“Se acabó la telenovela de las televisoras”, dice AMLO

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“Calma Coita, que vamos ganando”, exclamó al llegar Andrés Manuel López Obrador y asegurar que ya fracasó el plan de imponer al priista Enrique Peña Nieto a través de las televisoras.

Desde la tribuna, entre gritos de apoyo, el candidato de la izquierda dijo que ya se tiene asegurada la estructura de vigilancia electoral con 450 mil simpatizantes que estarán cuidando el total de casillas que serán instaladas el próximo 1 de julio.

Mientras que de Peña Nieto, señaló que ya se les acabó la telenovela con la que querían imponerlo en la silla presidencial mediante las televisoras. Al pueblo, enfatizó, no se le puede engañar y quienes están despertando son los jóvenes.

El candidato de la coalición Movimiento Progresista advirtió que nadie esperaba que fueran los jóvenes quienes tomaran la bandera del cambio verdadero, pues se les veía indiferentes, apáticos de lo que pasa en el país.

“Pero de pronto surgieron los jóvenes encabezando un movimiento”, señaló en referencia a las acciones que en los últimos días han encabezado estudiantes de universidades privadas y públicas, rechazando la imposición mediática de Peña Nieto.

“Nuestros adversarios pensaban que ya habían ganado, pero Peña Nieto va de bajada porque la gente ya se dio cuenta que es un cascarón”, exclamó entre vítores de unos dos mil seguidores reunidos en este poblado cabecera del municipio de Ocozocuautla.

De entrada, López Obrador explicó que está realizando una campaña a ras del suelo para hablar directamente con la gente, porque no se puede atener a lo que dicen los medios.

“Es mejor recoger los sentimientos de la gente de manera directa. Por eso hacemos esta campaña a ras de tierra, no en aviones, para conocer la realidad”, expresó tras insistir en combatir la corrupción como principal objetivo de su programa de gobierno.

“Que no se les cancele el futuro a los jóvenes”, propuso López Obrador al desglosar su propuesta de cambio verdadero: combatir la corrupción mediante un gobierno honesto y austero; terminar con la violencia creando un millón 200 mil empleos anuales y asegurando educación para todos; hacer crecer la economía en 6%; la construcción de seis refinerías para evitar la importación de 500 mil barriles diarios de gasolina.

López Obrador anunció que en los próximos 40 días que restan de campaña recorrerá todo el país para orientar a la gente a que no venda su voto. Pero si no aguanta, si es mucha la necesidad está “autorizada”, agregó, a una mentira piadosa, que se apunte en la lista, les quiten todo, y el día de la elección voten como gente libre, no como esclavos, propuso.

Pidió a sus seguidores unidad y organizarse en una estructura a nivel nacional para vigilar casillas el día de la elección y promover el voto, convenciendo ese día a que participen cinco personas por cada uno de sus simpatizantes.

En cada plaza el tabasqueño habló del respeto a la libertad de credo, esto porque en Chiapas existe desde hace décadas el problema de la expulsión de miles de indígenas evangélicos por católicos que no aceptan la convivencia religiosa.

López Obrador dijo que en su gobierno habría un diálogo ecuménico entre los distintos grupos religiosos pero se mantendría el Estado laico.

Pidió a los chiapanecos unidad y tolerancia. Sin embargo, a lo largo de sus eventos aparecieron distintas mantas de perredistas rechazando la imposición de candidatos a diputados locales, presidencias municipales y a gobernador.

Algunas de estas protestas fueron contra la priista María Elena Orantes que hasta hace poco buscaba la candidatura para gobernadora por el PRI, apoyada por la maestra Elba Esther Gordillo. En Tapachula incluso hubo una enorme manta donde la senadora aparecía junto con Carlos Salinas de Gortari.

Sin embargo, al ser denominado Manuel Velasco candidato del PRI-PVEM, la legisladora se pasó al Movimiento Progresista para ser su candidata.

Hoy por la mañana López Obrador acompaño a María Elena Orantes a su registro como aspirante ante el Instituto Estatal Electoral y en cada plaza pidió a sus simpatizantes apoyarla porque, dijo, tiene las tres “c”: cabeza, corazón y carácter.

Pero no todos los asistentes estuvieron de acuerdo, pues hubo rechiflas y mantas en su contra con el lema de “no a la imposición”.

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