Apro
Ante unas ocho mil personas reunidas en la unidad deportiva “Benito Juárez”, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, envió un saludo al Ejército y a la Marina, y aclaró que no los ve como enemigos, sino como “instituciones fundamentales para el país”.
Al hablar del combate a la violencia y la inseguridad, López Obrador hizo un reconocimiento a los militares, quienes –manifestó– “son pueblo”, y aclaró que no tiene nada en contra de ellos.
“Que quede bien claro, no tenemos enemigos ni queremos tenerlos, nosotros no odiamos”, manifestó en el deportivo principal de este puerto.
Inclusive, aseguró que en el 2006 muchos de los soldados votaron por él, y anticipó que así volverá a ocurrir el próximo 1 de julio.
López Obrador llegó una hora tarde al evento, que estaba programado para el mediodía, debido a un retraso en el vuelo que lo trasladó a este balneario oaxaqueño. Pero en este tiempo de espera, en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, decenas de personas se le acercaron para hablar con él, tomarse una foto e incluso para lanzarle una porra.
Un grupo de bailarines del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, delegación Oaxaca, que venían de una presentación en San Francisco, California, motivó la nueva manifestación para López Obrador que, en esta ocasión, sólo les agradeció saludándolos y dejándose tomar una imagen.
En cuanto la gente que llegaba a la sala de espera 75 de la Terminal 2 del aeropuerto descubría la presencia del tabasqueño, de inmediato sacaba sus celulares para pedirle la foto. Al principio los elementos de seguridad amenazaron con recoger las cámaras, pero conforme aumentaban los simpatizantes del candidato de izquierda, tuvieron que retirarse, mientras que López Obrador hablaba con la gente que espontáneamente le brindaba su apoyo.
Ya en el avión de Aeromar, de 48 plazas, el candidato recibió otras muestras de apoyo y, como ya se ha hecho costumbre, sus simpatizantes se tomaron fotos abrazados, sonriendo, luciendo que estaban hombro con hombro con López Obrador en la sección turista de la aeronave.
En el deportivo “Benito Juárez” de Puerto Escondido, el candidato fue recibido por miles de oaxaqueños de las regiones Costa y Sierra, muchos de ellos indígenas de la etnia Tatamandon que le entregaron el bastón de mando.
En la tribuna ya lo esperaban el diputado local y exlíder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Flavio Sosa; el candidato a senador y exsecretario de Gobierno, Benjamín Robles, así como dirigentes estatales del PRD.
El aspirante presidencial de la izquierda unida dijo que el movimiento que representa tiene presencia en todo el país, y aseguró que a través de él se logrará el renacimiento del país.
Recordó haber visitado las 527 cabeceras municipales de Oaxaca, y destacó que es el pueblo más grande de cultura en el país, con muchos valores que no han cambiado.
Con esos valores López Obrador afirmó que reconstruiría el país: “Ya no queremos más inmoralidad. Tengo ganas de enfrentar la corrupción, tengo autoridad y no me va a temblar la mano”, advirtió ante los miles de simpatizantes que blandían banderas del PRD y del Movimiento Ciudadano.
López Obrador hizo un reconocimiento a los estudiantes que últimamente se han manifestado contra la manipulación de los medios de comunicación, e insistió en la urgencia de impulsar un programa de creación de empleos y de cobertura educativa para evitar que a los jóvenes los enganche el crimen organizado.
“No es la ambición lo que nos mueve sino transformar al país; no más gatopardismo, sino una trasformación tajante, un verdadero cambio. Hay que cambiar la forma de hacer política, no se puede seguir soportando al político mediocre y ladrón”, manifestó.
Hizo también un reconocimiento al obispo de esta Diócesis, monseñor Eduardo Carmona Ortega, y a los sacerdotes que hacen labor social. Aseguró que apoyará con recursos al actual gobernador Gabino Cué para que realice más obras para Oaxaca.
Para cerrar el mitin, López Obrador criticó al exdirigente nacional del PAN, Manuel Espino, que ayer ofreció su apoyo al candidato presidencial del PRI.
“Son lo mismo”, señaló tras advertir que lo mismo pasa con Elba Esther Gordillo, quien regresó al priismo luego de haber estado con los panistas los últimos 12 años.
Ante unas ocho mil personas reunidas en la unidad deportiva “Benito Juárez”, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, envió un saludo al Ejército y a la Marina, y aclaró que no los ve como enemigos, sino como “instituciones fundamentales para el país”.
Al hablar del combate a la violencia y la inseguridad, López Obrador hizo un reconocimiento a los militares, quienes –manifestó– “son pueblo”, y aclaró que no tiene nada en contra de ellos.
“Que quede bien claro, no tenemos enemigos ni queremos tenerlos, nosotros no odiamos”, manifestó en el deportivo principal de este puerto.
Inclusive, aseguró que en el 2006 muchos de los soldados votaron por él, y anticipó que así volverá a ocurrir el próximo 1 de julio.
López Obrador llegó una hora tarde al evento, que estaba programado para el mediodía, debido a un retraso en el vuelo que lo trasladó a este balneario oaxaqueño. Pero en este tiempo de espera, en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, decenas de personas se le acercaron para hablar con él, tomarse una foto e incluso para lanzarle una porra.
Un grupo de bailarines del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, delegación Oaxaca, que venían de una presentación en San Francisco, California, motivó la nueva manifestación para López Obrador que, en esta ocasión, sólo les agradeció saludándolos y dejándose tomar una imagen.
En cuanto la gente que llegaba a la sala de espera 75 de la Terminal 2 del aeropuerto descubría la presencia del tabasqueño, de inmediato sacaba sus celulares para pedirle la foto. Al principio los elementos de seguridad amenazaron con recoger las cámaras, pero conforme aumentaban los simpatizantes del candidato de izquierda, tuvieron que retirarse, mientras que López Obrador hablaba con la gente que espontáneamente le brindaba su apoyo.
Ya en el avión de Aeromar, de 48 plazas, el candidato recibió otras muestras de apoyo y, como ya se ha hecho costumbre, sus simpatizantes se tomaron fotos abrazados, sonriendo, luciendo que estaban hombro con hombro con López Obrador en la sección turista de la aeronave.
En el deportivo “Benito Juárez” de Puerto Escondido, el candidato fue recibido por miles de oaxaqueños de las regiones Costa y Sierra, muchos de ellos indígenas de la etnia Tatamandon que le entregaron el bastón de mando.
En la tribuna ya lo esperaban el diputado local y exlíder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Flavio Sosa; el candidato a senador y exsecretario de Gobierno, Benjamín Robles, así como dirigentes estatales del PRD.
El aspirante presidencial de la izquierda unida dijo que el movimiento que representa tiene presencia en todo el país, y aseguró que a través de él se logrará el renacimiento del país.
Recordó haber visitado las 527 cabeceras municipales de Oaxaca, y destacó que es el pueblo más grande de cultura en el país, con muchos valores que no han cambiado.
Con esos valores López Obrador afirmó que reconstruiría el país: “Ya no queremos más inmoralidad. Tengo ganas de enfrentar la corrupción, tengo autoridad y no me va a temblar la mano”, advirtió ante los miles de simpatizantes que blandían banderas del PRD y del Movimiento Ciudadano.
López Obrador hizo un reconocimiento a los estudiantes que últimamente se han manifestado contra la manipulación de los medios de comunicación, e insistió en la urgencia de impulsar un programa de creación de empleos y de cobertura educativa para evitar que a los jóvenes los enganche el crimen organizado.
“No es la ambición lo que nos mueve sino transformar al país; no más gatopardismo, sino una trasformación tajante, un verdadero cambio. Hay que cambiar la forma de hacer política, no se puede seguir soportando al político mediocre y ladrón”, manifestó.
Hizo también un reconocimiento al obispo de esta Diócesis, monseñor Eduardo Carmona Ortega, y a los sacerdotes que hacen labor social. Aseguró que apoyará con recursos al actual gobernador Gabino Cué para que realice más obras para Oaxaca.
Para cerrar el mitin, López Obrador criticó al exdirigente nacional del PAN, Manuel Espino, que ayer ofreció su apoyo al candidato presidencial del PRI.
“Son lo mismo”, señaló tras advertir que lo mismo pasa con Elba Esther Gordillo, quien regresó al priismo luego de haber estado con los panistas los últimos 12 años.
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