Marco A. Flota / Grillotina
En 1948, el charro cantor Luis Aguilar, con Carmelita González como dama joven, bajo la dirección de Chano Urueta, protagonizó una película titulada “¡Se la llevó el Rémington!”.
“El Rémington” , según la ya indispensable Wikipedia, fue Rodolfo Álvarez del Castillo, un bragado charro jalisciense a quien, allá por los años 30 del siglo pasado, le endilgaron tal apodo porque gustaba usar un rifle de esa marca para cazar y no precisamente animalitos del bosque. Este Álvarez del Castillo, añade la cíber enciclopedia, fue cuñado de la María Félix, antes de convertirse en “La Doña”. Y debe ser cierto, porque el hijo de María de Todos los Ángeles- como la nombraban los periodistas de espectáculos- se llamó Enrique Álvarez Félix.
Luis Aguilar, junto con Pedro Infante, logró la hazaña, aunque efímera, de hacer populares a los motociclistas de tránsito con una película de título tramposo: “A. T. M.”, siglas que según el director de la cinta, Ismael Rodríguez, debían traducirse como “A Toda Máquina”, pero que para el pueblo significaban “¡A Toda Madre!”. Posteriormente, Aguilar e Infante repitieron papeles en “¿Qué te ha dado esa mujer?”, pregunta que se le debería hacer a cierto Presidente de la República. Y quizá respondería: “Prozac es lo que me ha dado”.
Años más tarde, Gustavo Alatriste, para dirigir a su entonces esposa Silvia Pinal en “Viridiana” y “El Angel Exterminador”, contrató a don Luis Buñuel. Y quizá pensando que por el trato con Buñuel se había convertido en cineasta por ósmosis, Alatriste dirigió en 1988 una película titulada “Aquel famoso Rémington!” Presumía Gustavo Alatriste, no se supo si con fundamento, de haber sido descendiente del célebre “Rémington”. Pero el pistolero seguramente sí fue ancestro de un Gobernador de Jalisco y después primero de los 5 Procuradores de la República que tuvo Carlos Salinas de Gortari.
Los otros 4 Procuradores de Salinas fueron: Ignacio Morales Lechuga, Jorge Carpizo, Diego Valadés- renunciado tras anunciar que a Colosio lo mató un asesino solitario-,y Humberto Benítez Treviño, personaje con futuro pues fue secretario general de Gobierno al principio de la gestión de Enrique Peña Nieto en el Estado de México.
(Datos que aporta el autor, con riesgo a que lo apoden “El Mago Septién de la columna política”)
Total que el Rémington, como nombre de arma mortal, tuvo fama en México hasta que fue desplazado por los modernos “Cuernos de chivo”. Y “El Remington”, como charro, ya había sido superado por don Fidel Velázquez y La Güera Rodríguez Alcaine, que en paz descansen, y Joaquín Gamboa Pascoe, que en gloria está.
Pero si el Rémington está descontinuado como arma mortal, ahora están usando al Yárrington como arma política.
Resulta que el Gobierno norteamericano, con la colaboración de las autoridades mexicanas, ha descubierto indicios de presuntos nexos de Tomás Yárrington, ex Gobernador de Tamaulipas, con el crimen organizado. O sea que la compra por su parte, de condominios, terrenos y otras propiedades en Texas, no es por afán de recuperar e territorio que nos robaron los gringos, sino producto de lavado de dinero que le habría obsequiado el narco.
El PRI se ha deslindado de su ex militante distinguido, mejor dicho de su ex distinguido militante, porque apenas iniciará un proceso para retirarle los derechos partidarios. Para no entorpecer el que ya parecía bien pavimentado camino de regreso a Los Pinos.
Por lo pronto, según los maloras de siempre, timbre del teléfono del PRI, en inglés, se dice: -¡Yeah, ring tone!
En 1948, el charro cantor Luis Aguilar, con Carmelita González como dama joven, bajo la dirección de Chano Urueta, protagonizó una película titulada “¡Se la llevó el Rémington!”.
“El Rémington” , según la ya indispensable Wikipedia, fue Rodolfo Álvarez del Castillo, un bragado charro jalisciense a quien, allá por los años 30 del siglo pasado, le endilgaron tal apodo porque gustaba usar un rifle de esa marca para cazar y no precisamente animalitos del bosque. Este Álvarez del Castillo, añade la cíber enciclopedia, fue cuñado de la María Félix, antes de convertirse en “La Doña”. Y debe ser cierto, porque el hijo de María de Todos los Ángeles- como la nombraban los periodistas de espectáculos- se llamó Enrique Álvarez Félix.
Luis Aguilar, junto con Pedro Infante, logró la hazaña, aunque efímera, de hacer populares a los motociclistas de tránsito con una película de título tramposo: “A. T. M.”, siglas que según el director de la cinta, Ismael Rodríguez, debían traducirse como “A Toda Máquina”, pero que para el pueblo significaban “¡A Toda Madre!”. Posteriormente, Aguilar e Infante repitieron papeles en “¿Qué te ha dado esa mujer?”, pregunta que se le debería hacer a cierto Presidente de la República. Y quizá respondería: “Prozac es lo que me ha dado”.
Años más tarde, Gustavo Alatriste, para dirigir a su entonces esposa Silvia Pinal en “Viridiana” y “El Angel Exterminador”, contrató a don Luis Buñuel. Y quizá pensando que por el trato con Buñuel se había convertido en cineasta por ósmosis, Alatriste dirigió en 1988 una película titulada “Aquel famoso Rémington!” Presumía Gustavo Alatriste, no se supo si con fundamento, de haber sido descendiente del célebre “Rémington”. Pero el pistolero seguramente sí fue ancestro de un Gobernador de Jalisco y después primero de los 5 Procuradores de la República que tuvo Carlos Salinas de Gortari.
Los otros 4 Procuradores de Salinas fueron: Ignacio Morales Lechuga, Jorge Carpizo, Diego Valadés- renunciado tras anunciar que a Colosio lo mató un asesino solitario-,y Humberto Benítez Treviño, personaje con futuro pues fue secretario general de Gobierno al principio de la gestión de Enrique Peña Nieto en el Estado de México.
(Datos que aporta el autor, con riesgo a que lo apoden “El Mago Septién de la columna política”)
Total que el Rémington, como nombre de arma mortal, tuvo fama en México hasta que fue desplazado por los modernos “Cuernos de chivo”. Y “El Remington”, como charro, ya había sido superado por don Fidel Velázquez y La Güera Rodríguez Alcaine, que en paz descansen, y Joaquín Gamboa Pascoe, que en gloria está.
Pero si el Rémington está descontinuado como arma mortal, ahora están usando al Yárrington como arma política.
Resulta que el Gobierno norteamericano, con la colaboración de las autoridades mexicanas, ha descubierto indicios de presuntos nexos de Tomás Yárrington, ex Gobernador de Tamaulipas, con el crimen organizado. O sea que la compra por su parte, de condominios, terrenos y otras propiedades en Texas, no es por afán de recuperar e territorio que nos robaron los gringos, sino producto de lavado de dinero que le habría obsequiado el narco.
El PRI se ha deslindado de su ex militante distinguido, mejor dicho de su ex distinguido militante, porque apenas iniciará un proceso para retirarle los derechos partidarios. Para no entorpecer el que ya parecía bien pavimentado camino de regreso a Los Pinos.
Por lo pronto, según los maloras de siempre, timbre del teléfono del PRI, en inglés, se dice: -¡Yeah, ring tone!
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