Juan Carlos Cruz vargas / Apro
El pasado jueves 17, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, aseguró que la economía mexicana es “casi de otro planeta” y “está lejos de resultar afectada por la crisis que viven otros países”.
A 14 días de esa declaración, los hechos lo desmintieron: la realidad vino en la depreciación de la moneda nacional que hoy se cotizó en 14.43 pesos por dólar, el peor nivel registrado desde la pasada crisis económica del 2009, cuando la economía mexicana se desplomó más de 6%.
La incertidumbre generada en los países europeos como Grecia, España e Italia, así como el anuncio del Banco Central Europeo (BCE), de respaldar a los bancos solventes de Europa, y la persistente crisis en el viejo continente afectan la volatilidad del peso mexicano.
De hecho, el Banco de México (Banxico) activó hoy el mecanismo de subasta de dólares como una medida para estabilizar el tipo de cambio.
El banco central informó esta tarde que en la subasta asignó 107 millones de dólares, de un total de 400 millones, a un tipo de cambio ponderado de 14.3565 pesos.
“En esta subasta, el tipo de cambio máximo fue de 14.3571 pesos y el mínimo de 14.3564 pesos. Las posturas asignadas fueron nueve y los postores asignados fueron cinco”, señaló el instituto gobernado por Agustín Carstens.
Sin embargo, no sólo el peso resintió presiones, también la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que terminó sus operaciones de este día a la baja y con una pérdida de -0.52%, afectada por la incertidumbre europea y por datos negativos de la economía estadunidense.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) terminó este miércoles en 37 mil 872.95 unidades, con una baja de 197.72 puntos.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda (SHCP), la volatilidad cambiaria es producto del exterior y no de los procesos internos en México, como las elecciones presidenciales.
Al inaugurar el Seminario Internacional Federación Internacional de Fondos de Pensiones (FIAP) 2012, celebrado en Cancún, Quintana Roo, José Antonio Meade, secretario de Hacienda, aseguró:
“Creo que las variables que están moviendo al tipo de cambio no son unas variables internas, yo creo que la economía mexicana tiene fundamentos muy sólidos, que crece y crece bien, y la volatilidad está viniendo, sobre todo, de una incertidumbre que se está generando afuera”.
Meade fue más allá al afirmar que la economía mexicana se encuentra “sana y sin desequilibrios fiscales ni financieros”.
“En un entorno de enorme volatilidad, con muchos estrés y preocupación en el sistema financiero y en donde hay países desarrollados que tienen problemas para financiarse, la economía mexicana se encuentra sana y sin desequilibrios fiscales ni financieros”, presumió.
Enseguida argumentó que “hay buenos balances en los bancos, crecimiento en las exportaciones; también crecemos en consumo e inversión y en generación de empleo y crédito bancario sano”.
“Bono samurai”
En medio de la turbulencia financiera y de la volatilidad del peso, la SHCP lanzó un Bono samurai por 80 mil millones de yenes, equivalente a unos mil millones de dólares.
Según un comunicado emitido por la dependencia federal, la colocación se dio en dos tramos distintos con vencimientos en 2015 y 2017, los cuales otorgan un rendimiento al vencimiento de 1.29% y 1.56%, respectivamente.
“La transacción contó con la participación de más de 60 inversionistas de distintos sectores del mercado japonés, entre los cuales se encuentra el Japan Bank for International Cooperation (JBIC), al participar a través de su programa Guarantee and Acquisition Toward Tokyo Market Enhancement”, puntualizó Hacienda.
Desde Cancún, Meade dijo que México “es el país soberano emergente en realizar la colocación más grande en mercados asiáticos desde 2008, y por primera vez en diez años coloca un bono con un acceso sin garantía”.
La SHCP aclaró que esta operación está enmarcada en la estrategia delineada en el Plan Anual de Financiamiento para 2012, donde se destaca que el endeudamiento externo podrá ser utilizado como un elemento que aporte mayor flexibilidad y diversificación de las fuentes del financiamiento de las necesidades del gobierno federal.
El pasado jueves 17, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, aseguró que la economía mexicana es “casi de otro planeta” y “está lejos de resultar afectada por la crisis que viven otros países”.
A 14 días de esa declaración, los hechos lo desmintieron: la realidad vino en la depreciación de la moneda nacional que hoy se cotizó en 14.43 pesos por dólar, el peor nivel registrado desde la pasada crisis económica del 2009, cuando la economía mexicana se desplomó más de 6%.
La incertidumbre generada en los países europeos como Grecia, España e Italia, así como el anuncio del Banco Central Europeo (BCE), de respaldar a los bancos solventes de Europa, y la persistente crisis en el viejo continente afectan la volatilidad del peso mexicano.
De hecho, el Banco de México (Banxico) activó hoy el mecanismo de subasta de dólares como una medida para estabilizar el tipo de cambio.
El banco central informó esta tarde que en la subasta asignó 107 millones de dólares, de un total de 400 millones, a un tipo de cambio ponderado de 14.3565 pesos.
“En esta subasta, el tipo de cambio máximo fue de 14.3571 pesos y el mínimo de 14.3564 pesos. Las posturas asignadas fueron nueve y los postores asignados fueron cinco”, señaló el instituto gobernado por Agustín Carstens.
Sin embargo, no sólo el peso resintió presiones, también la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que terminó sus operaciones de este día a la baja y con una pérdida de -0.52%, afectada por la incertidumbre europea y por datos negativos de la economía estadunidense.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) terminó este miércoles en 37 mil 872.95 unidades, con una baja de 197.72 puntos.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda (SHCP), la volatilidad cambiaria es producto del exterior y no de los procesos internos en México, como las elecciones presidenciales.
Al inaugurar el Seminario Internacional Federación Internacional de Fondos de Pensiones (FIAP) 2012, celebrado en Cancún, Quintana Roo, José Antonio Meade, secretario de Hacienda, aseguró:
“Creo que las variables que están moviendo al tipo de cambio no son unas variables internas, yo creo que la economía mexicana tiene fundamentos muy sólidos, que crece y crece bien, y la volatilidad está viniendo, sobre todo, de una incertidumbre que se está generando afuera”.
Meade fue más allá al afirmar que la economía mexicana se encuentra “sana y sin desequilibrios fiscales ni financieros”.
“En un entorno de enorme volatilidad, con muchos estrés y preocupación en el sistema financiero y en donde hay países desarrollados que tienen problemas para financiarse, la economía mexicana se encuentra sana y sin desequilibrios fiscales ni financieros”, presumió.
Enseguida argumentó que “hay buenos balances en los bancos, crecimiento en las exportaciones; también crecemos en consumo e inversión y en generación de empleo y crédito bancario sano”.
“Bono samurai”
En medio de la turbulencia financiera y de la volatilidad del peso, la SHCP lanzó un Bono samurai por 80 mil millones de yenes, equivalente a unos mil millones de dólares.
Según un comunicado emitido por la dependencia federal, la colocación se dio en dos tramos distintos con vencimientos en 2015 y 2017, los cuales otorgan un rendimiento al vencimiento de 1.29% y 1.56%, respectivamente.
“La transacción contó con la participación de más de 60 inversionistas de distintos sectores del mercado japonés, entre los cuales se encuentra el Japan Bank for International Cooperation (JBIC), al participar a través de su programa Guarantee and Acquisition Toward Tokyo Market Enhancement”, puntualizó Hacienda.
Desde Cancún, Meade dijo que México “es el país soberano emergente en realizar la colocación más grande en mercados asiáticos desde 2008, y por primera vez en diez años coloca un bono con un acceso sin garantía”.
La SHCP aclaró que esta operación está enmarcada en la estrategia delineada en el Plan Anual de Financiamiento para 2012, donde se destaca que el endeudamiento externo podrá ser utilizado como un elemento que aporte mayor flexibilidad y diversificación de las fuentes del financiamiento de las necesidades del gobierno federal.
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