Aparecen con vida la reportera Stephania Cardoso y su hijo de dos años

Apro

La reportera del periódico Zócalo de Saltillo, Stephania Cardoso Rodríguez, desaparecida hace unos días junto con su hijo de dos años, apareció con vida.

Tanto ella como su hijo están bien, aunque Stephania no reveló el lugar en que se encuentra y pidió la seguridad del Estado mexicano para ella y su familia.

La reportera concedió una breve entrevista a Denise Maerker, pero no reveló en dónde se encuentra ni cómo se resguardó.

No obstante, Cardoso Rodríguez señaló que hasta el momento no cuenta con las medidas de seguridad necesarias para garantizar su vida.

La reportera, visiblemente nerviosa, envió un mensaje a su familia para comunicarles que está con vida pero que por su propia seguridad le es imposible comunicarse con ellos.

“Estamos bien mi hijo y yo, pero por seguridad no puedo llamar a mi familia, por nuestra integridad no puedo decir dónde estoy, ni cómo llegamos”, expresó.

Sin embargo, la periodista no dio detalles sobre el secuestro del que fue víctima.

“La razón por la que hablo es para decir que estoy bien, porque sé que mucha gente está preocupada y no puedo tener contacto con mi familia, por la seguridad de ellos”, dijo en la entrevista con Maerker.

Finalmente, indicó que sabe que las autoridades la buscan pero prefirió no abundar en detalles.

El periódico coahuilense Zócalo reportó el sábado pasado que Cardoso Rodríguez estaba desaparecida junto con su hijo de dos años.

El diario reportó que hasta el cierre de su edición del viernes 8 y en circunstancias extrañas, Cardoso permanecía desaparecida.

El diario señaló que la reportera no se presentó a laborar y no se pudo establecer comunicación con ella, además de que su familia tampoco la ha podido contactar y hasta anoche no se conocía su paradero.

Cardoso, señala Zócalo, fue vista por última vez entre la noche del jueves 8 y la madrugada del viernes 9, cuando acudió con su hijo a una fiesta por el Día de la Libertad de Expresión, con compañeros de la fuente.

Aproximadamente a las 02:00 horas del viernes 9 se retiró a su casa, en la colonia Misión Cerritos, y minutos después avisó a sus colegas que había llegado bien.

Sus familiares acudieron a su domicilio y encontraron que la reportera y el niño no estaban, además que todo “estaba revuelto” y que la cámara fotográfica de la comunicadora estaba destrozada en el suelo. Su vehículo no fue localizado.

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