Peña no perdió el debate

José Cárdenas

Haiga sido como haiga sido, Peña Nieto la libró. No ganó, pero tampoco se desplomó, como muchos pronosticaban.

Al final no hubo grandes sorpresas, nadie detonó una bomba atómica, se usaron las armas que ya conocíamos.

Josefina quiso, pero no pudo. Apuntó al corazón para pegar en la cabeza, disparó desde el principio, pero… lástima, la panista no está hecha para el pleito callejero. Lo que natura no da, El Jefe Diego no provee.

Andrés Manuel sabe más por viejo que por diablo. El discurso del Peje no ha cambiado. Duro y dale con Salinas, el Fobaproa, los de arriba, los de abajo, las televisoras y la imposición de Peña Nieto. López Obrador, marrullero, mañoso, pegó y volvió a pegar.

Peña hizo la tarea, sin embargo, el nerviosismo le ganó a la solidez de sus respuestas.

El PRI y su candidato, con el capital de la mayoría en las intenciones de voto, tropezaron en el debate. Confirmado, Peña Nieto quedó en tercer lugar, fue víctima del fuego graneado desde las trincheras a la derecha y a la izquierda, como si Andrés y Josefina estuvieran de acuerdo, sin querer queriendo.

Quadri, del Panal, amplió su visibilidad. Emergió de las profundidades. Acreditó sus cualidades, vendió una imagen ciudadana y traspasó el umbral que seguramente permitirá mantener el registro al partido de la maestra. Se fue por la libre aprovechando que nadie lo pelaba.

El ambientalista llegó sin nada que perder y por eso ganó. El estudio realizado por María de las Heras y publicado por UNO noticias la misma noche de este domingo, lo colocó como el más serio, el más fresco y el más estructurado, desafortunadamente para su causa, también fue considerado por la mayoría de los consultados como el menos preparado para gobernar.

Más allá de lo que se esperaba, la mayor novedad que aportó el encuentro fue la ubicación de Andrés Manuel López Obrador en el segundo lugar como firme aspirante a la medalla de plata y el desplome de Josefina, quien no alcanzó medalla, desde su modesto cuarto lugar.

Independientemente del impacto mediático, el debate tendrá poco peso en las preferencias, no estamos en 2006, en cerrada competencia.

MONJE LOCO

La verdadera ganadora del debate fue la edecán del IFE. Su escote causó sensación, se robó las miradas y desató pasiones, todo, sin decir una palabra. Su nombre es Julia Orayen y en dos horas acumuló cuatro mil 800 seguidores en Twitter. Ya se sabe, ya se supo…

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