Los olvidos de Chepina
Suárez Coppel: magazo
Carlos Fernández-Vega / México SA
Muy contenta estaba Josefina Vázquez Mota lance que te lance ajos y cebollas a sus contrincantes, y acusándolos de mentir y maquillar cifras, cuando alguien de su círculo cercano le dijo al oído: “espérate Chepina, calma tus ansias toreras, que juegas con fuego, porque si alguien ha mentido y maquillado es el par de gobiernos panistas en sus 12 años de estancia en Los Pinos; ¿acaso no recuerdas foxilandia y calderolandia?” Y como muestra, su allegado le mostró un botón: entre 2009 y 2010, la tecnocracia blanquiazul instalada en Petróleos Mexicanos desapareció alrededor de 400 mil millones de pesos por pérdidas en instrumentos financieros colocados en el extranjero, y, tras maquillarlas como cuentas por cobrar, ocultó el quebranto para el erario. Pero la tal Chepina siguió de largo, y sólo a terceros achacó el deporte nacional de los políticos: mentir y maquillar.
Resulta que “la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados solicitará a la Secretaría de la Función Pública investigar la ‘desaparición’ contable de casi 400 mil millones de pesos en Pemex Exploración y Producción, que corresponden a pérdidas en instrumentos financieros colocados en el extranjero durante 2009, monto que se traspasó como cuenta por cobrar a cargo de Pemex Corporativo en 2010. Posteriormente, Pemex Corporativo registró el quebranto –detectado en la cuenta pública 2010– como un incremento de inversiones a organismos subsidiarios, pero sin que existiera una aportación específica, fundamento técnico, ni la autorización del consejo de administración de la paraestatal. La presidenta de la comisión, Estela Damián Peralta, anunció que solicitará a la Comisión Permanente la comparecencia del director de la empresa, Juan José Suárez Coppel (¡magazo!), para que explique por qué se recurrió a una maniobra contable que permitiera a la empresa paraestatal ocultar los movimientos” (La Jornada, Enrique Méndez). Tal maquillaje, con su respectiva mentira, no fue registrado por la candidata panista, como tampoco el voluminoso crecimiento de la deuda pública en los 12 años panistas.
Pero en el caso citado la falta de registro no sólo involucra a la señora de la sonrisa forzada como candidata panista, sino como inquilina de San Lázaro, al igual que a su bancada y a los demás diputados que hoy se dicen sorprendidos. La Auditoría Superior de la Federación detectó la mentira y el maquillaje en el manejo contable de Pemex, con su respectivo desfalco, durante la revisión de la la cuenta pública 2009 y al hacer lo propio con la correspondiente a 2010.
Los residentes temporales del Palacio Legislativo conocieron esa información y los detalles desde hace más de un año –por allá de febrero o marzo de 2011–, y los primeros en hacerlo fueron los coordinadores de las respectivas bancadas. Y entre ellos estaba (¡sorpresa!) Josefina Vázquez Mota, pastora del rebaño blanquiazul hasta septiembre del último año citado. Entonces, como coordinadora de la diputación panista primero, y como candidata de ese partido más adelante, no registró (versión oficial) anomalía alguna en Petróleos Mexicanos. Tal vez por lo mismo sostiene públicamente que la única ruta de salida para la paraestatal es la privatización, dada su improductividad.
Poco más de un año atrás, la Auditoría Superior de la Federación informó a los diputados lo siguiente: el saldo de la cuenta 1228 Transacciones entre Organismos no Compensables, por 398 mil 564.72 millones de pesos (100 por ciento del saldo), corresponde al importe de la pérdida obtenida por Pemex Exploración y Producción (PEP) en el ejercicio de 2009, que fue eliminada de su contabilidad, sin existir fundamento técnico ni normativo, y sin contar con la autorización del consejo de administración (de la paraestatal). Este movimiento contable se realizó con base en el oficio unido número DCF?SUCOFI?GC?56?2011 del 3 de febrero de 2011, mediante el cual la gerencia de contabilidad de la Dirección Corporativa de Fianzas instruyó a cada uno de los organismos subsidiarios de Pemex para traspasar los resultados determinados, en el ejercicio antes mencionado, y registrarlos como una cuenta por cobrar a cargo del corporativo.
Lo anterior, detalla la ASF, evita que los estados financieros de PEP muestren la pérdida obtenida en 2009 al anularla, con un incremento en los activos de Pemex Corporativo en el rubro de Cuentas por Cobrar. Otra consecuencia es que en los estados financieros de Petróleos Mexicanos no se revele la disminución en la inversión en organismos y compañías subsidiarias por las pérdidas obtenidas en 2009, ya que el registro contable en Petróleos Mexicanos se realizó con un incremento en la cuenta Inversiones en Organismos Subsidiarios, sin una justificación técnica, ya que no hay un incremento real en dichas inversiones. Con dicho registro se incumplió el Instructivo para el Manejo de Cuentas, ya que, de acuerdo con ese documento, el reconocimiento de la pérdida en compañías subsidiarias se debe abonar en la cuenta Inversiones en Organismos Subsidiarios, con base en el método de participación, con cargo en la Cuenta de Patrimonio Resultados de Ejercicios Anteriores.
Producto de esta enorme telaraña de trucos contables, los estados financieros dictaminados de Pemex Corporativo y Pemex Exploración y Producción no revelan en sus notas el tratamiento de la pérdida por 398 mil 564.72 millones de pesos del ejercicio de 2009, que PEP traspasó a Pemex Corporativo, por lo que se incumplió con la Norma de Información Financiera NIF A?7 Presentación y Revelación, al no revelar en forma clara y comprensible la eliminación de la pérdida en PEP, ni el origen del incremento de la inversión en Pemex Corporativo.
Cuatrocientos mil millones de pesos es un mundo de dinero que no puede ocultarse bajo el colchón, pero sí en el complicado entramado contable de la paraestatal. Pero la ex coordinadora de la bancada panista y hoy candidata blanquiazul al hueso mayor (que nunca ve nada ni registra nada, según dice) alegremente reparte ajos y cebollas por doquier y se dedica a denunciar mentiras y maquillajes –que sin duda pululan– de todos los actores políticos, menos, casualmente, los de su partido y sus dos desastrosos gobiernos.
Las rebanadas del pastel
Dice Enrique Peña Nieto que nunca he hablado de privatizar Pemex, sólo “de modernizar Pemex y (…) generar mayor riqueza en beneficio de todos los mexicanos con la participación del sector privado”, lo que, asegura, no significa privatización. Qué bueno que lo aclara, pero ¿qué parte del artículo 27 constitucional no entendió? ¡Pues todo, porque hay que leerlo!
Suárez Coppel: magazo
Carlos Fernández-Vega / México SA
Muy contenta estaba Josefina Vázquez Mota lance que te lance ajos y cebollas a sus contrincantes, y acusándolos de mentir y maquillar cifras, cuando alguien de su círculo cercano le dijo al oído: “espérate Chepina, calma tus ansias toreras, que juegas con fuego, porque si alguien ha mentido y maquillado es el par de gobiernos panistas en sus 12 años de estancia en Los Pinos; ¿acaso no recuerdas foxilandia y calderolandia?” Y como muestra, su allegado le mostró un botón: entre 2009 y 2010, la tecnocracia blanquiazul instalada en Petróleos Mexicanos desapareció alrededor de 400 mil millones de pesos por pérdidas en instrumentos financieros colocados en el extranjero, y, tras maquillarlas como cuentas por cobrar, ocultó el quebranto para el erario. Pero la tal Chepina siguió de largo, y sólo a terceros achacó el deporte nacional de los políticos: mentir y maquillar.
Resulta que “la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados solicitará a la Secretaría de la Función Pública investigar la ‘desaparición’ contable de casi 400 mil millones de pesos en Pemex Exploración y Producción, que corresponden a pérdidas en instrumentos financieros colocados en el extranjero durante 2009, monto que se traspasó como cuenta por cobrar a cargo de Pemex Corporativo en 2010. Posteriormente, Pemex Corporativo registró el quebranto –detectado en la cuenta pública 2010– como un incremento de inversiones a organismos subsidiarios, pero sin que existiera una aportación específica, fundamento técnico, ni la autorización del consejo de administración de la paraestatal. La presidenta de la comisión, Estela Damián Peralta, anunció que solicitará a la Comisión Permanente la comparecencia del director de la empresa, Juan José Suárez Coppel (¡magazo!), para que explique por qué se recurrió a una maniobra contable que permitiera a la empresa paraestatal ocultar los movimientos” (La Jornada, Enrique Méndez). Tal maquillaje, con su respectiva mentira, no fue registrado por la candidata panista, como tampoco el voluminoso crecimiento de la deuda pública en los 12 años panistas.
Pero en el caso citado la falta de registro no sólo involucra a la señora de la sonrisa forzada como candidata panista, sino como inquilina de San Lázaro, al igual que a su bancada y a los demás diputados que hoy se dicen sorprendidos. La Auditoría Superior de la Federación detectó la mentira y el maquillaje en el manejo contable de Pemex, con su respectivo desfalco, durante la revisión de la la cuenta pública 2009 y al hacer lo propio con la correspondiente a 2010.
Los residentes temporales del Palacio Legislativo conocieron esa información y los detalles desde hace más de un año –por allá de febrero o marzo de 2011–, y los primeros en hacerlo fueron los coordinadores de las respectivas bancadas. Y entre ellos estaba (¡sorpresa!) Josefina Vázquez Mota, pastora del rebaño blanquiazul hasta septiembre del último año citado. Entonces, como coordinadora de la diputación panista primero, y como candidata de ese partido más adelante, no registró (versión oficial) anomalía alguna en Petróleos Mexicanos. Tal vez por lo mismo sostiene públicamente que la única ruta de salida para la paraestatal es la privatización, dada su improductividad.
Poco más de un año atrás, la Auditoría Superior de la Federación informó a los diputados lo siguiente: el saldo de la cuenta 1228 Transacciones entre Organismos no Compensables, por 398 mil 564.72 millones de pesos (100 por ciento del saldo), corresponde al importe de la pérdida obtenida por Pemex Exploración y Producción (PEP) en el ejercicio de 2009, que fue eliminada de su contabilidad, sin existir fundamento técnico ni normativo, y sin contar con la autorización del consejo de administración (de la paraestatal). Este movimiento contable se realizó con base en el oficio unido número DCF?SUCOFI?GC?56?2011 del 3 de febrero de 2011, mediante el cual la gerencia de contabilidad de la Dirección Corporativa de Fianzas instruyó a cada uno de los organismos subsidiarios de Pemex para traspasar los resultados determinados, en el ejercicio antes mencionado, y registrarlos como una cuenta por cobrar a cargo del corporativo.
Lo anterior, detalla la ASF, evita que los estados financieros de PEP muestren la pérdida obtenida en 2009 al anularla, con un incremento en los activos de Pemex Corporativo en el rubro de Cuentas por Cobrar. Otra consecuencia es que en los estados financieros de Petróleos Mexicanos no se revele la disminución en la inversión en organismos y compañías subsidiarias por las pérdidas obtenidas en 2009, ya que el registro contable en Petróleos Mexicanos se realizó con un incremento en la cuenta Inversiones en Organismos Subsidiarios, sin una justificación técnica, ya que no hay un incremento real en dichas inversiones. Con dicho registro se incumplió el Instructivo para el Manejo de Cuentas, ya que, de acuerdo con ese documento, el reconocimiento de la pérdida en compañías subsidiarias se debe abonar en la cuenta Inversiones en Organismos Subsidiarios, con base en el método de participación, con cargo en la Cuenta de Patrimonio Resultados de Ejercicios Anteriores.
Producto de esta enorme telaraña de trucos contables, los estados financieros dictaminados de Pemex Corporativo y Pemex Exploración y Producción no revelan en sus notas el tratamiento de la pérdida por 398 mil 564.72 millones de pesos del ejercicio de 2009, que PEP traspasó a Pemex Corporativo, por lo que se incumplió con la Norma de Información Financiera NIF A?7 Presentación y Revelación, al no revelar en forma clara y comprensible la eliminación de la pérdida en PEP, ni el origen del incremento de la inversión en Pemex Corporativo.
Cuatrocientos mil millones de pesos es un mundo de dinero que no puede ocultarse bajo el colchón, pero sí en el complicado entramado contable de la paraestatal. Pero la ex coordinadora de la bancada panista y hoy candidata blanquiazul al hueso mayor (que nunca ve nada ni registra nada, según dice) alegremente reparte ajos y cebollas por doquier y se dedica a denunciar mentiras y maquillajes –que sin duda pululan– de todos los actores políticos, menos, casualmente, los de su partido y sus dos desastrosos gobiernos.
Las rebanadas del pastel
Dice Enrique Peña Nieto que nunca he hablado de privatizar Pemex, sólo “de modernizar Pemex y (…) generar mayor riqueza en beneficio de todos los mexicanos con la participación del sector privado”, lo que, asegura, no significa privatización. Qué bueno que lo aclara, pero ¿qué parte del artículo 27 constitucional no entendió? ¡Pues todo, porque hay que leerlo!
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