Francisco Garfias
Miguel Osorio Chong, uno de los generales en el war room de Peña Nieto, jura que en la mesa de negociación para fijar los términos del primer debate entre los candidatos presidenciales, el PRI dijo que el domingo 6 de mayo no era un buen día para realizarlo,“pero ni caso nos hicieron”.
El secretario de Organización del CEN del PRI intentaba neutralizar las versiones, alimentadas desde los estados mayores de Josefina y El Peje, en el sentido de que la decisión de TV Azteca de programar el partido de liguilla Morelia-Tigres a la misma hora que el debate trata de proteger al mexiquense.
Entre menos lo vean es mejor.
Osorio quiso dejar claro que Peña no le saca al debate ni el PRI manipuló para lograr la transmisión simultánea de la liguilla.
“Es una decisión de las televisoras a las que está totalmente ajeno nuestro candidato y el partido. Él (Peña) se va a presentar en los términos en los que dispuso el IFE. Se va a transmitir y la gente tendrá la opción de verlo o no”, puntualizó.
El enredo alrededor de la decisión de empalmar la transmisión simultánea de los dos eventos ha servido a los estrategas de los candidatos que van abajo en las encuestas para machacar en la idea de que Peña le saca al debate.
Lo presentan como el más vulnerable de los cuatro en la esgrima verbal. El mexiquense, es cierto, no es el gran orador, pero tampoco Josefina o Quadri. El Peje tiene más tablas, pero eso no le garantiza salir vencedor.
En esa estrategia, ideada para bajar la intención de voto a favor del priista, se montó ayer Ricardo Monreal, coordinador de la campaña de López Obrador, quien envió una carta al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.
El zacatecano invoca el articulo 62 de la Ley de Radio y Televisión para pedir al titular de la Segob que haga “uso de sus facultades” para obligar a todas las estaciones de radio y cadenas de televisión —incluida TV Azteca— a transmitir el debate en cadena nacional.
Por supuesto que eso no va a suceder. Hasta Monreal lo sabe. En las más altas esferas del gabinete repiten como estribillo que no es un tema que le incumba al gobierno.
El diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas, coordinador de la bancada azul en San Lázaro, tampoco dejó pasar la ocasión de atizarle al priista.
“Hablar de que Peña va a debatir sería tanto como decir que Peña va a leer o que va a cumplir”, dijo en tono socarrón.
Ya que estamos. En el equipo de Peña Nieto dicen que las alianzas del candidato del PRI con Rosario Robles, René Arce, Víctor Hugo Círigo, Ruth Zavaleta, otrora perredistas destacados, son un “golpe directo” al corazón de Andrés Manuel López Obrador. “Es gente que antes lo apoyaba”, subrayan.
El comentario lo escuchamos en el entorno del candidato presidencial del PRI poco después de que firmó el convenio Alianza por un Proyecto de País con el Movimiento de Izquierda Alternativa, que encabeza el senador Arce. “No somos de la misma línea, pero en política se vale hacer convergencias”, puntualizan.
A René no parece importarle mucho que los “torquemadas” de la izquierda los vayan a inmolar en el altar de la traición, por apoyar no sólo a Peña Nieto, sino también a Beatriz Paredes, abanderada del tricolor para la Jefatura de Gobierno del DF. “Se darán un tiro en el pie, porque los acuerdos son una verdadera agenda socialdemócrata”, aseguró el ex guerrillero.
El convenio promueve, entre otras cosas, la revolución educativa, el desmantelamiento de los monopolios públicos y privados, el fortalecimiento del Estado laico; la autonomía técnica del Ministerio Público, cobertura universal en salud, desempleo y jubilación. Pero también el impulso al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, un tema en el que Peña y Paredes han sido particularmente cuidadosos.
En el acto, realizado en el Gran Fórum Coyoacán, Arce dijo que una alianza de la izquierda con el PRI hubiese sonado utópica en el pasado, pero que se fueron dejando los dogmas en el camino y la adoración a figuras dictatoriales. “Se ha apostado por una cultura democrática, donde no se hable de pueblo, sino de ciudadanos”, subrayó el senador.
¿A quién se estaría refiriendo?
Al panista Pérez Cuevas le preguntamos si va en serio su declaración de que buscará un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso para sacar la veintena de iniciativas dictaminadas que no se aprobaron en el pleno. “Mañana hay Junta de Coordinación Política a las 12:30”, escribió en su respuesta.
Al PAN, según dijo previamente, le interesa sacar la ley contra el lavado de dinero, el Código Procesal Penal, la reforma a la Ley de Amparo, entre otras iniciativas.
Miguel Osorio Chong, uno de los generales en el war room de Peña Nieto, jura que en la mesa de negociación para fijar los términos del primer debate entre los candidatos presidenciales, el PRI dijo que el domingo 6 de mayo no era un buen día para realizarlo,“pero ni caso nos hicieron”.
El secretario de Organización del CEN del PRI intentaba neutralizar las versiones, alimentadas desde los estados mayores de Josefina y El Peje, en el sentido de que la decisión de TV Azteca de programar el partido de liguilla Morelia-Tigres a la misma hora que el debate trata de proteger al mexiquense.
Entre menos lo vean es mejor.
Osorio quiso dejar claro que Peña no le saca al debate ni el PRI manipuló para lograr la transmisión simultánea de la liguilla.
“Es una decisión de las televisoras a las que está totalmente ajeno nuestro candidato y el partido. Él (Peña) se va a presentar en los términos en los que dispuso el IFE. Se va a transmitir y la gente tendrá la opción de verlo o no”, puntualizó.
El enredo alrededor de la decisión de empalmar la transmisión simultánea de los dos eventos ha servido a los estrategas de los candidatos que van abajo en las encuestas para machacar en la idea de que Peña le saca al debate.
Lo presentan como el más vulnerable de los cuatro en la esgrima verbal. El mexiquense, es cierto, no es el gran orador, pero tampoco Josefina o Quadri. El Peje tiene más tablas, pero eso no le garantiza salir vencedor.
En esa estrategia, ideada para bajar la intención de voto a favor del priista, se montó ayer Ricardo Monreal, coordinador de la campaña de López Obrador, quien envió una carta al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.
El zacatecano invoca el articulo 62 de la Ley de Radio y Televisión para pedir al titular de la Segob que haga “uso de sus facultades” para obligar a todas las estaciones de radio y cadenas de televisión —incluida TV Azteca— a transmitir el debate en cadena nacional.
Por supuesto que eso no va a suceder. Hasta Monreal lo sabe. En las más altas esferas del gabinete repiten como estribillo que no es un tema que le incumba al gobierno.
El diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas, coordinador de la bancada azul en San Lázaro, tampoco dejó pasar la ocasión de atizarle al priista.
“Hablar de que Peña va a debatir sería tanto como decir que Peña va a leer o que va a cumplir”, dijo en tono socarrón.
Ya que estamos. En el equipo de Peña Nieto dicen que las alianzas del candidato del PRI con Rosario Robles, René Arce, Víctor Hugo Círigo, Ruth Zavaleta, otrora perredistas destacados, son un “golpe directo” al corazón de Andrés Manuel López Obrador. “Es gente que antes lo apoyaba”, subrayan.
El comentario lo escuchamos en el entorno del candidato presidencial del PRI poco después de que firmó el convenio Alianza por un Proyecto de País con el Movimiento de Izquierda Alternativa, que encabeza el senador Arce. “No somos de la misma línea, pero en política se vale hacer convergencias”, puntualizan.
A René no parece importarle mucho que los “torquemadas” de la izquierda los vayan a inmolar en el altar de la traición, por apoyar no sólo a Peña Nieto, sino también a Beatriz Paredes, abanderada del tricolor para la Jefatura de Gobierno del DF. “Se darán un tiro en el pie, porque los acuerdos son una verdadera agenda socialdemócrata”, aseguró el ex guerrillero.
El convenio promueve, entre otras cosas, la revolución educativa, el desmantelamiento de los monopolios públicos y privados, el fortalecimiento del Estado laico; la autonomía técnica del Ministerio Público, cobertura universal en salud, desempleo y jubilación. Pero también el impulso al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, un tema en el que Peña y Paredes han sido particularmente cuidadosos.
En el acto, realizado en el Gran Fórum Coyoacán, Arce dijo que una alianza de la izquierda con el PRI hubiese sonado utópica en el pasado, pero que se fueron dejando los dogmas en el camino y la adoración a figuras dictatoriales. “Se ha apostado por una cultura democrática, donde no se hable de pueblo, sino de ciudadanos”, subrayó el senador.
¿A quién se estaría refiriendo?
Al panista Pérez Cuevas le preguntamos si va en serio su declaración de que buscará un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso para sacar la veintena de iniciativas dictaminadas que no se aprobaron en el pleno. “Mañana hay Junta de Coordinación Política a las 12:30”, escribió en su respuesta.
Al PAN, según dijo previamente, le interesa sacar la ley contra el lavado de dinero, el Código Procesal Penal, la reforma a la Ley de Amparo, entre otras iniciativas.
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