Mario Mora Legaspi / OEM
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010, en Aguascalientes residen poco más de 422 mil mujeres de 15 años y más, siete de cada diez (69.4%) ha tenido al menos un hijo nacido vivo y 29.4% no los ha tenido, pero en todas ellas asiste el derecho a ejercer una vida reproductiva libre de riesgos, precisó ayer el INEGI a propósito de El Día de la Madre.
Desde las últimas décadas del siglo pasado se observa una reducción en los patrones reproductivos de la población; la tasa global de fecundidad, entendida como el número promedio de hijos que tendría una cohorte de mujeres durante su vida reproductiva, indica que en 1990 las mujeres tenían en promedio cuatro hijos, actualmente la fecundidad es de 2.1 hijos por mujer y su descenso ininterrumpido durante estas últimas décadas la colocan como uno de los componentes demográficos que más ha influido en el monto y estructura de la población.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010, en Aguascalientes residen poco más de 422 mil mujeres de 15 años y más, siete de cada diez (69.4%) ha tenido al menos un hijo nacido vivo y 29.4% no los ha tenido, pero en todas ellas asiste el derecho a ejercer una vida reproductiva libre de riesgos. Desde las últimas décadas del siglo pasado se observa una reducción en los patrones reproductivos de la población; la tasa global de fecundidad, entendida como el número promedio de hijos que tendría una cohorte de mujeres durante su vida reproductiva, indica que en 1990 las mujeres tenían en promedio cuatro hijos, actualmente la fecundidad es de 2.1 hijos por mujer y su descenso ininterrumpido durante estas últimas décadas la colocan como uno de los componentes demográficos que más ha influido en el monto y estructura de la población.
El descenso de la fecundidad se encuentra estrechamente vinculado a una mayor cobertura en los servicios de salud, los cuales han fomentado el conocimiento y el uso de métodos anticonceptivos en 2009 la proporción de mujeres unidas en edad fértil que usan métodos anticonceptivos es 71.7 por ciento. Otros aspectos que incidieron en los cambios reproductivos de la población fueron el aumento paulatino de su escolaridad y que las mujeres tuvieran una mayor participación en la vida económica, social y política del estado.
Sobre la escolaridad de la población, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) comenta que las niñas y adolescentes que han recibido educación tienen menos probabilidades de casarse precozmente y quedar embarazadas en la adolescencia, y más posibilidades de contar con conocimientos amplios y correctos sobre el VIH/SIDA y de tener hijos saludables. Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2009 señala que el uso de métodos anticonceptivos es mayor entre las mujeres con más escolaridad: 72.4% de las mujeres unidas en edad fértil que cuentan con secundaria o más son usuarias de métodos anticonceptivos, esta proporción disminuye a 68.5% entre las que no tienen instrucción.
Un tema trascendental en materia de política pública es el embarazo adolescente (15 a 19 años), muchas de ellas inician su actividad sexual sin la debida protección, exponiéndose no sólo a un embarazo no deseado, sino también a enfermedades de transmisión sexual. Según la ENADID 2009, del total de adolescentes que han tenido relaciones sexuales, 60.4% no utilizaron anticonceptivos en su primera relación sexual. Información de la misma encuesta señala que durante el quinquenio 2004-2008, 16.5% de los nacimientos provienen de madres adolescentes. Es necesario señalar que la mayor proporción de los nacimientos se concentra en el grupo de mujeres de 20 a 24 años de edad (28.6%) y en orden de importancia le siguen las mujeres de 25 a 29 años (25.4 por ciento); conforme avanza la edad su participación relativa se va reduciendo hasta llegar al mínimo de 0.1% que se refiere a la proporción de los nacimientos de las mujeres de 45 a 49 años.
La reducción de la fecundidad es un proceso que va acompañado de transformaciones en las preferencias reproductivas de la población. La formación de las preferencias e ideales reproductivos es un proceso dinámico y sumamente complejo, las fuentes de esas preferencias son diversas: los individuos y las parejas las obtienen de los grupos y redes sociales a los que pertenecen, de las instituciones sociales con las que tienen contacto (familia, escuela, religión, instituciones de salud, entre otras), de las ideologías prevalecientes, de su posición en la estructura social y de los medios de comunicación.
En 2009 el promedio ideal de hijos de las mujeres unidas en edad fértil era de tres hijos. Por otra parte, el deseo de ser madre va asociado al número de hijos que ya se tiene, entre mayor sea el número de hijos sobrevivientes su deseo de tener otro disminuye; de esta manera, de las que desean tener hijos, 62.6% no tienen hijos sobrevivientes, proporción que se reduce a 9.1% entre las que tienen tres o más hijos sobrevivientes, detalla el INEGI.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010, en Aguascalientes residen poco más de 422 mil mujeres de 15 años y más, siete de cada diez (69.4%) ha tenido al menos un hijo nacido vivo y 29.4% no los ha tenido, pero en todas ellas asiste el derecho a ejercer una vida reproductiva libre de riesgos, precisó ayer el INEGI a propósito de El Día de la Madre.
Desde las últimas décadas del siglo pasado se observa una reducción en los patrones reproductivos de la población; la tasa global de fecundidad, entendida como el número promedio de hijos que tendría una cohorte de mujeres durante su vida reproductiva, indica que en 1990 las mujeres tenían en promedio cuatro hijos, actualmente la fecundidad es de 2.1 hijos por mujer y su descenso ininterrumpido durante estas últimas décadas la colocan como uno de los componentes demográficos que más ha influido en el monto y estructura de la población.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010, en Aguascalientes residen poco más de 422 mil mujeres de 15 años y más, siete de cada diez (69.4%) ha tenido al menos un hijo nacido vivo y 29.4% no los ha tenido, pero en todas ellas asiste el derecho a ejercer una vida reproductiva libre de riesgos. Desde las últimas décadas del siglo pasado se observa una reducción en los patrones reproductivos de la población; la tasa global de fecundidad, entendida como el número promedio de hijos que tendría una cohorte de mujeres durante su vida reproductiva, indica que en 1990 las mujeres tenían en promedio cuatro hijos, actualmente la fecundidad es de 2.1 hijos por mujer y su descenso ininterrumpido durante estas últimas décadas la colocan como uno de los componentes demográficos que más ha influido en el monto y estructura de la población.
El descenso de la fecundidad se encuentra estrechamente vinculado a una mayor cobertura en los servicios de salud, los cuales han fomentado el conocimiento y el uso de métodos anticonceptivos en 2009 la proporción de mujeres unidas en edad fértil que usan métodos anticonceptivos es 71.7 por ciento. Otros aspectos que incidieron en los cambios reproductivos de la población fueron el aumento paulatino de su escolaridad y que las mujeres tuvieran una mayor participación en la vida económica, social y política del estado.
Sobre la escolaridad de la población, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) comenta que las niñas y adolescentes que han recibido educación tienen menos probabilidades de casarse precozmente y quedar embarazadas en la adolescencia, y más posibilidades de contar con conocimientos amplios y correctos sobre el VIH/SIDA y de tener hijos saludables. Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2009 señala que el uso de métodos anticonceptivos es mayor entre las mujeres con más escolaridad: 72.4% de las mujeres unidas en edad fértil que cuentan con secundaria o más son usuarias de métodos anticonceptivos, esta proporción disminuye a 68.5% entre las que no tienen instrucción.
Un tema trascendental en materia de política pública es el embarazo adolescente (15 a 19 años), muchas de ellas inician su actividad sexual sin la debida protección, exponiéndose no sólo a un embarazo no deseado, sino también a enfermedades de transmisión sexual. Según la ENADID 2009, del total de adolescentes que han tenido relaciones sexuales, 60.4% no utilizaron anticonceptivos en su primera relación sexual. Información de la misma encuesta señala que durante el quinquenio 2004-2008, 16.5% de los nacimientos provienen de madres adolescentes. Es necesario señalar que la mayor proporción de los nacimientos se concentra en el grupo de mujeres de 20 a 24 años de edad (28.6%) y en orden de importancia le siguen las mujeres de 25 a 29 años (25.4 por ciento); conforme avanza la edad su participación relativa se va reduciendo hasta llegar al mínimo de 0.1% que se refiere a la proporción de los nacimientos de las mujeres de 45 a 49 años.
La reducción de la fecundidad es un proceso que va acompañado de transformaciones en las preferencias reproductivas de la población. La formación de las preferencias e ideales reproductivos es un proceso dinámico y sumamente complejo, las fuentes de esas preferencias son diversas: los individuos y las parejas las obtienen de los grupos y redes sociales a los que pertenecen, de las instituciones sociales con las que tienen contacto (familia, escuela, religión, instituciones de salud, entre otras), de las ideologías prevalecientes, de su posición en la estructura social y de los medios de comunicación.
En 2009 el promedio ideal de hijos de las mujeres unidas en edad fértil era de tres hijos. Por otra parte, el deseo de ser madre va asociado al número de hijos que ya se tiene, entre mayor sea el número de hijos sobrevivientes su deseo de tener otro disminuye; de esta manera, de las que desean tener hijos, 62.6% no tienen hijos sobrevivientes, proporción que se reduce a 9.1% entre las que tienen tres o más hijos sobrevivientes, detalla el INEGI.
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