¿Concluye venta de garaje?
Brasil gana partida en AL
Carlos Fernández-Vega / México SA
Algo falla en esta economía de otro planeta (Gurría dixit), pues a lo largo del sexenio calderonista se ha registrado una sensible disminución en el flujo de inversión extranjera directa (alrededor de 38 por ciento si se compara el monto captado en 2007 con el de 2011), a pesar de que México es de los países que más y mejores facilidades otorgan al capital privado (Cepal). Apenas el pasado lunes la Secretaría de Economía reportó, como si fuera un resultado meramente coyuntural, que en el primer trimestre de 2012 tal inversión mostró un descenso de 8.7 por ciento en comparación con igual periodo del año previo.
De acuerdo con la citada dependencia, entre enero y marzo del presente año la inversión extranjera directa sumó 4 mil 372.4 millones de dólares, casi 9 por ciento menos que en igual periodo e 2011. No obstante, la caída es mayor a casi 31 por ciento si la IED reportada este martes por la dependencia se compara con cifras definitivas de 2011. Entre enero y marzo del año pasado México captó 6 mil 269.7 millones de dólares, de acuerdo con reportes de la SE y del Banco de México. La SE detalló que tal flujo de capital foráneo provino de mil 820 sociedades, y del monto total, 51 por ciento fue colocado en reinversión de utilidades (recursos generados internamente); 27.6 en nuevas inversiones, y 21.4 por ciento fue invertido en cuentas entre compañías (La Jornada, Julio Reyna Quiroz). Así, sólo 27.6 dólares de cada 100 provinieron de capital fresco.
Factores coyunturales explicarían el descenso, según la Secretaría de Economía, aunque en realidad la caída prácticamente ha sido la norma a partir de 2008, cuando dicho flujo reportó un decremento de 14.1 por ciento con respecto al año previo, de acuerdo con la estadística del Inegi. De hecho, a partir de ese año sólo en 2010 se registró una cifra positiva. Desde luego que más de 113 mil millones de dólares acumulados en un lustro no son despreciables (aunque alrededor de 30 por ciento de ese monto es por reinversión de utilidades), por mucho que su impacto en crecimiento, empleo y bienestar para los mexicanos no se vea por ninguna parte.
¿Qué le sucede a la mexicanísima economía extraterrestre que, con todo tipo de facilidades al capital privado, de plano no levanta en inversión extranjera directa? Tal vez sea que el gobierno ya no tiene nada que desincorporar, ninguna paraestatal que vender (salvo Petróleos Mexicanos, aunque ya tres tristes candidatos se han ofrecido a entregar la joya de la corona) ni sector que privatizar. ¿La venta de garaje llegó a su fin? ¿Cierran la tienda? La bonanza en IED reportada por México se concentra en tres países (Estados Unidos, España y Holanda) y en sólo dos áreas: manufacturas (maquila) y servicios financieros (90 por ciento en manos foráneas), que acaparan cerca de 80 por ciento del total. Lo demás es menudencia.
Brasil le ha comido el mandado a nuestro país en eso de captar inversión foránea: por dicho concepto, en los últimos cinco años la nación sudamericana captó 220 mil 758 millones de dólares, contra 113 mil 809 millones de México en el mismo lapso. Si se considera el monto registrado por el primero en 2007 y se compara con el de 2011, los verde-amarelo reportaron un incremento de 93 por ciento, mientras en igual periodo aquí cayó 38 por ciento. Sólo en 2011 la economía brasileña captó cerca de 67 mil millones de billetes verdes, casi la mitad del total latinoamericano.
Desde luego que el capital foráneo invierte no por solidario. Viene por lo suyo, que no es poco, y se lleva lo más. Como apunta la Cepal, entre 2005 y 2009 la repatriación de utilidades aumentó proporcionalmente más que el acervo de IED, alcanzando un máximo de 9 por ciento en 2008. A partir de 2009 la crisis internacional afectó la evolución de los beneficios de las empresas trasnacionales en la región, si bien en los últimos años la repatriación de utilidades ha vuelto a aumentar. Independientemente de la coyuntura, el nivel de inversión extranjera directa acumulada en la región hace que la renta de IED que sale de América Latina y el Caribe no deje de resultar elevada, lo que pone en evidencia que tal inversión no es un flujo unidireccional de recursos.
En 2011, América Latina y el Caribe captó 153 mil 448 millones de dólares de inversión extranjera directa, 31 por ciento más que en 2010. La Cepal apunta que este es el segundo año consecutivo de crecimiento, tras la caída propiciada por la crisis financiera internacional en 2009. América Latina fue la región del mundo donde más crecieron las entradas de IED y su participación en las entradas mundiales de inversión alcanzó 10 por ciento. A diferencia de 2010, los flujos aumentaron 17 por ciento a nivel mundial. Estas entradas se incrementaron en los países desarrollados, que en los dos años previos habían registrado las mayores caídas. El sostenido crecimiento económico en la región, aunque a una tasa inferior a la de 2010, ha seguido incentivando las inversiones encaminadas a aprovechar el dinamismo de los mercados internos.
Los altos precios internacionales de las materias primas impulsaron las inversiones para la extracción y procesamiento de recursos naturales. Por otra parte, en los países desarrollados la crisis económica ha seguido promoviendo procesos de restructuración empresarial, traslado de actividades a otras localizaciones y una mayor terciarización de actividades manufactureras y servicios empresariales a distancia. En América Latina y el Caribe, todas las subregiones y la mayoría de los países recibieron más inversión que el año anterior (México no fue el caso). La mayor parte de ese incremento correspondió a Brasil, donde alcanzó 66 mil 660 millones de dólares, casi la mitad del total regional. Aumentaron las entradas de IED en la mayoría de los países de América del Sur, alcanzando récord en los casos de Chile (17 mil 299 millones), Colombia (13 mil 234 millones) y Uruguay (2 mil 528 millones), puntualiza la Cepal.
Las rebanadas del pastel
Al grito de chaqueteros de México, uníos, el prianista Manuel Espino confirma que de plano le vale un soberano cacahuate el claro mensaje de la ciudadanía: fuera los políticos de siempre; con ellos ni a la esquina, como Enrique Peña Nieto comprenderá… Un fuerte y solidario abrazo para la querida Alma Muñoz, por el lamentable deceso de su señora madre.
Brasil gana partida en AL
Carlos Fernández-Vega / México SA
Algo falla en esta economía de otro planeta (Gurría dixit), pues a lo largo del sexenio calderonista se ha registrado una sensible disminución en el flujo de inversión extranjera directa (alrededor de 38 por ciento si se compara el monto captado en 2007 con el de 2011), a pesar de que México es de los países que más y mejores facilidades otorgan al capital privado (Cepal). Apenas el pasado lunes la Secretaría de Economía reportó, como si fuera un resultado meramente coyuntural, que en el primer trimestre de 2012 tal inversión mostró un descenso de 8.7 por ciento en comparación con igual periodo del año previo.
De acuerdo con la citada dependencia, entre enero y marzo del presente año la inversión extranjera directa sumó 4 mil 372.4 millones de dólares, casi 9 por ciento menos que en igual periodo e 2011. No obstante, la caída es mayor a casi 31 por ciento si la IED reportada este martes por la dependencia se compara con cifras definitivas de 2011. Entre enero y marzo del año pasado México captó 6 mil 269.7 millones de dólares, de acuerdo con reportes de la SE y del Banco de México. La SE detalló que tal flujo de capital foráneo provino de mil 820 sociedades, y del monto total, 51 por ciento fue colocado en reinversión de utilidades (recursos generados internamente); 27.6 en nuevas inversiones, y 21.4 por ciento fue invertido en cuentas entre compañías (La Jornada, Julio Reyna Quiroz). Así, sólo 27.6 dólares de cada 100 provinieron de capital fresco.
Factores coyunturales explicarían el descenso, según la Secretaría de Economía, aunque en realidad la caída prácticamente ha sido la norma a partir de 2008, cuando dicho flujo reportó un decremento de 14.1 por ciento con respecto al año previo, de acuerdo con la estadística del Inegi. De hecho, a partir de ese año sólo en 2010 se registró una cifra positiva. Desde luego que más de 113 mil millones de dólares acumulados en un lustro no son despreciables (aunque alrededor de 30 por ciento de ese monto es por reinversión de utilidades), por mucho que su impacto en crecimiento, empleo y bienestar para los mexicanos no se vea por ninguna parte.
¿Qué le sucede a la mexicanísima economía extraterrestre que, con todo tipo de facilidades al capital privado, de plano no levanta en inversión extranjera directa? Tal vez sea que el gobierno ya no tiene nada que desincorporar, ninguna paraestatal que vender (salvo Petróleos Mexicanos, aunque ya tres tristes candidatos se han ofrecido a entregar la joya de la corona) ni sector que privatizar. ¿La venta de garaje llegó a su fin? ¿Cierran la tienda? La bonanza en IED reportada por México se concentra en tres países (Estados Unidos, España y Holanda) y en sólo dos áreas: manufacturas (maquila) y servicios financieros (90 por ciento en manos foráneas), que acaparan cerca de 80 por ciento del total. Lo demás es menudencia.
Brasil le ha comido el mandado a nuestro país en eso de captar inversión foránea: por dicho concepto, en los últimos cinco años la nación sudamericana captó 220 mil 758 millones de dólares, contra 113 mil 809 millones de México en el mismo lapso. Si se considera el monto registrado por el primero en 2007 y se compara con el de 2011, los verde-amarelo reportaron un incremento de 93 por ciento, mientras en igual periodo aquí cayó 38 por ciento. Sólo en 2011 la economía brasileña captó cerca de 67 mil millones de billetes verdes, casi la mitad del total latinoamericano.
Desde luego que el capital foráneo invierte no por solidario. Viene por lo suyo, que no es poco, y se lleva lo más. Como apunta la Cepal, entre 2005 y 2009 la repatriación de utilidades aumentó proporcionalmente más que el acervo de IED, alcanzando un máximo de 9 por ciento en 2008. A partir de 2009 la crisis internacional afectó la evolución de los beneficios de las empresas trasnacionales en la región, si bien en los últimos años la repatriación de utilidades ha vuelto a aumentar. Independientemente de la coyuntura, el nivel de inversión extranjera directa acumulada en la región hace que la renta de IED que sale de América Latina y el Caribe no deje de resultar elevada, lo que pone en evidencia que tal inversión no es un flujo unidireccional de recursos.
En 2011, América Latina y el Caribe captó 153 mil 448 millones de dólares de inversión extranjera directa, 31 por ciento más que en 2010. La Cepal apunta que este es el segundo año consecutivo de crecimiento, tras la caída propiciada por la crisis financiera internacional en 2009. América Latina fue la región del mundo donde más crecieron las entradas de IED y su participación en las entradas mundiales de inversión alcanzó 10 por ciento. A diferencia de 2010, los flujos aumentaron 17 por ciento a nivel mundial. Estas entradas se incrementaron en los países desarrollados, que en los dos años previos habían registrado las mayores caídas. El sostenido crecimiento económico en la región, aunque a una tasa inferior a la de 2010, ha seguido incentivando las inversiones encaminadas a aprovechar el dinamismo de los mercados internos.
Los altos precios internacionales de las materias primas impulsaron las inversiones para la extracción y procesamiento de recursos naturales. Por otra parte, en los países desarrollados la crisis económica ha seguido promoviendo procesos de restructuración empresarial, traslado de actividades a otras localizaciones y una mayor terciarización de actividades manufactureras y servicios empresariales a distancia. En América Latina y el Caribe, todas las subregiones y la mayoría de los países recibieron más inversión que el año anterior (México no fue el caso). La mayor parte de ese incremento correspondió a Brasil, donde alcanzó 66 mil 660 millones de dólares, casi la mitad del total regional. Aumentaron las entradas de IED en la mayoría de los países de América del Sur, alcanzando récord en los casos de Chile (17 mil 299 millones), Colombia (13 mil 234 millones) y Uruguay (2 mil 528 millones), puntualiza la Cepal.
Las rebanadas del pastel
Al grito de chaqueteros de México, uníos, el prianista Manuel Espino confirma que de plano le vale un soberano cacahuate el claro mensaje de la ciudadanía: fuera los políticos de siempre; con ellos ni a la esquina, como Enrique Peña Nieto comprenderá… Un fuerte y solidario abrazo para la querida Alma Muñoz, por el lamentable deceso de su señora madre.
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