Los padres de algunos de los ejecutados cuyos restos aparecieron en Ixtlahuacán de los Membrillos reclaman más apoyo de las autoridades
El Informador
En Chapala, las cosas se pusieron mal desde hace meses. La presencia de miembros de la delincuencia organizada es más que evidente. Y los efectos son claros: los negocios y los habitantes de la Ribera del Lago de Chapala “apagan” sus actividades más temprano.
Vecinos de las delegaciones de San Antonio y Ajijic y de la cabecera municipal confirmaron que en las últimas semanas ha crecido el miedo a ser “levantados”. Los comerciantes recuerdan que hace meses podían mantener abierto hasta las 22:00 horas sin problema.
Este año, las cosas cambiaron.
“Desde que aparecieron las personas muertas (en Ixtlahuacán de los Membrillos) da miedo andar en las calles, es un miedo muy grave que se vive aquí en el municipio (Chapala)”, comentó la madre de uno de los jóvenes ejecutados de la cabecera municipal.
Además, los vecinos dijeron que están “decepcionados” por el trabajo de la Dirección de Seguridad Pública de Chapala, encabezada por el capitán Reynol Contreras Muñoz.
“Tenía pensado en dar gracias a la Policía Municipal de Chapala, pero no, no lo voy hacer”, dijo el padre de uno de los hombres cuyos restos aparecieron entre los 18 cuerpos de Ixtlahuacán de los Membrillos, con lágrimas en los ojos: “A la Policía del Estado, a la Procuraduría y a la Secretaría de la Defensa Nacional, a ellos, sí, porque han dado resultados (personas detenidas y aseguramientos)”.
Además, las personas entrevistadas le piden al gobernador del Estado, Emilio González Márquez, que ordene operativos de vigilancia en la Región Ciénega, pero que sean los soldados quienes los encabecen.
“Hace falta que construyan un cuartel, ya sea de soldados o de policías estatales o federales, para que los delincuentes dejaran de pasar y que las cosas volvieran a la normalidad, paz y tranquilidad. Muchos de nosotros vivimos del turismo y así no se puede”, agregó el hombre, que manifestó que no puede creer lo sucedido con su hijo y las otras 17 víctimas.
Brigadas tras los “levantados”
Cuando “levantaron” a los jóvenes, vecinos de Ajijic y San Antonio realizaron brigadas para buscarlos en los cerros de la zona, pero nunca los encontraron.
“Ese día (3 de mayo de 2012) nos trajeron buscando en el cerro a nuestros muchachos, rastreando por todos lados. Los papás de Ajijic traían brigadas en el cerro de El Tepal y no encontraron nada; tenían la idea que pudieran estar por allá, pero nada”, manifestó el padre de familia.
Una madre de familia y vecina de Ajijic comentó que su hijo, otra de las 18 víctimas, era un joven sano.
No puede asimilar lo sucedido: “Ni el gobierno municipal, ni el estatal, se nos han acercado para ayudarnos, ni atención psicológica, nada, y es difícil salir adelante”, comentó la mujer.
Otro padre de familia explicó que fue difícil poder enterrar a su hijo, debido a la situación económica: “No tenía dinero, se consiguió como fuera para sepultarlo, pero fue nada más la cabeza y falta el resto del cuerpo. Y si lo encuentran…”.
Los padres de otro de los jóvenes ejecutados contaron que su hijo era licenciado en artes escénicas, egresado de la Universidad de Guadalajara. Dijeron que era muy responsable, sin vicios. Se había pensado que tal vez lo “levantaron” debido a que tenía mucha relaciones con jóvenes en fiestas y que lo querían utilizar como elemento para vender drogas. Sin embargo, al conocer las actividades del licenciado de 25 años de edad, lo descartaron.
“Creímos que a mi niño lo querían obligar a vender droga; como era muy amiguero, de antros, pues sabía bailar y todos los días en el baile, pensamos que lo querían como elemento para vender droga, pero no fue así, fue una víctima”, dijo el padre de familia, con un nudo en la garganta.
Agregaron que extrañan su presencia en su casa, pero también en el pueblo de San Antonio, donde era muy conocido, debido a que era uno de los organizadores del teatro de pueblo.
“Eran organizadores del teatro del pueblo. Él organizaba la Judea. Cuando lo vi en el Semefo, sí grité: por qué México está viviendo esto, por qué nuestros gobernantes permiten esto. Sí grité y lloré”, enfatizó el comerciante.
Su funeral, según los padres, fue una fiesta, un homenaje a su alegre hijo: “Era licenciado en artes escénicas, iba subiendo, se sentía estrella, humildemente, y era mi único hijo. Ya bailaba en el Teatro Degollado, querido por toda comunidad de la ribera. Era muy amiguero”.
El funeral costaba un promedio de 15 mil pesos; hubo familias que no reunieron esa cantidad. Ninguna autoridad los ayudó: “No, no nos ayudaron en nada; la seguridad es responsabilidad del Gobierno, y nada; el cajón para mi hijo era de 15 mil pesos y aboné 10 mil, porque no lo tenía todo.
Los padres de familia comentaron que tienen la esperanza de que las autoridades realicen trabajos profundos para que la vida pacífica vuelva a Chapala, y que las corporaciones policiales de la Ciénega sean verdaderas instituciones de confianza.
Por lo pronto, los padres consultados y sus vecinos extrañan a sus hijos. Y los extrañan también sus pueblos, en donde, de todos modos, la gente se encierra más temprano: “Las calles están solas, ya sea de día o de noche. Esto no pasaba aquí en Chapala y ahora casi tienes que traer una pistola o un cuchillo de menos para protegerte, y más si tienes algún comercio”, resumió una de madre de familia, vecina del Centro de Ajijic.
FRASES
Padres de algunas de las víctmas de Ixtlahuacán de los membrillos
"Hace falta que construyan un cuartel, para que los delincuentes dejaran de pasar y que las cosas volvieran a la paz y tranquilidad"
"No tenía dinero, se consiguió como fuera para sepultarlo, pero fue nada más la cabeza y falta el resto del cuerpo. Y si lo encuentran…"
"Creímos que a mi niño lo querían obligar a vender droga; como era muy amiguero, de antros; pero no fue así, fue una víctima"
"Ni el gobierno municipal, ni el estatal, se nos han acercado para ayudarnos, ni atención psicológica, nada y es difícil salir adelante"
El Informador
En Chapala, las cosas se pusieron mal desde hace meses. La presencia de miembros de la delincuencia organizada es más que evidente. Y los efectos son claros: los negocios y los habitantes de la Ribera del Lago de Chapala “apagan” sus actividades más temprano.
Vecinos de las delegaciones de San Antonio y Ajijic y de la cabecera municipal confirmaron que en las últimas semanas ha crecido el miedo a ser “levantados”. Los comerciantes recuerdan que hace meses podían mantener abierto hasta las 22:00 horas sin problema.
Este año, las cosas cambiaron.
“Desde que aparecieron las personas muertas (en Ixtlahuacán de los Membrillos) da miedo andar en las calles, es un miedo muy grave que se vive aquí en el municipio (Chapala)”, comentó la madre de uno de los jóvenes ejecutados de la cabecera municipal.
Además, los vecinos dijeron que están “decepcionados” por el trabajo de la Dirección de Seguridad Pública de Chapala, encabezada por el capitán Reynol Contreras Muñoz.
“Tenía pensado en dar gracias a la Policía Municipal de Chapala, pero no, no lo voy hacer”, dijo el padre de uno de los hombres cuyos restos aparecieron entre los 18 cuerpos de Ixtlahuacán de los Membrillos, con lágrimas en los ojos: “A la Policía del Estado, a la Procuraduría y a la Secretaría de la Defensa Nacional, a ellos, sí, porque han dado resultados (personas detenidas y aseguramientos)”.
Además, las personas entrevistadas le piden al gobernador del Estado, Emilio González Márquez, que ordene operativos de vigilancia en la Región Ciénega, pero que sean los soldados quienes los encabecen.
“Hace falta que construyan un cuartel, ya sea de soldados o de policías estatales o federales, para que los delincuentes dejaran de pasar y que las cosas volvieran a la normalidad, paz y tranquilidad. Muchos de nosotros vivimos del turismo y así no se puede”, agregó el hombre, que manifestó que no puede creer lo sucedido con su hijo y las otras 17 víctimas.
Brigadas tras los “levantados”
Cuando “levantaron” a los jóvenes, vecinos de Ajijic y San Antonio realizaron brigadas para buscarlos en los cerros de la zona, pero nunca los encontraron.
“Ese día (3 de mayo de 2012) nos trajeron buscando en el cerro a nuestros muchachos, rastreando por todos lados. Los papás de Ajijic traían brigadas en el cerro de El Tepal y no encontraron nada; tenían la idea que pudieran estar por allá, pero nada”, manifestó el padre de familia.
Una madre de familia y vecina de Ajijic comentó que su hijo, otra de las 18 víctimas, era un joven sano.
No puede asimilar lo sucedido: “Ni el gobierno municipal, ni el estatal, se nos han acercado para ayudarnos, ni atención psicológica, nada, y es difícil salir adelante”, comentó la mujer.
Otro padre de familia explicó que fue difícil poder enterrar a su hijo, debido a la situación económica: “No tenía dinero, se consiguió como fuera para sepultarlo, pero fue nada más la cabeza y falta el resto del cuerpo. Y si lo encuentran…”.
Los padres de otro de los jóvenes ejecutados contaron que su hijo era licenciado en artes escénicas, egresado de la Universidad de Guadalajara. Dijeron que era muy responsable, sin vicios. Se había pensado que tal vez lo “levantaron” debido a que tenía mucha relaciones con jóvenes en fiestas y que lo querían utilizar como elemento para vender drogas. Sin embargo, al conocer las actividades del licenciado de 25 años de edad, lo descartaron.
“Creímos que a mi niño lo querían obligar a vender droga; como era muy amiguero, de antros, pues sabía bailar y todos los días en el baile, pensamos que lo querían como elemento para vender droga, pero no fue así, fue una víctima”, dijo el padre de familia, con un nudo en la garganta.
Agregaron que extrañan su presencia en su casa, pero también en el pueblo de San Antonio, donde era muy conocido, debido a que era uno de los organizadores del teatro de pueblo.
“Eran organizadores del teatro del pueblo. Él organizaba la Judea. Cuando lo vi en el Semefo, sí grité: por qué México está viviendo esto, por qué nuestros gobernantes permiten esto. Sí grité y lloré”, enfatizó el comerciante.
Su funeral, según los padres, fue una fiesta, un homenaje a su alegre hijo: “Era licenciado en artes escénicas, iba subiendo, se sentía estrella, humildemente, y era mi único hijo. Ya bailaba en el Teatro Degollado, querido por toda comunidad de la ribera. Era muy amiguero”.
El funeral costaba un promedio de 15 mil pesos; hubo familias que no reunieron esa cantidad. Ninguna autoridad los ayudó: “No, no nos ayudaron en nada; la seguridad es responsabilidad del Gobierno, y nada; el cajón para mi hijo era de 15 mil pesos y aboné 10 mil, porque no lo tenía todo.
Los padres de familia comentaron que tienen la esperanza de que las autoridades realicen trabajos profundos para que la vida pacífica vuelva a Chapala, y que las corporaciones policiales de la Ciénega sean verdaderas instituciones de confianza.
Por lo pronto, los padres consultados y sus vecinos extrañan a sus hijos. Y los extrañan también sus pueblos, en donde, de todos modos, la gente se encierra más temprano: “Las calles están solas, ya sea de día o de noche. Esto no pasaba aquí en Chapala y ahora casi tienes que traer una pistola o un cuchillo de menos para protegerte, y más si tienes algún comercio”, resumió una de madre de familia, vecina del Centro de Ajijic.
FRASES
Padres de algunas de las víctmas de Ixtlahuacán de los membrillos
"Hace falta que construyan un cuartel, para que los delincuentes dejaran de pasar y que las cosas volvieran a la paz y tranquilidad"
"No tenía dinero, se consiguió como fuera para sepultarlo, pero fue nada más la cabeza y falta el resto del cuerpo. Y si lo encuentran…"
"Creímos que a mi niño lo querían obligar a vender droga; como era muy amiguero, de antros; pero no fue así, fue una víctima"
"Ni el gobierno municipal, ni el estatal, se nos han acercado para ayudarnos, ni atención psicológica, nada y es difícil salir adelante"
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