Utilizaremos las reglas de la OMC para defender los derechos e intereses legítimos de China”, dijo el subdirector de la Oficina de Tierras Raras, Gao Yunhu, funcionario del ministerio de Industria, al presentar un informe oficial sobre la política de China al respecto.
Notimex
China defendió hoy su política de restricción a las exportaciones de tierras raras, las valiosas materias primas necesarias para la fabricación de nuevas tecnologías, en respuesta a las denuncias presentadas contra Pekín en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Utilizaremos las reglas de la OMC para defender los derechos e intereses legítimos de China”, dijo el subdirector de la Oficina de Tierras Raras, Gao Yunhu, funcionario del ministerio de Industria, al presentar un informe oficial sobre la política de China al respecto.
Gao negó que las regulaciones aplicadas por China al sector, que han provocado una reducción de las exportaciones de esta serie de metales, se fundamenten en razones económicas estratégicas.
Afirmó que Pekín está interesado únicamente en promover un crecimiento económico más respetuoso con el medio ambiente.
Ello se produce meses después de que Estados Unidos, Europa y Japón llevaran el caso ante la OMC, ya que sospechan que detrás de las reclamaciones medioambientales de Pekín se esconde la estrategia de limitar la exportación de estos metales para aumentar su precio y forzar a las empresas tecnológicas a trasladar su producción a China.
China produce más del 90 por ciento de estos metales, cuya explotación conlleva un coste medioambiental alto, y anunció en 2010 la limitación de su exportación, además de que fijó la exportación para 2011 y 2012 en 30 mil toneladas, aunque el año pasado apenas alcanzó las 18 mil toneladas, según datos chinos.
Sin embargo, Pekín señala que apenas dispone del 23 por ciento de las reservas totales de estos minerales, algo que Estados Unidos asegura por su parte que es falso, aumentando la cifra hasta el 36 por ciento del total.
Fundamentales para la producción de teléfonos, misiles, turbinas eólicas, baterías para autos o componentes de última generación, entre muchas otras utilidades, las tierras raras han enfrentado los últimos meses a China y a las economías desarrolladas, después de que Pekín impusiera una reducción de su producción y los precios aumentaran.
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China defendió hoy su política de restricción a las exportaciones de tierras raras, las valiosas materias primas necesarias para la fabricación de nuevas tecnologías, en respuesta a las denuncias presentadas contra Pekín en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Utilizaremos las reglas de la OMC para defender los derechos e intereses legítimos de China”, dijo el subdirector de la Oficina de Tierras Raras, Gao Yunhu, funcionario del ministerio de Industria, al presentar un informe oficial sobre la política de China al respecto.
Gao negó que las regulaciones aplicadas por China al sector, que han provocado una reducción de las exportaciones de esta serie de metales, se fundamenten en razones económicas estratégicas.
Afirmó que Pekín está interesado únicamente en promover un crecimiento económico más respetuoso con el medio ambiente.
Ello se produce meses después de que Estados Unidos, Europa y Japón llevaran el caso ante la OMC, ya que sospechan que detrás de las reclamaciones medioambientales de Pekín se esconde la estrategia de limitar la exportación de estos metales para aumentar su precio y forzar a las empresas tecnológicas a trasladar su producción a China.
China produce más del 90 por ciento de estos metales, cuya explotación conlleva un coste medioambiental alto, y anunció en 2010 la limitación de su exportación, además de que fijó la exportación para 2011 y 2012 en 30 mil toneladas, aunque el año pasado apenas alcanzó las 18 mil toneladas, según datos chinos.
Sin embargo, Pekín señala que apenas dispone del 23 por ciento de las reservas totales de estos minerales, algo que Estados Unidos asegura por su parte que es falso, aumentando la cifra hasta el 36 por ciento del total.
Fundamentales para la producción de teléfonos, misiles, turbinas eólicas, baterías para autos o componentes de última generación, entre muchas otras utilidades, las tierras raras han enfrentado los últimos meses a China y a las economías desarrolladas, después de que Pekín impusiera una reducción de su producción y los precios aumentaran.
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