El encuentro de tres horas se llevó a cabo en un restaurante de Chapultepec; ahí estuvo presente el abogado José Antonio Ortega
Ramón Sevilla / 24 Horas
Un día antes de ser asesinado, el general Mario Arturo Acosta Chaparro se reunió con el general Tomás Ángeles Dauahare, hoy arraigado por presuntos vínculos con el narcotráfico. El encuentro se produjo el jueves 19 de abril en el restaurante El Lago, en Chapultepec, de la Ciudad de México.
En la la reunión, que duró más de tres horas, también estuvo presente el abogado José Antonio Ortega Sánchez, quien es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Su hermano Alejandro Ortega está acreditado como defensor del general Tomás Ángeles.
Al día siguiente, Acosta Chaparro fue asesinado de dos tiros en la cabeza y uno en el tórax en la calle Lago Trasimeno, de la Colonia Anáhuac, en la delegación Miguel Hidalgo.
La principal línea de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) es que fue una ejecución dirigida por la delincuencia organizada y cuyo móvil pudo ser un ajuste de cuentas.
El abogado José Antonio Ortega confirmó a 24 HORAS que los generales desayunaron el citado día y que el encuentro se realizó en el restaurante El Lago.
“Yo llegué primero al lugar, junto con el General Tomás Ángeles. Acosta Chaparro se incorporó más tarde, porque nos comentó que tenía otros compromisos. Estuve un rato y yo me tuve que ir y los dejé a ellos dos solos”, sostuvo.
Durante el tiempo que estuvieron los tres en la misma mesa, Ortega Sánchez afirmó que los generales platicaron de la violencia que vive el país y de diversos temas de coyuntura.
“Cómo mejorar el país, cómo veíamos el problema de la violencia en el país y problemas relativos a México, con un gran amor a México, especialmente por los dos generales. Eran amigos”, aseveró.
Pero esa no fue la primera reunión que sostenían los generales. Se sabe que en lo que va del año se encontraron por lo menos en otras dos ocasiones.
Casi un mes después del asesinato de Acosta Chaparro, el 15 de mayo, el general Ángeles Dauahare fue detenido en su domicilio por militares y agentes federales.
Ambos generales de división son señalados de brindar protección al cártel de los Beltrán Leyva, cuyo enlace era Sergio Villarreal Barragán, El Grande. De hecho, Ángeles Dauahare se encuentra arraigado desde el jueves pasado por la PGR.
Relaciones peligrosas
El 26 de noviembre de 2010, el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán reveló ante la PGR los nexos entre el cártel de los Beltrán Leyva y el general Acosta Chaparro.
En dicho testimonio se señala que el general retirado recibió la década pasada un pago de por lo menos medio millón de dólares de parte de los hermanos Beltrán Leyva a cambio de la protección que les había facilitado de parte de miembros del Ejército, sobre todo en Guerrero.
El Grande detalló en su confesión que Acosta Chaparro era tratado con “gran familiaridad” por los hermanos Beltrán, quienes incluso lo llamaban El Compadre, y parecía que su vínculo venía desde hace varios años.
En agosto de 2000, Acosta Chaparro y otro general ya fallecido, Francisco Quirós Hermosillo, fueron detenidos bajo la acusación de servir y dar protección al cartel de Juárez.
A ambos se les juzgó, condenó y rebajó del rango de generales por esos cargos en un juicio realizado por la autoridad militar en noviembre de 2002 y permanecieron en prisión en el Campo Militar Número Uno de la Ciudad de México.
Sin embargo, en 2007 Acosta Chaparro recuperó la libertad después de que un tribunal federal le otorgara un amparo por falta de pruebas que lo vincularan con organizaciones de narcotraficantes.
En mayo de 2010, el general sufrió un atentado a tiros en un aparente asalto, del cual logró salir con vida.
Más militares
La semana pasada fueron detenidos cuatro militares por presuntos nexos con el crimen organizado. Tres de ellos son generales y un teniente coronel.
Tomás Ángeles Dauahare, quien se reunió en tres ocasiones con Acosta Chaparro en el año, está arraigado por la PGR debido a que testimonios lo vinculan con una red de servidores y ex servidores públicos que presuntamente brindaron protección al cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
De acuerdo con los denunciantes, este general cooperó con los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, El Barbas y El H, respectivamente, entre 2005 y 2007.
La pesquisa data de 2010 pero fue hasta hace un par de semanas que se logró recabar más declaraciones para integrarlas a la averiguación previa que lleva a cabo la Unidad de Investigación Especializada en Delitos contra la Salud, de la SIEDO, bajo el número 112/2010.
Junto con Ángeles Dauahare fueron detenidos también los generales Roberto Dawe González y Ricardo Escorcia Vargas, así como el teniente coronel de Caballería retirado Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto. Los cuatro militares ya están arraigados por la PGR.
Ramón Sevilla / 24 Horas
Un día antes de ser asesinado, el general Mario Arturo Acosta Chaparro se reunió con el general Tomás Ángeles Dauahare, hoy arraigado por presuntos vínculos con el narcotráfico. El encuentro se produjo el jueves 19 de abril en el restaurante El Lago, en Chapultepec, de la Ciudad de México.
En la la reunión, que duró más de tres horas, también estuvo presente el abogado José Antonio Ortega Sánchez, quien es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Su hermano Alejandro Ortega está acreditado como defensor del general Tomás Ángeles.
Al día siguiente, Acosta Chaparro fue asesinado de dos tiros en la cabeza y uno en el tórax en la calle Lago Trasimeno, de la Colonia Anáhuac, en la delegación Miguel Hidalgo.
La principal línea de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) es que fue una ejecución dirigida por la delincuencia organizada y cuyo móvil pudo ser un ajuste de cuentas.
El abogado José Antonio Ortega confirmó a 24 HORAS que los generales desayunaron el citado día y que el encuentro se realizó en el restaurante El Lago.
“Yo llegué primero al lugar, junto con el General Tomás Ángeles. Acosta Chaparro se incorporó más tarde, porque nos comentó que tenía otros compromisos. Estuve un rato y yo me tuve que ir y los dejé a ellos dos solos”, sostuvo.
Durante el tiempo que estuvieron los tres en la misma mesa, Ortega Sánchez afirmó que los generales platicaron de la violencia que vive el país y de diversos temas de coyuntura.
“Cómo mejorar el país, cómo veíamos el problema de la violencia en el país y problemas relativos a México, con un gran amor a México, especialmente por los dos generales. Eran amigos”, aseveró.
Pero esa no fue la primera reunión que sostenían los generales. Se sabe que en lo que va del año se encontraron por lo menos en otras dos ocasiones.
Casi un mes después del asesinato de Acosta Chaparro, el 15 de mayo, el general Ángeles Dauahare fue detenido en su domicilio por militares y agentes federales.
Ambos generales de división son señalados de brindar protección al cártel de los Beltrán Leyva, cuyo enlace era Sergio Villarreal Barragán, El Grande. De hecho, Ángeles Dauahare se encuentra arraigado desde el jueves pasado por la PGR.
Relaciones peligrosas
El 26 de noviembre de 2010, el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán reveló ante la PGR los nexos entre el cártel de los Beltrán Leyva y el general Acosta Chaparro.
En dicho testimonio se señala que el general retirado recibió la década pasada un pago de por lo menos medio millón de dólares de parte de los hermanos Beltrán Leyva a cambio de la protección que les había facilitado de parte de miembros del Ejército, sobre todo en Guerrero.
El Grande detalló en su confesión que Acosta Chaparro era tratado con “gran familiaridad” por los hermanos Beltrán, quienes incluso lo llamaban El Compadre, y parecía que su vínculo venía desde hace varios años.
En agosto de 2000, Acosta Chaparro y otro general ya fallecido, Francisco Quirós Hermosillo, fueron detenidos bajo la acusación de servir y dar protección al cartel de Juárez.
A ambos se les juzgó, condenó y rebajó del rango de generales por esos cargos en un juicio realizado por la autoridad militar en noviembre de 2002 y permanecieron en prisión en el Campo Militar Número Uno de la Ciudad de México.
Sin embargo, en 2007 Acosta Chaparro recuperó la libertad después de que un tribunal federal le otorgara un amparo por falta de pruebas que lo vincularan con organizaciones de narcotraficantes.
En mayo de 2010, el general sufrió un atentado a tiros en un aparente asalto, del cual logró salir con vida.
Más militares
La semana pasada fueron detenidos cuatro militares por presuntos nexos con el crimen organizado. Tres de ellos son generales y un teniente coronel.
Tomás Ángeles Dauahare, quien se reunió en tres ocasiones con Acosta Chaparro en el año, está arraigado por la PGR debido a que testimonios lo vinculan con una red de servidores y ex servidores públicos que presuntamente brindaron protección al cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
De acuerdo con los denunciantes, este general cooperó con los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, El Barbas y El H, respectivamente, entre 2005 y 2007.
La pesquisa data de 2010 pero fue hasta hace un par de semanas que se logró recabar más declaraciones para integrarlas a la averiguación previa que lleva a cabo la Unidad de Investigación Especializada en Delitos contra la Salud, de la SIEDO, bajo el número 112/2010.
Junto con Ángeles Dauahare fueron detenidos también los generales Roberto Dawe González y Ricardo Escorcia Vargas, así como el teniente coronel de Caballería retirado Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto. Los cuatro militares ya están arraigados por la PGR.
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