Apro
El candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a convertir a la educación superior en “eje del desarrollo nacional” porque los países que invierten en ésta han generado un importante crecimiento económico y social.
Durante la XX sesión extraordinaria de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación (ANUIES), el exjefe de gobierno del Distrito Fedral destacó que sólo el 32 por ciento de los jóvenes, es decir uno de cada tres, tienen un lugar para estudiar en una carrera profesional.
“Mi gobierno será un gobierno de universitarios. Queremos que todos los egresados de las universidades también nos apoyen, pues luego de haber recibido una formación profesional, estamos moralmente obligados a retribuirle a la sociedad parte de lo que ésta nos ha permitido alcanzar mediante la educación”, indicó.
Ante el presidente en turno de la ANUIES, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el secretario ejecutivo Rafael López Castañares y rectores de Universidades y Directores de Instituciones de Educación Superior llamó la atención que en cuanto a la cobertura a nivel superior México ocupa el último lugar de los países de la OCDE y en América Latina.
“No hay política pública con mayores efectos redistributivos que la Educación Superior: sus efectos en el desarrollo nacional son pues multiplicadores. Es inadmisible que en México todavía hay 5 millones de personas que no saben leer ni escribir y existen, por lo menos, 52 millones que viven en la pobreza”, resaltó.
Para revertir esta situación, López Obrador propuso ampliar la cobertura en seis años para duplicarla en el nivel superior y hacerlo de manera equitativa pues mientras en el Distrito Federal la cobertura es de poco más del 65 por ciento, en Chiapas, Quintana Roo y Oaxaca, apenas llega al 15 por ciento.
Dijo también que tomando en cuenta el nivel de pobreza de estas entidades se otorgarán becas para abatir la deserción escolar por cuestiones económicas.
Además, se comprometió a mejorar la calidad de la educación desde la planta académica hasta las instalaciones, la forma de evaluación y los programas de estudio; así como apoyar “en forma decidida el crecimiento del posgrado”.
“Propongo dar un renovado impulso a la educación tecnológica y vincularla más al entorno regional. Las nuevas tecnologías que permiten ampliar la cobertura, ofrecen también posibilidades para modernizar la oferta educativa. Fortalecer la inversión para la investigación en ciencia básica y aplicada”.
El candidato reiteró su compromiso de entregar el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la ciencia y la tecnología.
“A la Educación Superior le han regateado recursos sistemáticamente. La Política de Estado que propongo permitirá establecer presupuestos multianuales, que contemplen un crecimiento paulatino no menor a una décima del PIB anualmente, con lo que estaríamos muy cerca de alcanzar, a finales del gobierno, la meta que ustedes han propuesto, superior de 1.3 por ciento del PIB”.
El candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a convertir a la educación superior en “eje del desarrollo nacional” porque los países que invierten en ésta han generado un importante crecimiento económico y social.
Durante la XX sesión extraordinaria de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación (ANUIES), el exjefe de gobierno del Distrito Fedral destacó que sólo el 32 por ciento de los jóvenes, es decir uno de cada tres, tienen un lugar para estudiar en una carrera profesional.
“Mi gobierno será un gobierno de universitarios. Queremos que todos los egresados de las universidades también nos apoyen, pues luego de haber recibido una formación profesional, estamos moralmente obligados a retribuirle a la sociedad parte de lo que ésta nos ha permitido alcanzar mediante la educación”, indicó.
Ante el presidente en turno de la ANUIES, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el secretario ejecutivo Rafael López Castañares y rectores de Universidades y Directores de Instituciones de Educación Superior llamó la atención que en cuanto a la cobertura a nivel superior México ocupa el último lugar de los países de la OCDE y en América Latina.
“No hay política pública con mayores efectos redistributivos que la Educación Superior: sus efectos en el desarrollo nacional son pues multiplicadores. Es inadmisible que en México todavía hay 5 millones de personas que no saben leer ni escribir y existen, por lo menos, 52 millones que viven en la pobreza”, resaltó.
Para revertir esta situación, López Obrador propuso ampliar la cobertura en seis años para duplicarla en el nivel superior y hacerlo de manera equitativa pues mientras en el Distrito Federal la cobertura es de poco más del 65 por ciento, en Chiapas, Quintana Roo y Oaxaca, apenas llega al 15 por ciento.
Dijo también que tomando en cuenta el nivel de pobreza de estas entidades se otorgarán becas para abatir la deserción escolar por cuestiones económicas.
Además, se comprometió a mejorar la calidad de la educación desde la planta académica hasta las instalaciones, la forma de evaluación y los programas de estudio; así como apoyar “en forma decidida el crecimiento del posgrado”.
“Propongo dar un renovado impulso a la educación tecnológica y vincularla más al entorno regional. Las nuevas tecnologías que permiten ampliar la cobertura, ofrecen también posibilidades para modernizar la oferta educativa. Fortalecer la inversión para la investigación en ciencia básica y aplicada”.
El candidato reiteró su compromiso de entregar el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la ciencia y la tecnología.
“A la Educación Superior le han regateado recursos sistemáticamente. La Política de Estado que propongo permitirá establecer presupuestos multianuales, que contemplen un crecimiento paulatino no menor a una décima del PIB anualmente, con lo que estaríamos muy cerca de alcanzar, a finales del gobierno, la meta que ustedes han propuesto, superior de 1.3 por ciento del PIB”.
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