Notimex
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reiteró que el líquido que entrega mediante el Sistema Cutzamala no es tóxico y que su consumo no representa riesgo para la salud humana.
En un comunicado, el organismo explicó que esa situación se comprobó con los nuevos análisis practicados al líquido del sistema, cuyos resultados cumplen con los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
A partir del registro de un crecimiento excesivo de algas cianofitas en el embalse Miguel Alemán, la Conagua efectúa rigurosos y constantes muestreos y análisis del agua del Sistema Cutzamala.
Con esos estudios se verificó el género y la concentración de las algas, así como los subproductos que generan, y se evaluó la toxicidad del agua mediante el análisis de Vibrio fischery y Daphnia magna.
Los estudios arrojaron la presencia de Microsiystis aeruginosa y Lyngbya spp y la ausencia de microcistina.
Con ello, se determinó que no es tóxica y que su consumo no representa riesgos para la salud de los 5.5 millones de habitantes del Valle de México que se abastcen del Sistema Cutzamala.
La Conagua apuntó que actualmente se registra la disminución importante de las células de microalgas, como consecuencia de los trabajos de limpieza, la presencia de lluvias, los nublados y el viento.
Aunado al rompimiento de la estratificación térmica es decir, temperaturas diferenciadas en el agua, lo que mejoró las condiciones del embalse.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reiteró que el líquido que entrega mediante el Sistema Cutzamala no es tóxico y que su consumo no representa riesgo para la salud humana.
En un comunicado, el organismo explicó que esa situación se comprobó con los nuevos análisis practicados al líquido del sistema, cuyos resultados cumplen con los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
A partir del registro de un crecimiento excesivo de algas cianofitas en el embalse Miguel Alemán, la Conagua efectúa rigurosos y constantes muestreos y análisis del agua del Sistema Cutzamala.
Con esos estudios se verificó el género y la concentración de las algas, así como los subproductos que generan, y se evaluó la toxicidad del agua mediante el análisis de Vibrio fischery y Daphnia magna.
Los estudios arrojaron la presencia de Microsiystis aeruginosa y Lyngbya spp y la ausencia de microcistina.
Con ello, se determinó que no es tóxica y que su consumo no representa riesgos para la salud de los 5.5 millones de habitantes del Valle de México que se abastcen del Sistema Cutzamala.
La Conagua apuntó que actualmente se registra la disminución importante de las células de microalgas, como consecuencia de los trabajos de limpieza, la presencia de lluvias, los nublados y el viento.
Aunado al rompimiento de la estratificación térmica es decir, temperaturas diferenciadas en el agua, lo que mejoró las condiciones del embalse.
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