“No te queremos EPN” y “Atenco no se olvida” se leía en pancartas de opositores que ingresaron al estadio; afuera también hubo protestas.
Rosa Elvira Vargas, enviada La Jornada
Por primera vez desde el inicio de su campaña, a un acto masivo de Enrique Peña Nieto organizado por el PRI, llegaron manifestaciones de rechazo a su candidatura: un par de cartulinas con la leyenda “No te queremos EPN” y al fondo del estadio sede del mitin, sobre una barda a la que se encaramaron unos siete jóvenes, se desplegaron varias mantas, en una de las cuales se leía “Atenco no se olvida”.
Mientras en la calle también otras manifestaciones de protesta se desplegaban, Peña Nieto pidió en su discurso que quienes tienen el legítimo derecho a oponerse a su propuesta, también permitan el derecho a expresarse a quienes lo respaldan.
Pidió de nuevo a sus seguidores no caer en la provocación ni dar espacios a quienes buscar el enfrentamiento.
Las primeras expresiones que en un espacio adaptado para concentrar a seguidores del priista -esta vez también con la asistencia de jóvenes traídos de Nuevo León, Hidalgo, San Luis Potosí, estado de México y el propio Querétaro- surgieron en un par de cartulinas desplegadas a unos 40 metros de donde hablaba, en ese momento, el candidato a alcalde, Roberto Loyola.
Al decir de testigos, seguidores del PRI arrebataron las cartulinas a los jóvenes y la gente de esa área empezó a corear “Yo sí le voy, le voy al PRI”.
Al mismo tiempo otros jóvenes azotaban al puerta del área norte del estadio (por donde ingresan las ambulancias) ante lo cual el equipo de seguridad colocó como refuerzos varias rejas y una camioneta.
Además, otros muchachos se encaramaron a una barda de unos 2.5 metros y alcanzaron durante unos 10 minutos a desplegar sus mantas en una de las cuales se alcanzaba a leer “No más teledictadura, no mas basura”.
Peña Nieto firmó aquí su manifiesto por una República Democrática e insistió: “no caigamos en las provocaciones de los adversarios que alientan la división que no queremos quienes somos partidarios de la democracia; ésta no pertenece a los partidos políticos, sino a toda la sociedad”.
Rosa Elvira Vargas, enviada La Jornada
Por primera vez desde el inicio de su campaña, a un acto masivo de Enrique Peña Nieto organizado por el PRI, llegaron manifestaciones de rechazo a su candidatura: un par de cartulinas con la leyenda “No te queremos EPN” y al fondo del estadio sede del mitin, sobre una barda a la que se encaramaron unos siete jóvenes, se desplegaron varias mantas, en una de las cuales se leía “Atenco no se olvida”.
Mientras en la calle también otras manifestaciones de protesta se desplegaban, Peña Nieto pidió en su discurso que quienes tienen el legítimo derecho a oponerse a su propuesta, también permitan el derecho a expresarse a quienes lo respaldan.
Pidió de nuevo a sus seguidores no caer en la provocación ni dar espacios a quienes buscar el enfrentamiento.
Las primeras expresiones que en un espacio adaptado para concentrar a seguidores del priista -esta vez también con la asistencia de jóvenes traídos de Nuevo León, Hidalgo, San Luis Potosí, estado de México y el propio Querétaro- surgieron en un par de cartulinas desplegadas a unos 40 metros de donde hablaba, en ese momento, el candidato a alcalde, Roberto Loyola.
Al decir de testigos, seguidores del PRI arrebataron las cartulinas a los jóvenes y la gente de esa área empezó a corear “Yo sí le voy, le voy al PRI”.
Al mismo tiempo otros jóvenes azotaban al puerta del área norte del estadio (por donde ingresan las ambulancias) ante lo cual el equipo de seguridad colocó como refuerzos varias rejas y una camioneta.
Además, otros muchachos se encaramaron a una barda de unos 2.5 metros y alcanzaron durante unos 10 minutos a desplegar sus mantas en una de las cuales se alcanzaba a leer “No más teledictadura, no mas basura”.
Peña Nieto firmó aquí su manifiesto por una República Democrática e insistió: “no caigamos en las provocaciones de los adversarios que alientan la división que no queremos quienes somos partidarios de la democracia; ésta no pertenece a los partidos políticos, sino a toda la sociedad”.
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