Martha Anaya / El Alhajero
Gustavo Madero y Manuel Espino se encontraron ayer, “incidentalmente”, durante el desayuno; un par de horas antes de que el dirigente de Volver a Empezar (V a E) formalizara en ese mismo hotel su apoyo a Enrique Peña Nieto.
El presidente del PAN le inquirió a Espino en ese momento cómo es que se reuniría –y se uniría– al priista. Espino le respondió que él le había enviado tres cartas, al igual que a Josefina Vázquez Mota, y que no había recibido respuesta alguna.
Madero lo miró, alzó los hombros y remató la breve conversación con un: “¡Ya ni modo…!”
Asombrado, Espino nos comentaría luego: “¡ya ni modo…, eso me dijo!, es la respuesta más anti política de un presidente de partido que he escuchado.”
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CON QUIEN MÁS HABLÓ FUE CON LA IZQUIERDA.- Espino, e presidente del Partido Acción Nacional y expulsado de sus filas “por exceso de libre expresión”, no salía de su asombro. Y no sólo por la respuesta de Madero, sino por cómo se dieron las cosas. Y es que, narraría, con quien más habló en los meses previos a esta decisión, fue “con la gente” de Andrés Manuel López Obrador.
“Hablé con su coordinador de campaña, Ricardo Monreal; con Dante Delgado, con Chanona, con Walton…; y no una, sino muchas veces. Incluso cuando pusimos la primera fecha para reunirnos con los candidatos, habían aceptado que viniera López Obrador. Pero después ya no respondieron nada, no dieron un por qué…, tal vez no les interesó.”
Quadri también iba a dialogar con nosotros, agregó Espino, pero luego él no pudo. “Todavía hoy en la mañana, a las 7:45, me llamó Rosario Guerra (candidata del
Panal al DF) para preguntarme si Quadri podía llegar ahora, y le dije que ya no era momento, que las cosas no se hacían así.”
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SENTIMIENTOS ENCONTRADOS.- Ya estaban ahí, sentados codo a codo, en un salón atiborrado de priistas y espinistas, y bajo la mirada del tejedor del acuerdo: Miguel Osorio Chong. Peña, sonriente y suelto. Espino, tenso, nervioso.
“Tiene sentimientos encontrados”, nos diría a manera de explicación Jeanette Moisés (mano derecha de Espino). Y es que Espino, a pesar de los pesares, se sigue sintiendo panista. Incluso asegura que volverá al PAN en cuanto se cumplan los tres años de sanción.
¿Entonces el apoyo a Peña Nieto? Pues es eso, un apoyo a la persona, no al PRI. De hecho, y lo diría Espino en su discurso delante de todos, Felipe Calderón “ganó con los votos de los priistas” que él mismo fue a buscar a unas semanas de la elección.
Así como buscó hace seis años el “voto útil” a favor de Calderón, ayer Espino formalizó su apoyo personal, “mi voto”, y el de su movimiento (cerca de un millón afiliados) al candidato presidencial del PRI, y buscarán esta vez el “voto útil” a favor de Enrique Peña Nieto. ¿Por qué con Peña? “Porque fue el único candidato presidencial que tuvo la sensibilidad de venir a dialogar”, indicó.
La decisión, pues, “aunque no fue fácil”, estaba tomada. Sin embargo, eso no evitaba que para Manuel Espino fuera un momento difícil. Pero como diría Madero: “¡Ya ni modo…!”
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GEMAS: Obsequios de Manuel Espino a Peña Nieto: “Felipe Calderón nos prometió reactivar la transición. Pero no hizo lo prometido. Reactivo la transición, pero a la inversa”
“A lo mejor ya no necesitas mi apoyo porque vas muy adelante, pero nosotros queremos ser parte de tu triunfo”.
Gustavo Madero y Manuel Espino se encontraron ayer, “incidentalmente”, durante el desayuno; un par de horas antes de que el dirigente de Volver a Empezar (V a E) formalizara en ese mismo hotel su apoyo a Enrique Peña Nieto.
El presidente del PAN le inquirió a Espino en ese momento cómo es que se reuniría –y se uniría– al priista. Espino le respondió que él le había enviado tres cartas, al igual que a Josefina Vázquez Mota, y que no había recibido respuesta alguna.
Madero lo miró, alzó los hombros y remató la breve conversación con un: “¡Ya ni modo…!”
Asombrado, Espino nos comentaría luego: “¡ya ni modo…, eso me dijo!, es la respuesta más anti política de un presidente de partido que he escuchado.”
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CON QUIEN MÁS HABLÓ FUE CON LA IZQUIERDA.- Espino, e presidente del Partido Acción Nacional y expulsado de sus filas “por exceso de libre expresión”, no salía de su asombro. Y no sólo por la respuesta de Madero, sino por cómo se dieron las cosas. Y es que, narraría, con quien más habló en los meses previos a esta decisión, fue “con la gente” de Andrés Manuel López Obrador.
“Hablé con su coordinador de campaña, Ricardo Monreal; con Dante Delgado, con Chanona, con Walton…; y no una, sino muchas veces. Incluso cuando pusimos la primera fecha para reunirnos con los candidatos, habían aceptado que viniera López Obrador. Pero después ya no respondieron nada, no dieron un por qué…, tal vez no les interesó.”
Quadri también iba a dialogar con nosotros, agregó Espino, pero luego él no pudo. “Todavía hoy en la mañana, a las 7:45, me llamó Rosario Guerra (candidata del
Panal al DF) para preguntarme si Quadri podía llegar ahora, y le dije que ya no era momento, que las cosas no se hacían así.”
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SENTIMIENTOS ENCONTRADOS.- Ya estaban ahí, sentados codo a codo, en un salón atiborrado de priistas y espinistas, y bajo la mirada del tejedor del acuerdo: Miguel Osorio Chong. Peña, sonriente y suelto. Espino, tenso, nervioso.
“Tiene sentimientos encontrados”, nos diría a manera de explicación Jeanette Moisés (mano derecha de Espino). Y es que Espino, a pesar de los pesares, se sigue sintiendo panista. Incluso asegura que volverá al PAN en cuanto se cumplan los tres años de sanción.
¿Entonces el apoyo a Peña Nieto? Pues es eso, un apoyo a la persona, no al PRI. De hecho, y lo diría Espino en su discurso delante de todos, Felipe Calderón “ganó con los votos de los priistas” que él mismo fue a buscar a unas semanas de la elección.
Así como buscó hace seis años el “voto útil” a favor de Calderón, ayer Espino formalizó su apoyo personal, “mi voto”, y el de su movimiento (cerca de un millón afiliados) al candidato presidencial del PRI, y buscarán esta vez el “voto útil” a favor de Enrique Peña Nieto. ¿Por qué con Peña? “Porque fue el único candidato presidencial que tuvo la sensibilidad de venir a dialogar”, indicó.
La decisión, pues, “aunque no fue fácil”, estaba tomada. Sin embargo, eso no evitaba que para Manuel Espino fuera un momento difícil. Pero como diría Madero: “¡Ya ni modo…!”
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GEMAS: Obsequios de Manuel Espino a Peña Nieto: “Felipe Calderón nos prometió reactivar la transición. Pero no hizo lo prometido. Reactivo la transición, pero a la inversa”
“A lo mejor ya no necesitas mi apoyo porque vas muy adelante, pero nosotros queremos ser parte de tu triunfo”.
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