“Soy inocente”, asegura el divisionario Tomás Ángeles Dauahare

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“Soy inocente”, afirma, categórico, el divisionario en retiro Tomás Ángeles Dauahare, uno de los cuatro militares de alto rango arraigados por la procuraduría General de la República (PGR) por sus presuntos vínculos con el crimen organizado, en particular con la organización de los Beltrán Leyva.

En declaraciones al diario Reforma, el exsubsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional confía en salir bien librado del embrollo judicial en el que se encuentra metido. “Si hay un proceso transparente y se investiga a fondo, saldré adelante”, dice.

Con la seguridad de que “el que nada debe nada teme”, el sobrino nieto del mártir revolucionario, el general villista Felipe Ángeles Ramírez — peleó con Francisco Villa y es considerado un héroe de la Revolución–, afirma que por formación y disciplina está más acostumbrado a guardar silencio que a romperlo, pero que la circunstancia por la que atraviesa lo hace salir públicamente para defender el principal patrimonio que tiene un militar en cualquier rincón del mundo: el honor.

La entrevista del diario Reforma se hizo vía telefónica y en ella Ángeles Dauahare, quien fue detenido el pasado martes 15 por la Policía Militar para cumplir una orden de presentación girada por la Coordinación A de Delitos contra la Salud de la Procuraduría General de la República (PGR), clama: “Soy totalmente inocente”.

Junto con él, también se encuentran arraigados tres altos mandos militares: el general Brigadier Roberto Dawe, el general de División Ricardo Escorcia Vargas y el Teniente Coronel de Caballería retirado, Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto.

Ángeles Dauahare es el militar de más alto nivel en el Ejército mexicano acusado de supuestos vínculos con la delincuencia organizada en la historia reciente.

En la entrevista, el militar confiesa que no cree tener enemigos: “No los he procurado. He procurado no hacerle daño a nadie”.

Además, subraya que la carrera militar es de mucho sacrificio, pero que le ha dado muchas satisfacciones.
“Del deber cumplido, del éxito de cada una de las tareas que enfrentamos, en fin, situaciones de ésas. Ascensos por méritos, carrera de competencia, y siempre da gusto sobresalir”.

Y asegura que se encuentra con buen estado de ánimo, “con la seguridad de que el que nada debe nada teme”.
Asimismo, refiere que el Ejército mexicano fue y es su pasión, y que ha mantenido el honor de la Institución y de la larga estirpe de militares a la que pertenece.

Ángeles Dauahare agradeció las muestras de apoyo que ha recibido y pidió a su familia que no desmayen. ”Que la tranquilidad y fortaleza de ellos es la mía”, afirma.

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