Apro
“Ni un muerto más”, fue el clamor de más de un centenar de periodistas y activistas que protestaron por los asesinatos ocurridos en los últimos días en Veracruz, entre ellos el de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en esa entidad.
La protesta se llevó a cabo anoche en el Ángel de la Independencia, en medio de consignas para que estos crímenes no queden impunes y se haga justicia. Los asistentes portaron carteles con leyendas como: “No se mata la verdad matando a periodistas” o “Justicia para periodistas”.
En el lugar, los inconformes colocaron una corona de flores con la leyenda “Gobierno mataperiodistas”, acompañada de veladoras y fotos de compañeros victimados.
El periodista de Proceso, Álvaro Delgado, leyó un comunicado titulado Basta a la impunidad, dirigido al presidente Felipe Calderón y a las autoridades veracruzanas en el que se manifiesta la consternación por los recientes crímenes que –agregó– no son hechos aislados y se mantienen impunes.
Aseguró que las recientes agresiones contra trabajadores de los medios de comunicación equivalen a silenciar a la sociedad.
En el documento se exige a Calderón, a la titular de la PGR, Marisela Morales; al gobernador Javier Duarte y al su procurador Amadeo Flores, terminar con la impunidad en los crímenes contra periodistas.
Regina Martínez fue asesinada el pasado sábado 28 de abril en Xalapa, Veracruz y el jueves 3 de mayo –cinco días después– fueron encontrados los cuerpos desmembrados de dos reporteros gráficos, Gabriel Huge y Guillermo Luna, el del exfotoperiodista Esteban Rodríguez y su pareja sentimental Irasema Becerra, todos con huellas de tortura.
Por su parte, la periodista Carmen Aristegui leyó en el acto realizado en el Ángel un segundo manifiesto en el que se califica como “una afrenta intolerable” el asesinato de los reporteros.
Señaló que la impunidad en la que permanecen los asesinatos y agresiones a periodistas en Veracruz, particularmente los sucedidos en 2011, “demuestran la incapacidad o desinterés del gobierno estatal, o ambas cosas, en la tarea de resolver crímenes contra un gremio cuya seguridad es central para la vida democrática.”
Añadió que en Veracruz hay “una ausencia de libertad de expresión”, el pensamiento crítico “carece de espacios” y el periodismo se ha convertido “en un ejercicio de alto riesgo”.
Después, la reportera de Proceso, Jesusa Cervantes, leyó uno a uno los nombres de los periodistas que han sido asesinados en el país en los últimos años mientras los asistentes remataban con la frase “¡No debió morir!”.
“Ni un muerto más”, fue el clamor de más de un centenar de periodistas y activistas que protestaron por los asesinatos ocurridos en los últimos días en Veracruz, entre ellos el de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en esa entidad.
La protesta se llevó a cabo anoche en el Ángel de la Independencia, en medio de consignas para que estos crímenes no queden impunes y se haga justicia. Los asistentes portaron carteles con leyendas como: “No se mata la verdad matando a periodistas” o “Justicia para periodistas”.
En el lugar, los inconformes colocaron una corona de flores con la leyenda “Gobierno mataperiodistas”, acompañada de veladoras y fotos de compañeros victimados.
El periodista de Proceso, Álvaro Delgado, leyó un comunicado titulado Basta a la impunidad, dirigido al presidente Felipe Calderón y a las autoridades veracruzanas en el que se manifiesta la consternación por los recientes crímenes que –agregó– no son hechos aislados y se mantienen impunes.
Aseguró que las recientes agresiones contra trabajadores de los medios de comunicación equivalen a silenciar a la sociedad.
En el documento se exige a Calderón, a la titular de la PGR, Marisela Morales; al gobernador Javier Duarte y al su procurador Amadeo Flores, terminar con la impunidad en los crímenes contra periodistas.
Regina Martínez fue asesinada el pasado sábado 28 de abril en Xalapa, Veracruz y el jueves 3 de mayo –cinco días después– fueron encontrados los cuerpos desmembrados de dos reporteros gráficos, Gabriel Huge y Guillermo Luna, el del exfotoperiodista Esteban Rodríguez y su pareja sentimental Irasema Becerra, todos con huellas de tortura.
Por su parte, la periodista Carmen Aristegui leyó en el acto realizado en el Ángel un segundo manifiesto en el que se califica como “una afrenta intolerable” el asesinato de los reporteros.
Señaló que la impunidad en la que permanecen los asesinatos y agresiones a periodistas en Veracruz, particularmente los sucedidos en 2011, “demuestran la incapacidad o desinterés del gobierno estatal, o ambas cosas, en la tarea de resolver crímenes contra un gremio cuya seguridad es central para la vida democrática.”
Añadió que en Veracruz hay “una ausencia de libertad de expresión”, el pensamiento crítico “carece de espacios” y el periodismo se ha convertido “en un ejercicio de alto riesgo”.
Después, la reportera de Proceso, Jesusa Cervantes, leyó uno a uno los nombres de los periodistas que han sido asesinados en el país en los últimos años mientras los asistentes remataban con la frase “¡No debió morir!”.
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