Apro
Un centenar de periodistas y miembros de organizaciones civiles protestaron esta tarde frente a la representación del estado de Veracruz en el Distrito Federal, así como en las oficinas centrales de la Secretaría de Gobernación, para exigir se esclarezcan los asesinatos de periodistas ocurridos en los últimos días en esa entidad.
En la residencia veracruzana se hizo entrega de una carta dirigida a las autoridades locales y federales en la que se exige se instrumenten los mecanismos para garantizar el ejercicio libre de los comunicadores.
En dicho escrito, también leído por Julio Hernández, columnista de La Jornada y Jesusa Cervantes, reportera de Proceso, se advierte que el “ejercicio informativo se encuentra en una situación particularmente peligrosa ante la cual demandamos un alto a las agresiones y una recta aplicación de la justicia”.
A cinco días del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso y a 24 horas del homicidio de tres reporteros gráficos de Veracruz, los manifestantes subrayaron que lo sucedido en Veracruz “no es privativo de esa entidad” porque “a lo largo del país se reproducen las condiciones que propician los ataques a periodistas y se registran agresiones cotidianamente, sin que exista preocupación, prevención y protección reales de parte de las autoridades”.
Entre consignas de ¡No más sangre! y ¡libertad de prensa!, Hernández y Cervantes expusieron que “el oficio de informar se ha convertido en México en una actividad de altísimo riesgo ante la inmune ofensiva de grupos de la delincuencia organizada y de autoridades e instituciones penetradas y a veces virtualmente manejadas por esos delincuentes”.
De la representación del gobierno de Veracruz, las decenas de periodistas y representantes de organizaciones solidarias marcharon a la Secretaría de Gobernación, en donde también se dio lectura al comunicado en el que se acusa que “salvo la emisión rutinaria de declaraciones y promesas, y la formación de comisiones investigadoras circunstanciales pensadas sólo para salvar el momento, la gran mayoría de los gobernantes y las autoridades, de todos los niveles y partidos, han dejado de cumplir sus obligaciones ante el evidente y cotidiano acoso del crimen organizado y sus vinculaciones con los poderes públicos, contra los periodistas”.
El escrito, leído entre una nuebe de periodistas y enmedio de un clima de violencia contra los comunicadores, se denuncia que “en varios lugares, son los propios gobernantes y autoridades quienes enderezan las acciones represivas contra el gremio periodístico, deseosos de someter al silencio y al control a los medios de comunicación hasta establecer una suerte de estado informativo de excepción, en donde sólo se puede publicar lo que los poderes permiten”.
Finalmente, los periodistas exigieron: “esclarecimiento puntual de los asesinatos cometidos en contra de compañeros de Veracruz y una recta aplicación de la justicia”, así como “alto a las agresiones contra periodistas en todo el país. no solamente en términos físicos directos, sino también en cuanto a amenazas, presiones y manipulaciones”.
Un centenar de periodistas y miembros de organizaciones civiles protestaron esta tarde frente a la representación del estado de Veracruz en el Distrito Federal, así como en las oficinas centrales de la Secretaría de Gobernación, para exigir se esclarezcan los asesinatos de periodistas ocurridos en los últimos días en esa entidad.
En la residencia veracruzana se hizo entrega de una carta dirigida a las autoridades locales y federales en la que se exige se instrumenten los mecanismos para garantizar el ejercicio libre de los comunicadores.
En dicho escrito, también leído por Julio Hernández, columnista de La Jornada y Jesusa Cervantes, reportera de Proceso, se advierte que el “ejercicio informativo se encuentra en una situación particularmente peligrosa ante la cual demandamos un alto a las agresiones y una recta aplicación de la justicia”.
A cinco días del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso y a 24 horas del homicidio de tres reporteros gráficos de Veracruz, los manifestantes subrayaron que lo sucedido en Veracruz “no es privativo de esa entidad” porque “a lo largo del país se reproducen las condiciones que propician los ataques a periodistas y se registran agresiones cotidianamente, sin que exista preocupación, prevención y protección reales de parte de las autoridades”.
Entre consignas de ¡No más sangre! y ¡libertad de prensa!, Hernández y Cervantes expusieron que “el oficio de informar se ha convertido en México en una actividad de altísimo riesgo ante la inmune ofensiva de grupos de la delincuencia organizada y de autoridades e instituciones penetradas y a veces virtualmente manejadas por esos delincuentes”.
De la representación del gobierno de Veracruz, las decenas de periodistas y representantes de organizaciones solidarias marcharon a la Secretaría de Gobernación, en donde también se dio lectura al comunicado en el que se acusa que “salvo la emisión rutinaria de declaraciones y promesas, y la formación de comisiones investigadoras circunstanciales pensadas sólo para salvar el momento, la gran mayoría de los gobernantes y las autoridades, de todos los niveles y partidos, han dejado de cumplir sus obligaciones ante el evidente y cotidiano acoso del crimen organizado y sus vinculaciones con los poderes públicos, contra los periodistas”.
El escrito, leído entre una nuebe de periodistas y enmedio de un clima de violencia contra los comunicadores, se denuncia que “en varios lugares, son los propios gobernantes y autoridades quienes enderezan las acciones represivas contra el gremio periodístico, deseosos de someter al silencio y al control a los medios de comunicación hasta establecer una suerte de estado informativo de excepción, en donde sólo se puede publicar lo que los poderes permiten”.
Finalmente, los periodistas exigieron: “esclarecimiento puntual de los asesinatos cometidos en contra de compañeros de Veracruz y una recta aplicación de la justicia”, así como “alto a las agresiones contra periodistas en todo el país. no solamente en términos físicos directos, sino también en cuanto a amenazas, presiones y manipulaciones”.
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