El país heleno ganará más tiempo para concluir los ajustes fiscales y las reformas estructurales que le fueron exigidos, una concesión que tiene por objeto reducir el monto total de la deuda griega y permitir que se adopten medidas para mejorar la competitividad de su economía.
Notimex
Los ministros de Finanzas de la zona del euro perfilarán mañana, en una reunión en Luxemburgo, los detalles del rescate a la banca de España y estudiarán cómo suavizar las condiciones de la segunda ayuda de Grecia, concedida en febrero.
El país heleno ganará más tiempo para concluir los ajustes fiscales y las reformas estructurales que le fueron exigidos, una concesión que tiene por objeto reducir el monto total de la deuda griega y permitir que se adopten medidas para mejorar la competitividad de su economía.
Según un alto funcionario europeo, la revisión del memorando de entendimiento que rige el programa de rescate es un procedimiento habitual, realizado anteriormente con Portugal e Irlanda, los otros receptores de ayuda europea.
Además, es imperativa para adaptar el plan de saneamiento de la economía de Grecia a los cambios experimentados en el escenario económico, en la situación de los ingresos fiscales y en el calendario de las reformas y privatizaciones, consecuentes de las fallidas elecciones de mayo y el vacío político que permanece hasta ahora.
No obstante, los objetivos finales del programa deberán permanecer inalterados, como insiste sobre todo Alemania.
En cuanto a España, la zona del euro deberá decidir primero si el rescate de 100 mil millones de euros (102 mil millones de dólares) de su banca se financiará con recursos del actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que entrará en vigor en julio.
Por el momento, lo único que está claro es que la ayuda deberá obligatoriamente pasar por Estado, algo que tanto el gobierno español como la Comisión Europea querían evitar para que no tuviera impacto sobre la ya abultada deuda del país.
Los actuales reglamentos de los fondos de rescate europeos impiden la recapitalización directa de entidades, aunque dejan abierta la posibilidad de revisar ese punto en el futuro.
Los ministros de Finanzas también deberán decidir los intereses y las condiciones que se impondrán a España en cambio de la financiación.
Fuentes diplomáticas anticiparon que se exigirá una profunda reestructuración de todo el sector bancario, además de cumplir las metas de reducción de déficit y deuda ya pactadas con Bruselas.
El país también deberá cumplir las recomendaciones formuladas por el Ejecutivo europeo el pasado 30 de mayo, que incluyen aumentar la base imponible del IVA y aplicar a rajatabla la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
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Los ministros de Finanzas de la zona del euro perfilarán mañana, en una reunión en Luxemburgo, los detalles del rescate a la banca de España y estudiarán cómo suavizar las condiciones de la segunda ayuda de Grecia, concedida en febrero.
El país heleno ganará más tiempo para concluir los ajustes fiscales y las reformas estructurales que le fueron exigidos, una concesión que tiene por objeto reducir el monto total de la deuda griega y permitir que se adopten medidas para mejorar la competitividad de su economía.
Según un alto funcionario europeo, la revisión del memorando de entendimiento que rige el programa de rescate es un procedimiento habitual, realizado anteriormente con Portugal e Irlanda, los otros receptores de ayuda europea.
Además, es imperativa para adaptar el plan de saneamiento de la economía de Grecia a los cambios experimentados en el escenario económico, en la situación de los ingresos fiscales y en el calendario de las reformas y privatizaciones, consecuentes de las fallidas elecciones de mayo y el vacío político que permanece hasta ahora.
No obstante, los objetivos finales del programa deberán permanecer inalterados, como insiste sobre todo Alemania.
En cuanto a España, la zona del euro deberá decidir primero si el rescate de 100 mil millones de euros (102 mil millones de dólares) de su banca se financiará con recursos del actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que entrará en vigor en julio.
Por el momento, lo único que está claro es que la ayuda deberá obligatoriamente pasar por Estado, algo que tanto el gobierno español como la Comisión Europea querían evitar para que no tuviera impacto sobre la ya abultada deuda del país.
Los actuales reglamentos de los fondos de rescate europeos impiden la recapitalización directa de entidades, aunque dejan abierta la posibilidad de revisar ese punto en el futuro.
Los ministros de Finanzas también deberán decidir los intereses y las condiciones que se impondrán a España en cambio de la financiación.
Fuentes diplomáticas anticiparon que se exigirá una profunda reestructuración de todo el sector bancario, además de cumplir las metas de reducción de déficit y deuda ya pactadas con Bruselas.
El país también deberá cumplir las recomendaciones formuladas por el Ejecutivo europeo el pasado 30 de mayo, que incluyen aumentar la base imponible del IVA y aplicar a rajatabla la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
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