Jesusa Cervantes / Apro
Arropado por empresarios priistas que cargan con el estigma de presuntas relaciones con el narcotráfico, el candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, advirtió que cambiará la estrategia para combatir el crimen organizado.
En punto de las 13:00 horas, el aspirante llegó acompañado de su esposa, la actriz Angélica Rivera, al Centro de Convenciones Posada del Río, y ahí fueron recibidos por los empresarios Carlos Herrera Araluce, Alonso Ancira Elizondo y Salomón Issa, primo de Juan Marcos Issa Tafich, quien fuera asesor del coahuilense Rogelio Montemayor en Petróleos Mexicanos (Pemex) y al que se le involucró en el llamado Pemexgate.
Ya en el evento, el exgobernador mexiquense anunció a los empresarios que, en caso de ganar la Presidencia, reforzará a la Policía Federal (PF), corporación que pasará de 35 mil a 50 mil elementos.
También reiteró su propuesta de crear una Gendarmería Nacional, integrada por unos 40 mil elementos de las Fuerzas Armadas. Esta nueva corporación, acotó, entraría a reforzar las policías de municipios que cuenten con menos de 15 mil habitantes.
En esas localidades, explicó, “las policías locales son inexistentes o son cooptadas por el crimen organizado. Y crearé las policías únicas, pues el crimen organizado cuenta con mayor sofisticación y equipamiento de mayor calibre”.
Ante 400 de los 500 empresarios que se esperaba acudirían al evento, el aspirante presidencial aseguró que en la actual administración “el Estado no estaba preparado para ello –el combate al crimen organizado–, por eso intervino la Armada. El Estado debe prepararse para reducir la violencia. Habrá un reajuste a la estrategia para que la gente viva en paz”, ofreció.
En primera fila se encontraba Salomón Issa, empresario gasero al que en 2003 la Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorizó el servicio de autotransporte.
Issa Tafich es además propietario de SIMSA, empresa que el 20 de diciembre de 2005 se vio envuelta en una investigación por narcotráfico: una de sus unidades fue asegurada en San Quintín, Baja California, por transportar tres toneladas de mariguana, según destacó el noticiero Televisa.
Junto a Salomón Issa se encontraba el dueño de quesos Chilchota, Carlos Herrera, a quien en diversos medios de información se le ha señalado como presunto contacto con narcotraficantes, aunque nunca se le ha comprobado nada.
Ante ellos, Peña Nieto dijo que en gran parte del país la ciudadanía vive con angustia, temor y falta de libertad “ante el acecho y la amenaza del crimen organizado”.
Al acto asistió además Alonso Ancira Elizondo, propietario de Altos Hornos de México y quien tuvo una gran cercanía con Peña Nieto en la precampaña de su partido, el PRI, gracias al entonces presidente nacional de ese organismo político, Humberto Moreira.
Entre las versiones que surgieron alrededor de Ancira y Moreira destaca una que apuntaba a que el segundo ofreció al candidato presidencial la creación de un grupo de inteligencia, el cual estaría coordinador por el general de división Jorge Juárez Loera.
Sin embargo, en mayo de 2011 y a unos días de su retiro de la Defensa Nacional, el militar que llegó a ser el número tres en la estructura de mando del Ejército fue asesinado.
El grupo de inteligencia, según fuentes que consultó apro, habría sido financiado por Alonso Ancira.
También en primera fila estuvo el dueño de la papelera Durango, Miguel Rincón Arredondo, el mismo que “donó” a Martha Sahagún de Fox todo el papel para la elaboración de sus libros orientados a la familia en colaboración con el SNTE y la Presidencia de la República.
Además acudieron al acto priista Rafael Villegas Attolini, Jorge Saravia Castillón, José Antonio Rincón Arredondo y Patricia Cabello Guerrero, quien pidió a Peña Nieto “acciones efectivas” y devolver la seguridad a la Comarca Lagunera.
Más tarde, Peña Nieto se reunió con la estructura de su partido, evento en el que participó la hija del empresario Carlos Herrera, Leticia Herrera Ale, quien por cierto es candidata priista al Senado.
Arropado por empresarios priistas que cargan con el estigma de presuntas relaciones con el narcotráfico, el candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, advirtió que cambiará la estrategia para combatir el crimen organizado.
En punto de las 13:00 horas, el aspirante llegó acompañado de su esposa, la actriz Angélica Rivera, al Centro de Convenciones Posada del Río, y ahí fueron recibidos por los empresarios Carlos Herrera Araluce, Alonso Ancira Elizondo y Salomón Issa, primo de Juan Marcos Issa Tafich, quien fuera asesor del coahuilense Rogelio Montemayor en Petróleos Mexicanos (Pemex) y al que se le involucró en el llamado Pemexgate.
Ya en el evento, el exgobernador mexiquense anunció a los empresarios que, en caso de ganar la Presidencia, reforzará a la Policía Federal (PF), corporación que pasará de 35 mil a 50 mil elementos.
También reiteró su propuesta de crear una Gendarmería Nacional, integrada por unos 40 mil elementos de las Fuerzas Armadas. Esta nueva corporación, acotó, entraría a reforzar las policías de municipios que cuenten con menos de 15 mil habitantes.
En esas localidades, explicó, “las policías locales son inexistentes o son cooptadas por el crimen organizado. Y crearé las policías únicas, pues el crimen organizado cuenta con mayor sofisticación y equipamiento de mayor calibre”.
Ante 400 de los 500 empresarios que se esperaba acudirían al evento, el aspirante presidencial aseguró que en la actual administración “el Estado no estaba preparado para ello –el combate al crimen organizado–, por eso intervino la Armada. El Estado debe prepararse para reducir la violencia. Habrá un reajuste a la estrategia para que la gente viva en paz”, ofreció.
En primera fila se encontraba Salomón Issa, empresario gasero al que en 2003 la Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorizó el servicio de autotransporte.
Issa Tafich es además propietario de SIMSA, empresa que el 20 de diciembre de 2005 se vio envuelta en una investigación por narcotráfico: una de sus unidades fue asegurada en San Quintín, Baja California, por transportar tres toneladas de mariguana, según destacó el noticiero Televisa.
Junto a Salomón Issa se encontraba el dueño de quesos Chilchota, Carlos Herrera, a quien en diversos medios de información se le ha señalado como presunto contacto con narcotraficantes, aunque nunca se le ha comprobado nada.
Ante ellos, Peña Nieto dijo que en gran parte del país la ciudadanía vive con angustia, temor y falta de libertad “ante el acecho y la amenaza del crimen organizado”.
Al acto asistió además Alonso Ancira Elizondo, propietario de Altos Hornos de México y quien tuvo una gran cercanía con Peña Nieto en la precampaña de su partido, el PRI, gracias al entonces presidente nacional de ese organismo político, Humberto Moreira.
Entre las versiones que surgieron alrededor de Ancira y Moreira destaca una que apuntaba a que el segundo ofreció al candidato presidencial la creación de un grupo de inteligencia, el cual estaría coordinador por el general de división Jorge Juárez Loera.
Sin embargo, en mayo de 2011 y a unos días de su retiro de la Defensa Nacional, el militar que llegó a ser el número tres en la estructura de mando del Ejército fue asesinado.
El grupo de inteligencia, según fuentes que consultó apro, habría sido financiado por Alonso Ancira.
También en primera fila estuvo el dueño de la papelera Durango, Miguel Rincón Arredondo, el mismo que “donó” a Martha Sahagún de Fox todo el papel para la elaboración de sus libros orientados a la familia en colaboración con el SNTE y la Presidencia de la República.
Además acudieron al acto priista Rafael Villegas Attolini, Jorge Saravia Castillón, José Antonio Rincón Arredondo y Patricia Cabello Guerrero, quien pidió a Peña Nieto “acciones efectivas” y devolver la seguridad a la Comarca Lagunera.
Más tarde, Peña Nieto se reunió con la estructura de su partido, evento en el que participó la hija del empresario Carlos Herrera, Leticia Herrera Ale, quien por cierto es candidata priista al Senado.
Comentarios