previa por la desaparición del reportero gráfico del diario El Punto Crítico, Federico Manuel García Contreras, ocurrida el pasado 16 de mayo en el municipio de Tanquián de Escobedo.
En entrevista, las hijas del colaborador del programa Voces de Mediodía, Marisol y África Gabriela García, demandaron a las autoridades actuar con rapidez y refirieron que la denuncia fue presentada dos días después de su desaparición, el 18 de mayo, ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas.
Asimismo, comentaron que el 13 de mayo pasado su padre salió en un autobús desde la Ciudad de México hacia Tanquián y que por la noche las llamó para informarles que había llegado bien y que se había alojado en la casa de huéspedes “Aurora”.
Al día siguiente, García Contreras se volvió a comunicar con ellas para decirles que el comandante José Alberto Troas Pérez, de la policía municipal, le había negado el permiso para promocionar sus obras y realizar entrevistas, debido al clima de violencia que se registra en la entidad y a que a ese lugar “llegaba mucha gente mala que no conocían”.
Ese mismo día, el reportero gráfico llamó a su pareja sentimental, Xóchitl, a quien le comentó que había tenido un altercado con el comandante Troas, quien le advirtió que vendría hasta el Distrito Federal, a su casa, para corroborar que era periodista, por lo que “tenía que estar al pendiente”.
A partir de ese momento, narraron las hijas, nadie supo de él hasta que el día 23 un señor de nombre Alberto, amigo de Federico Manuel, se comunicó con ellas para decirles que le había llamado la dueña de la casa de huéspedes para comentarle que tenía una semana de no saber nada del periodista.
Incluso les dijo que, con el duplicado de llaves, había revisado la habitación y que todas sus cosas estaban intactas, excepto su portafolios en el que guardaba sus agendas y un celular.
Las hermanas García Rodríguez se trasladaron entonces a Tanquián y se entrevistaron con el comandante José Alberto Troas Pérez, quien les dijo que su papá había sido detenido el día 18 de mayo en estado de ebriedad, “junto con otro borrachito, porque se presentó a un evento organizado por maestros que se molestaron por su intromisión”.
Aseguró que lo retuvieron por dos horas, y después de que lo examinó la doctora Marisela, cuyo certificado médico nunca apareció, ordenó a su secretaria Martha Julia que, junto con un policía, lo llevara a su hotel.
Al entrevistar a la doctora, ésta les dijo que lo había revisado el día 17, no el 18, y que Federico Manuel García Contreras jamás mostró signos de haber ingerido bebidas alcohólicas.
La encargada del albergue, Aurora Liz, les dijo que nunca llevaron al periodista a ese lugar, por lo que regresaron con el comandante, quien les dio otra versión: que él había ordenado que lo dejaran libre, no que lo llevaran hasta su casa, “que lo dejaran en la esquina”.
Al revisar el libro de la comandancia, las hijas del reportero encontraron que García Contreras sí había estado detenido ahí, de las 13:40 a las 17:07 horas, pero no se precisa el día.
Las procuradurías General de la República (PGR) y General de Justicia de San Luis Potosí (PGJE) abrieron una averiguación previa por la desaparición del reportero gráfico del diario El Punto Crítico, Federico Manuel García Contreras, ocurrida el pasado 16 de mayo en el municipio de Tanquián de Escobedo.
En entrevista, las hijas del colaborador del programa Voces de Mediodía, Marisol y África Gabriela García, demandaron a las autoridades actuar con rapidez y refirieron que la denuncia fue presentada dos días después de su desaparición, el 18 de mayo, ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas.
Asimismo, comentaron que el 13 de mayo pasado su padre salió en un autobús desde la Ciudad de México hacia Tanquián y que por la noche las llamó para informarles que había llegado bien y que se había alojado en la casa de huéspedes “Aurora”.
Al día siguiente, García Contreras se volvió a comunicar con ellas para decirles que el comandante José Alberto Troas Pérez, de la policía municipal, le había negado el permiso para promocionar sus obras y realizar entrevistas, debido al clima de violencia que se registra en la entidad y a que a ese lugar “llegaba mucha gente mala que no conocían”.
Ese mismo día, el reportero gráfico llamó a su pareja sentimental, Xóchitl, a quien le comentó que había tenido un altercado con el comandante Troas, quien le advirtió que vendría hasta el Distrito Federal, a su casa, para corroborar que era periodista, por lo que “tenía que estar al pendiente”.
A partir de ese momento, narraron las hijas, nadie supo de él hasta que el día 23 un señor de nombre Alberto, amigo de Federico Manuel, se comunicó con ellas para decirles que le había llamado la dueña de la casa de huéspedes para comentarle que tenía una semana de no saber nada del periodista.
Incluso les dijo que, con el duplicado de llaves, había revisado la habitación y que todas sus cosas estaban intactas, excepto su portafolios en el que guardaba sus agendas y un celular.
Las hermanas García Rodríguez se trasladaron entonces a Tanquián y se entrevistaron con el comandante José Alberto Troas Pérez, quien les dijo que su papá había sido detenido el día 18 de mayo en estado de ebriedad, “junto con otro borrachito, porque se presentó a un evento organizado por maestros que se molestaron por su intromisión”.
Aseguró que lo retuvieron por dos horas, y después de que lo examinó la doctora Marisela, cuyo certificado médico nunca apareció, ordenó a su secretaria Martha Julia que, junto con un policía, lo llevara a su hotel.
Al entrevistar a la doctora, ésta les dijo que lo había revisado el día 17, no el 18, y que Federico Manuel García Contreras jamás mostró signos de haber ingerido bebidas alcohólicas.
La encargada del albergue, Aurora Liz, les dijo que nunca llevaron al periodista a ese lugar, por lo que regresaron con el comandante, quien les dio otra versión: que él había ordenado que lo dejaran libre, no que lo llevaran hasta su casa, “que lo dejaran en la esquina”.
Al revisar el libro de la comandancia, las hijas del reportero encontraron que García Contreras sí había estado detenido ahí, de las 13:40 a las 17:07 horas, pero no se precisa el día.
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