Debate: ¿De Vázquez?

Marco A. Flota / Grillotina

En contra de lo que todo mundo esperaba, Josefina Vázquez fue la más macha de los cuatro candidatos presidenciales en el debate del domingo pasado. Pero, perdón, desde que Fox inventó aquello de “mexicanos y mexicanas, compatriotas y compatriotos”, ya no se puede hablar de “los candidatos presidenciales”, así, en masculino.

Digamos, pues, que, en el debate de Guadalajara, hubo tres candidatas y un candidato: Doña Chepina. Porque, verá usted...
La señora Vázquez Mota inició proponiendo un ejercicio imaginario: Que los televidentes pensaran que, en vez de tres hombres y una mujer, estaban ante las cámaras de televisión cuatro mujeres. Y fue más precisa:
“Una del PRI, muy bien peinada y que le gusta la televisión, pero tiene malas compañías”.

Y Enrique Peña Nieto le tomó la palabra, porque si no se comportó como “El Loco” Valdés y Héctor Lechuga cuando interpretaban a “Maritza” y “Andrea” --porque él sí es muy guapo-, estuvo elegante y correcto como Jacqueline Andere, también estrella del Canal de las Estrellas. Aunque los que insisten en que representa al viejo PRI, pero con buenos modos, dirían que estuvo al nivel de Silvia Pinal, pero los más recalcitrantes que insisten en calificar a los tricolores de dinosaurios, dirán que semejaba a doña Sara García.

Prosiguió Josefina:
“Otra del PANAL, muy capaz, pero que para todo le pide permiso a su mamá”.

Y Gabriel Quadri se adaptó a la definición. Porque no actuó como la “Maestra Canuta” de la escuelita de Ortiz de Pinedo, papel que le va mejor a la Maestra Canija del SNTE; Quadri más bien fue como la versión femenina del actor Sidney Poitier en aquella película “Al maestro con cariño”: Inofensivo, a todo mundo le caía bien, pero nadie le hacía caso.

Continuó Chepina:
“Y la del PRD, difícil de entender, porque un día se despierta amorosa y en la tarde ya no lo es”.

Definición precisa de Irma Serrano, la Tigresa, quien ya militó y hasta fue senadora por el PRD. Sólo que López Obrador no tuvo chance de tener una relación de amor-odio con Díaz Ordaz, porque era un niño en 1968, como él mismo aclaró en la única rectificación que le hizo a Josefina durante todo el debate. Digamos, entonces, que Andrés Manuel estuvo en el papel de Rosario Robles, quien fue incondicional de Cuauhtémoc Cárdenas, pero ya le dio espalda. Rosario a Cuauhtémoc, pues ya apoya a Peña Nieto. AMLO, en cambio, ya se reconcilió con el hijo del Prócer y, si gana la Presidencia -AMLO, no el ingeniero Cárdenas-, hasta lo hará director de Pemex, la empresa fundada por su papá.

O sea, como si don Carlos Slim nombrara director de Teléfonos de México a unos descendientes del fundador de esa empresa cuando fue privada, pero no es tan magnánimo ni tan poderoso. Digo: Slim no es tan generoso, AMLO sí, pero ya veremos si llega a tener el poder para nombrar a Cuauhtémoc director de Petróleos. Sería más probable que Slim compre Pemex y dé el puesto al ingeniero Cárdenas.

Sólo le faltó a Josefina definir la personalidad de la cuarta candidata en escena o sea: Ella misma. Pero ya dijimos que el domingo vimos a tres candidatas y un candidato: Chepina, quien convirtió el debate en de Vázquez.


¡RRIINNGG!
-Bueno, casa de campaña de López Obrador...
-¿Le va a responder AMLO al Presidente, quien lo desmintió sobre cómo ahorrar 300 mil millones?
-No... aunque ganas no le faltan de gritarle: “¡Cállate, chachalaco!”

EPIGRILLO
En concierto -¡vive Dios!-
de Bieber 200 mil.
Y hubo un comentario vil:
“Más los 132”.

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