Salvador García Soto
El 11 de mayo de 2012 quedó marcado como el día en que ocurrió el punto de quiebre en la actual contienda por la Presidencia de México. Ese día, la visita del candidato priista Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana, marcó un antes y un después en las campañas presidenciales, porque a partir de lo ocurrido en esa fecha –conocido como el “viernes negro” de Peña– las agendas y las percepciones de la disputa presidencial se modificaron sustantivamente.
Hasta antes de aquel viernes, la percepción más socorrida era que Peña Nieto, favorito en las encuestas, ganaría la elección y que no había manera de que ninguno de sus contrincantes le diera alcance. Después de aquella tarde, registrada en videos que circularon profusamente en redes sociales e internet, cambió esa percepción: hoy cada vez más sectores ven a Peña ya no como invencible y al menos otro candidato, Andrés Manuel López Obrador, es visto en una ruta de ascenso que puede llevarlo a darle alcance.
¿Cómo pudo una sola tarde cambiar la percepción que se mantuvo por meses y que hábilmente e construyeron y posicionaron –con ayuda de los medios– el equipo del candidato priista para hacerlo ver “inalcanzable” e “invencible”? En buena medida por los errores cometidos por los propios peñistas que, desconectados de la realidad e instalados en la idea de que ya habían ganado la elección y sólo era cuestión de esperar al 1 de julio, no supieron leer lo ocurrido con los jóvenes de la Ibero y minimizaron y descalificaron lo ocurrido.
Lejos de ocultar el hecho, la torpeza y soberbia con que reaccionaron de los estrategas de Peña, lo magnificó y la descalificación a la protesta juvenil dio pie a lo que hoy es un movimiento que toma y fuerza y forma en varias universidades públicas y privadas, y que vino a modificar la agenda de las campañas y obligó a los propios candidatos, comenzando por Peña Nieto, a replantear sus estrategias y prioridades.
A partir de entonces las percepciones cambiaron y la dinámica de las campañas se modificó. Hoy muchos creen que la ventaja de Peña le alcanzara para llegar arriba al 1 de julio y sacar una elección, que si bien se va a cerrar, terminará con unos 8 puntos de ventaja sobre el segundo lugar; pero también muchos otros creen que la elección se va a cerrar cada vez más y que, en la ruta de descenso de Peña y el ascenso de AMLO, el punto de cruce puede ocurrir antes del 1 de julio y entonces sí los escenarios cambiarían radicalmente. Eso no se veía ni cercano antes del 11 de mayo.
En la ingeniería de caminos, igual que ocurre desde los tiempos bíblicos, las mojoneras son puntos marcados con piedras –hoy en día con montículos de concreto—que remataban una doble zanja para marcar el fin de un terreno y el comienzo de otro. Es un punto que marca un fin y un comienzo; tal como ocurrió con la mojonera de la elección del 2012.
NOTAS INDISCRETAS…Bucareli se reivindicó ayer como sede del diálogo político, cuando el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, logró sentar en la mesa a los dirigentes del PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, PVEM y el PANAL, para respaldar, solo verbalmente, una especie de pacto de civilidad para el último tramo de la elección federal en curso. Pedro Joaquín Coldwell, Gustavo Madero, Jesús Zambrano, Jorge Legorreta, Ricardo Mejía y Luis Castro, apoyaron la propuesta de la Segob para respetar la ley y a los contrincantes en el último mes de campañas. Salvo el PT, el resto de los partidos se dijeron dispuestos a cumplir el acuerdo verbal, ¿será que lo respetan?..Hoy a las 7 de la noche en el Poliforum Siqueiros se presenta el libro “Coro de Monólogos”, una novela política del periodista Raúl Rodríguez que, apoyado en la ficción, recrea y construye pasajes y escenarios de la actual sucesión presidencial. ¿Quién ganará en la novela de Rodríguez?..Paran los dados. Tocó Serpiente.
El 11 de mayo de 2012 quedó marcado como el día en que ocurrió el punto de quiebre en la actual contienda por la Presidencia de México. Ese día, la visita del candidato priista Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana, marcó un antes y un después en las campañas presidenciales, porque a partir de lo ocurrido en esa fecha –conocido como el “viernes negro” de Peña– las agendas y las percepciones de la disputa presidencial se modificaron sustantivamente.
Hasta antes de aquel viernes, la percepción más socorrida era que Peña Nieto, favorito en las encuestas, ganaría la elección y que no había manera de que ninguno de sus contrincantes le diera alcance. Después de aquella tarde, registrada en videos que circularon profusamente en redes sociales e internet, cambió esa percepción: hoy cada vez más sectores ven a Peña ya no como invencible y al menos otro candidato, Andrés Manuel López Obrador, es visto en una ruta de ascenso que puede llevarlo a darle alcance.
¿Cómo pudo una sola tarde cambiar la percepción que se mantuvo por meses y que hábilmente e construyeron y posicionaron –con ayuda de los medios– el equipo del candidato priista para hacerlo ver “inalcanzable” e “invencible”? En buena medida por los errores cometidos por los propios peñistas que, desconectados de la realidad e instalados en la idea de que ya habían ganado la elección y sólo era cuestión de esperar al 1 de julio, no supieron leer lo ocurrido con los jóvenes de la Ibero y minimizaron y descalificaron lo ocurrido.
Lejos de ocultar el hecho, la torpeza y soberbia con que reaccionaron de los estrategas de Peña, lo magnificó y la descalificación a la protesta juvenil dio pie a lo que hoy es un movimiento que toma y fuerza y forma en varias universidades públicas y privadas, y que vino a modificar la agenda de las campañas y obligó a los propios candidatos, comenzando por Peña Nieto, a replantear sus estrategias y prioridades.
A partir de entonces las percepciones cambiaron y la dinámica de las campañas se modificó. Hoy muchos creen que la ventaja de Peña le alcanzara para llegar arriba al 1 de julio y sacar una elección, que si bien se va a cerrar, terminará con unos 8 puntos de ventaja sobre el segundo lugar; pero también muchos otros creen que la elección se va a cerrar cada vez más y que, en la ruta de descenso de Peña y el ascenso de AMLO, el punto de cruce puede ocurrir antes del 1 de julio y entonces sí los escenarios cambiarían radicalmente. Eso no se veía ni cercano antes del 11 de mayo.
En la ingeniería de caminos, igual que ocurre desde los tiempos bíblicos, las mojoneras son puntos marcados con piedras –hoy en día con montículos de concreto—que remataban una doble zanja para marcar el fin de un terreno y el comienzo de otro. Es un punto que marca un fin y un comienzo; tal como ocurrió con la mojonera de la elección del 2012.
NOTAS INDISCRETAS…Bucareli se reivindicó ayer como sede del diálogo político, cuando el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, logró sentar en la mesa a los dirigentes del PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, PVEM y el PANAL, para respaldar, solo verbalmente, una especie de pacto de civilidad para el último tramo de la elección federal en curso. Pedro Joaquín Coldwell, Gustavo Madero, Jesús Zambrano, Jorge Legorreta, Ricardo Mejía y Luis Castro, apoyaron la propuesta de la Segob para respetar la ley y a los contrincantes en el último mes de campañas. Salvo el PT, el resto de los partidos se dijeron dispuestos a cumplir el acuerdo verbal, ¿será que lo respetan?..Hoy a las 7 de la noche en el Poliforum Siqueiros se presenta el libro “Coro de Monólogos”, una novela política del periodista Raúl Rodríguez que, apoyado en la ficción, recrea y construye pasajes y escenarios de la actual sucesión presidencial. ¿Quién ganará en la novela de Rodríguez?..Paran los dados. Tocó Serpiente.
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