Jorge Diaz
Es indudable que, por méritos propios, el movimiento #YoSoy132 es ya un actor político de relevancia en estas elecciones presidenciales. Sin menospreciar los reclamos que ahora se plantean, derivados de la importancia que adquirieron de repente y las luchas que quieren llevar en el futuro (importantísimas por supuesto), lo que nos ocupa en este momento es lo inmediato, lo que puedan ellos representar como fieles de la balanza en la definición de nuestro próximo presidente, se convierte ahora casi en su responsabilidad.
Ayer miércoles, se reunieron para discutir sobre el sentido de su lucha: son anti Peña Nieto o no. Independientemente de lo que ahí surgió y respetando su afán apartidista -que no apolítico-, la verdad es que el origen de sus protestas se fundó en el reclamo contra lo que ellos dicen es la poca apertura de los medios de comunicación y una posible relación de estos con el candidato del PRI para favorecerlo y mantener a la población manipulada con medias verdades e inclusive con mentiras.
Tomando en cuenta lo anterior, quizá sea conveniente en el futuro presentarse sin la etiqueta anti Peña Nieto, pero lo cierto es que ese sentimiento fue el que los sacó a las calles, les dio visibilidad entre la población de todo el país y les hizo ganar simpatías a lo largo y ancho del territorio nacional, entonces viene a mí la duda de cuál será el rumbo definitivo que tomen para el momento que estamos viviendo aquí y ahora.
Tenemos a tres candidatos muy alejados del puntero (ese al que apuntaban apenas hace unos días como la causa de todos sus reclamos). Quadri no ganará ni de milagro, Vázquez Mota empieza a perfilarse como un claro tercer lugar aunque se resiste y AMLO mágicamente gana un puntito un día y otro lo baja, pero parece que la gente lo quiere ver cara a cara contra el priista. Ni Josefina ni Andrés Manuel tienen posibilidades sin la ayuda del voto útil y quien quizá lo pueda definir en voz alta sea el movimiento juvenil.
Si los jóvenes consideran que es conveniente enfrentar sólo dos proyectos y no tres, lo cual diluiría aun más la posibilidad de ofrecer fuerte resistencia contra el de Atlacomulco, habrán de promover el voto útil y por supuesto, tendrán que decir por quién. Es imperativo que definan ya su postura y con ello concentren sus fuerzas y la capacidad de convocatoria que han demostrado, en favor del que ellos elijan como el candidat@ que mejor los representa y fomentar entre los mexicanos el voto útil, de lo contrario en lo inmediato, de poco serviría la irrupción (fresca y saludable) que hicieron en el escenario político-electoral de este momento.
Hay capitales que por no invertirse a tiempo, se convierten en inservibles. Ellos le quisieron entrar, ahora los tiempos demandan definiciones, madurez y compromiso. Ustedes digan chavos: Vázquez Mota o López Obrador, queda poco tiempo.
Es indudable que, por méritos propios, el movimiento #YoSoy132 es ya un actor político de relevancia en estas elecciones presidenciales. Sin menospreciar los reclamos que ahora se plantean, derivados de la importancia que adquirieron de repente y las luchas que quieren llevar en el futuro (importantísimas por supuesto), lo que nos ocupa en este momento es lo inmediato, lo que puedan ellos representar como fieles de la balanza en la definición de nuestro próximo presidente, se convierte ahora casi en su responsabilidad.
Ayer miércoles, se reunieron para discutir sobre el sentido de su lucha: son anti Peña Nieto o no. Independientemente de lo que ahí surgió y respetando su afán apartidista -que no apolítico-, la verdad es que el origen de sus protestas se fundó en el reclamo contra lo que ellos dicen es la poca apertura de los medios de comunicación y una posible relación de estos con el candidato del PRI para favorecerlo y mantener a la población manipulada con medias verdades e inclusive con mentiras.
Tomando en cuenta lo anterior, quizá sea conveniente en el futuro presentarse sin la etiqueta anti Peña Nieto, pero lo cierto es que ese sentimiento fue el que los sacó a las calles, les dio visibilidad entre la población de todo el país y les hizo ganar simpatías a lo largo y ancho del territorio nacional, entonces viene a mí la duda de cuál será el rumbo definitivo que tomen para el momento que estamos viviendo aquí y ahora.
Tenemos a tres candidatos muy alejados del puntero (ese al que apuntaban apenas hace unos días como la causa de todos sus reclamos). Quadri no ganará ni de milagro, Vázquez Mota empieza a perfilarse como un claro tercer lugar aunque se resiste y AMLO mágicamente gana un puntito un día y otro lo baja, pero parece que la gente lo quiere ver cara a cara contra el priista. Ni Josefina ni Andrés Manuel tienen posibilidades sin la ayuda del voto útil y quien quizá lo pueda definir en voz alta sea el movimiento juvenil.
Si los jóvenes consideran que es conveniente enfrentar sólo dos proyectos y no tres, lo cual diluiría aun más la posibilidad de ofrecer fuerte resistencia contra el de Atlacomulco, habrán de promover el voto útil y por supuesto, tendrán que decir por quién. Es imperativo que definan ya su postura y con ello concentren sus fuerzas y la capacidad de convocatoria que han demostrado, en favor del que ellos elijan como el candidat@ que mejor los representa y fomentar entre los mexicanos el voto útil, de lo contrario en lo inmediato, de poco serviría la irrupción (fresca y saludable) que hicieron en el escenario político-electoral de este momento.
Hay capitales que por no invertirse a tiempo, se convierten en inservibles. Ellos le quisieron entrar, ahora los tiempos demandan definiciones, madurez y compromiso. Ustedes digan chavos: Vázquez Mota o López Obrador, queda poco tiempo.
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