Juan Pérez Medina / Cambio de Michoacán
Bajo las consignas de: "Ni mota ni copete, Obrador presidente" o "Somos informados, no somos acarreados" o "Muera el PRIAN", distintos sectores de la sociedad manifestaron el sábado y domingo pasado su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, candidato de los partidos que integran el Movimiento Progresista, y su exigencia a las televisoras para que se manejen con objetividad y sin preferencias hacia alguno de los candidatos, en referencia a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y de Televisa y ahijado político de Carlos Salinas de Gortari.
De estas movilizaciones son responsables y principales protagonistas los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico Nacional, del Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Anáhuac; sin faltar los sindicatos combativos como el Mexicano de Electricistas, del Sindicato del Seguro Social y de sindicatos universitarios como el de la UAM y la propia UNAM.
El sábado los estudiantes de la Ibero realizaron una manifestación para desmentir a los dirigentes del PRI que los tacharon de porros, acarreados y seudoestudiantes. Bajo el lema de “somos el estudiante #132” avanzaron desde sus instalaciones hasta Televisa Santa Fe, para demandar a esa empresa objetividad en el manejo de la información. Es increíble que los "periodistas de las televisoras vayan como corresponsales de Guerra a Iraq, Bosnia, etcétera; cubran un conflicto en Israel o aparezcan en medio de un huracán, ‘exponiendo su vida’ y no sean capaces de dar foro a estudiantes o cubrir la marcha anti Peña Nieto. ¿Dónde estás Dóriga? ¿Dónde estás Loret? Y dónde están los demás secuaces de las televisoras?”, declaró uno de los participantes de la manifestación “somos el #132”. Al final, los organizadores de esta movilización decidieron volver a convocarse para el miércoles próximo con mayor contundencia.
“¡Si hay imposición, habrá revolución!” Fue consigna de ese sábado en la marcha que partió del Zócalo capitalino al Monumento a la Independencia y que congregó, de acuerdo con la policía capitalina, más de 45 mil personas. Tanto en la de referencia como en las que se realizaron en Veracruz, Xalapa, Torreón, Colima, Guadalajara, Puebla, Morelia, Querétaro, Aguascalientes, Pachuca y el DF, entre otras, la inmensa mayoría de las consignas fueron dirigidas en contra del abanderado priísta, de su partido y de Televisa, acusada de apoyar al político mexiquense, y del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, señalado como padrino político de Peña Nieto. La creatividad de los jóvenes se dejó sentir en sus expresiones jocosas pero profundamente políticas que coreaban: Guan, tu, tri; ni un voto por el PRI; tri, tu, guan; ni un voto por el PAN. O frases como: “Peña Nieto tiene la tele, pero nosotros tenemos las calles y las redes”; “Yo soy prole, pero sé leer”, y “Yo no voto por ti; te lo firmo y te lo cumplo”.
El domingo siguieron las marchas en favor de Andrés Manuel López Obrador en países como Argentina, Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Corea del Sur, Cuba, España, Estados Unidos y naturalmente, en las principales ciudades de México por segundo día consecutivo. Cuernavaca, Morelia, León, Aguascalientes, Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Guadalajara, Oaxaca, Puebla, Villahermosa, San Luis Potosí, Zacatecas, etcétera, fueron de nuevo escenarios de movilizaciones y manifestaciones de repudio en contra de Enrique Peña Nieto, el PRI, Elba Esther Gordillo, Felipe Calderón, Televisa, TV Azteca y Carlos Salinas de Gortari.
Es un signo muy claro que a diferencia de 2006, AMLO avanza gracias al empuje de las redes sociales y los jóvenes de muchas universidades e institutos de educación superior del país, tanto públicas como privadas, que se han rebelado ante lo que han considerado “el regreso posible de la intolerancia, la impunidad y las limitaciones de las libertades democráticas, como la libertad de expresión”. Han sido los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, la Ibero como le dicen por la tendencia económica de los jóvenes que ahí asisten y los del Tec de Monterrey, quienes iniciaron este empuje. Las graves declaraciones de Enrique Peña Nieto (EPN) en el marco de su visita a la Ibero, respecto al caso del pueblo de San Salvador Atenco, a quien reprimió con la fuerza pública para sofocar su inconformidad y determinación de oponerse a la construcción de un aeropuerto en sus tierras y donde fue consignada la violación de más de 70 mujeres y detenidos, encarcelados y golpeados salvajemente cientos de lugareños, encendió los ánimos de los estudiantes que lo sacaron del lugar bajo consignas de “asesino” y “cobarde”. Los días aciagos para Peña Nieto se han multiplicado a partir de esas fechas que ya se presagiaban por los vítores que Andrés Manuel López Obrador recibió en ese mismo recinto y en el Tecnológico de Monterrey, en donde lo llamaron “presidente”.
Las universidades han sido el espacio en donde Peña Nieto se ha atascado y al parecer ya no podrá salir. Los jóvenes se han manifestado duramente en su contra, ante la manipulación evidente de los medios a su favor y la desdicha de haberse descubierto como una persona que no lee y que es, en gran medida producto de la mercadotecnia y del padrinazgo de Carlos Salinas. Las movilizaciones en su contra se han multiplicado porque el PRI y su candidato han tratado de manipular los eventos a donde ha sido invitado, como ocurrió en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de Guadalajara, donde el rector manifestó que Peña Nieto había cancelado su asistencia a ese lugar, cuando le fue negada su solicitud de 900 lugares en el auditorio que lo recibiría.
Son los jóvenes de las instituciones de educación superior y las redes sociales los que han demostrado con claridad su repudio a Peña Nieto y su preferencia por Andrés Manuel López Obrador. Así lo consignan los dos simulacros realizados en la UNAM y en el propio ITESO de Guadalajara, en donde AMLO resulta con el 86 y 43 por ciento de las preferencias respectivamente, quedando muy por debajo el resto de los candidatos, marcando una diferencia abismal con respecto a los resultados que presentan las encuestadoras nacionales que se mantienen inmutables en favor del candidato de las televisoras.
La complicidad de los medios en relación con Peña Nieto es descarada. Como ejemplo de ello mencionaré el caso de la encuesta que vía Internet montó el diario Milenio y que fue retirada a los dos días ante la enorme ventaja de AMLO con respecto al resto de los contendientes, de más del 80 por ciento. Si hoy alguno de los lectores ingresa a la página de Univisión, que es una televisora en español de los Estados Unidos, encontrará este mismo ejercicio con iguales resultados, es decir: AMLO arriba con una ventaja enorme respecto a sus adversarios. En las redes sociales este fenómeno se multiplica y crece exponencialmente, como crece la movilización nacional de los jóvenes en contra de Peña Nieto y lo que representa. AMLO se manifiesta de nuevo como un fenómeno político extraordinario. Avanza de la mano de su conducta intachable y de sus propuestas serias en favor del país. Avanza, y esto es lo más extraordinario, de la mano de los jóvenes estudiantes que son hoy por hoy, el activo social más importante de México.
Bajo las consignas de: "Ni mota ni copete, Obrador presidente" o "Somos informados, no somos acarreados" o "Muera el PRIAN", distintos sectores de la sociedad manifestaron el sábado y domingo pasado su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, candidato de los partidos que integran el Movimiento Progresista, y su exigencia a las televisoras para que se manejen con objetividad y sin preferencias hacia alguno de los candidatos, en referencia a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y de Televisa y ahijado político de Carlos Salinas de Gortari.
De estas movilizaciones son responsables y principales protagonistas los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico Nacional, del Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Anáhuac; sin faltar los sindicatos combativos como el Mexicano de Electricistas, del Sindicato del Seguro Social y de sindicatos universitarios como el de la UAM y la propia UNAM.
El sábado los estudiantes de la Ibero realizaron una manifestación para desmentir a los dirigentes del PRI que los tacharon de porros, acarreados y seudoestudiantes. Bajo el lema de “somos el estudiante #132” avanzaron desde sus instalaciones hasta Televisa Santa Fe, para demandar a esa empresa objetividad en el manejo de la información. Es increíble que los "periodistas de las televisoras vayan como corresponsales de Guerra a Iraq, Bosnia, etcétera; cubran un conflicto en Israel o aparezcan en medio de un huracán, ‘exponiendo su vida’ y no sean capaces de dar foro a estudiantes o cubrir la marcha anti Peña Nieto. ¿Dónde estás Dóriga? ¿Dónde estás Loret? Y dónde están los demás secuaces de las televisoras?”, declaró uno de los participantes de la manifestación “somos el #132”. Al final, los organizadores de esta movilización decidieron volver a convocarse para el miércoles próximo con mayor contundencia.
“¡Si hay imposición, habrá revolución!” Fue consigna de ese sábado en la marcha que partió del Zócalo capitalino al Monumento a la Independencia y que congregó, de acuerdo con la policía capitalina, más de 45 mil personas. Tanto en la de referencia como en las que se realizaron en Veracruz, Xalapa, Torreón, Colima, Guadalajara, Puebla, Morelia, Querétaro, Aguascalientes, Pachuca y el DF, entre otras, la inmensa mayoría de las consignas fueron dirigidas en contra del abanderado priísta, de su partido y de Televisa, acusada de apoyar al político mexiquense, y del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, señalado como padrino político de Peña Nieto. La creatividad de los jóvenes se dejó sentir en sus expresiones jocosas pero profundamente políticas que coreaban: Guan, tu, tri; ni un voto por el PRI; tri, tu, guan; ni un voto por el PAN. O frases como: “Peña Nieto tiene la tele, pero nosotros tenemos las calles y las redes”; “Yo soy prole, pero sé leer”, y “Yo no voto por ti; te lo firmo y te lo cumplo”.
El domingo siguieron las marchas en favor de Andrés Manuel López Obrador en países como Argentina, Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Corea del Sur, Cuba, España, Estados Unidos y naturalmente, en las principales ciudades de México por segundo día consecutivo. Cuernavaca, Morelia, León, Aguascalientes, Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Guadalajara, Oaxaca, Puebla, Villahermosa, San Luis Potosí, Zacatecas, etcétera, fueron de nuevo escenarios de movilizaciones y manifestaciones de repudio en contra de Enrique Peña Nieto, el PRI, Elba Esther Gordillo, Felipe Calderón, Televisa, TV Azteca y Carlos Salinas de Gortari.
Es un signo muy claro que a diferencia de 2006, AMLO avanza gracias al empuje de las redes sociales y los jóvenes de muchas universidades e institutos de educación superior del país, tanto públicas como privadas, que se han rebelado ante lo que han considerado “el regreso posible de la intolerancia, la impunidad y las limitaciones de las libertades democráticas, como la libertad de expresión”. Han sido los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, la Ibero como le dicen por la tendencia económica de los jóvenes que ahí asisten y los del Tec de Monterrey, quienes iniciaron este empuje. Las graves declaraciones de Enrique Peña Nieto (EPN) en el marco de su visita a la Ibero, respecto al caso del pueblo de San Salvador Atenco, a quien reprimió con la fuerza pública para sofocar su inconformidad y determinación de oponerse a la construcción de un aeropuerto en sus tierras y donde fue consignada la violación de más de 70 mujeres y detenidos, encarcelados y golpeados salvajemente cientos de lugareños, encendió los ánimos de los estudiantes que lo sacaron del lugar bajo consignas de “asesino” y “cobarde”. Los días aciagos para Peña Nieto se han multiplicado a partir de esas fechas que ya se presagiaban por los vítores que Andrés Manuel López Obrador recibió en ese mismo recinto y en el Tecnológico de Monterrey, en donde lo llamaron “presidente”.
Las universidades han sido el espacio en donde Peña Nieto se ha atascado y al parecer ya no podrá salir. Los jóvenes se han manifestado duramente en su contra, ante la manipulación evidente de los medios a su favor y la desdicha de haberse descubierto como una persona que no lee y que es, en gran medida producto de la mercadotecnia y del padrinazgo de Carlos Salinas. Las movilizaciones en su contra se han multiplicado porque el PRI y su candidato han tratado de manipular los eventos a donde ha sido invitado, como ocurrió en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de Guadalajara, donde el rector manifestó que Peña Nieto había cancelado su asistencia a ese lugar, cuando le fue negada su solicitud de 900 lugares en el auditorio que lo recibiría.
Son los jóvenes de las instituciones de educación superior y las redes sociales los que han demostrado con claridad su repudio a Peña Nieto y su preferencia por Andrés Manuel López Obrador. Así lo consignan los dos simulacros realizados en la UNAM y en el propio ITESO de Guadalajara, en donde AMLO resulta con el 86 y 43 por ciento de las preferencias respectivamente, quedando muy por debajo el resto de los candidatos, marcando una diferencia abismal con respecto a los resultados que presentan las encuestadoras nacionales que se mantienen inmutables en favor del candidato de las televisoras.
La complicidad de los medios en relación con Peña Nieto es descarada. Como ejemplo de ello mencionaré el caso de la encuesta que vía Internet montó el diario Milenio y que fue retirada a los dos días ante la enorme ventaja de AMLO con respecto al resto de los contendientes, de más del 80 por ciento. Si hoy alguno de los lectores ingresa a la página de Univisión, que es una televisora en español de los Estados Unidos, encontrará este mismo ejercicio con iguales resultados, es decir: AMLO arriba con una ventaja enorme respecto a sus adversarios. En las redes sociales este fenómeno se multiplica y crece exponencialmente, como crece la movilización nacional de los jóvenes en contra de Peña Nieto y lo que representa. AMLO se manifiesta de nuevo como un fenómeno político extraordinario. Avanza de la mano de su conducta intachable y de sus propuestas serias en favor del país. Avanza, y esto es lo más extraordinario, de la mano de los jóvenes estudiantes que son hoy por hoy, el activo social más importante de México.
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