Debate de anhelantes al GDF

Lo que hay, y lo que se espera
A mostrar la cara oculta

Miguel Ángel Velázquez / Ciudad Perdida


El próximo domingo se escenificará el segundo capítulo oficial del debate entre las y el aspirante a la jefatura de Gobierno de la ciudad de México. Si se hiciera caso de las mediciones que dan al candidato de las izquierdas una ventaja de casi 70 por ciento sobre sus oponentes, el ejercicio podría calificarse de inútil –ni un milagro foxista podría revertir la tendencia–, pero en esto del show de la democracia, ni un paso atrás, diría el clásico.

No hay nada que pudiera darnos la esperanza de que en este nuevo encuentro –se han realizado cuando menos media docena de debates entre esos aspirantes– las cosas serán diferentes a lo que ya vimos en la primera convocatoria que realizó el Instituto Electoral del Distrito Federal.

Tendremos, entonces, una Beatriz Paredes que se enredó en cuestiones administrativas, que no es lo suyo, y dejó pasar la oportunidad de ir al terreno de lo político, donde, guste o no, es experta y puede abrir cauces diferentes a partir de su experiencia y su conocimiento del terreno. Rosario Guerra, también forjada en las lides de lo político, se ensañará un poco más contra su contrincante Beatriz Paredes y no esbozará argumentos de profundidad política, lo que a decir verdad es una lástima. Y la seño Isabel Miranda habrá de dejar salir todos sus rencores, envueltos en desesperación y condimentados con cinismo, como es práctica común en los azules.

Miguel Ángel Mancera tendrá entonces la oportunidad de mostrar qué tan bueno es en el arte del cabeceo, porque sobre él irán los golpes de sus adversarias. Pero también tendrá que mostrar, sobre todo a los que aún no deciden por quién será su voto, que él, en estos tiempos, se hizo sensible a las demandas de la población.

Para el candidato de las izquierdas será de vital importancia mostrar a la audiencia del DF todo lo que ha aprendido en sus recorridos por las colonias y los barrios de la ciudad. Aún quedan cosas por definir, puntos que debe aclarar a los ciudadanos sobre problemas que les son apremiantes.

Punto central tendrá que ser el de la corrupción. Seguramente Mancera habrá recibido la queja de buena parte de los ciudadanos de la capital que son víctimas de ese mal. El ex procurador de Justicia del DF tendrá que ser puntual, y esmerarse en plantear métodos que inspiren la confianza de quienes tienen que enfrentar las prácticas de corrupción tan generalizadas, sobre todo en las delegaciones políticas.

Mancera tendrá la oportunidad de hablar con los votantes de todos los problemas que ha encontrado en las calles de la ciudad. Tarea nada fácil, porque ese ejercicio lleva consigo la autocrítica. A fin de cuentas él fue miembro del gobierno actual, pero debe a los ciudadanos una idea que genere confianza entre el electorado.

No se trata de jugar a las vencidas en ese debate, pero sí de poner, frente a la opinión pública, las virtudes de las y el que quieren gobernar a la ciudad. No se vale que una vez más, como en tianguis, uno ofrezca hacer cinco banquetas y otra 25; que otra pretenda poner luz en una colonia y otro proponga alumbrar hasta lo alumbrado. Y no se vale que nos digan que desde el nacimiento hasta la vejez tendremos apoyos monetarios para sobrevivir al mundo del mercado.

Sin duda habrá mucha gente que en el festejo del Día del Padre se olvide del encuentro, pero también estarán los que busquen otro motivo para ir a las urnas el día de la elección. Ojalá y todos los candidatos muestren al elector esa cara oculta del que quiere servir con el impulso del compromiso entre el ciudadano y el gobierno, o entre el gobierno y el ciudadano. No hay de otra. Buena suerte.

De pasadita

Desde las oficinas de comunicación de Televisa se nos asegura que es falso y carece de veracidad (sic) que los hechos relatados en este espacio, es decir, el ensayo del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, para el primer debate entre los presidenciables, se hubiera realizado en sus instalaciones de avenida Chapultepec. Gracias por la precisión.

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