•Monstruo comprensivo
•Drenar canales
•Mancera, maximato DF
Julio Hernández / Astillero
Está en marcha el proceso en busca de controlar los daños. El Moisés de Atenco aparece en lo alto con sus tablas de los presuntos nuevos mandamientos que nunca cumplió como gobernador del estado de México pero ahora promete instalar milagrosamente en todo el país. Y Televisa se transforma provisionalmente en el monstruo mediático amable, comprensivo, de puertas (selectivamente) abiertas y una disposición franca a trivializar las protestas juveniles al incorporarlas superficialmente a su programación, con muchos minutos al aire y la apuesta al triunfo final del poder electrónico al exhibir con suavidad envenenada las naturales y explicables contradicciones, imprecisiones y eventuales divisiones de un movimiento espontáneo, teórica y organizativamente frágil, constreñido a no "partidizarse" para no ser satanizado, atendido con sonrisas en noticieros matutinos y con sequedad indispuesta en los nocturnos (Carlos Loret de Mola fijando la nueva posición tutelar, vaciladora y de pasteurizado debate con tres estudiantes de la Ibero, mientras Joaquín López Dóriga daba la noche del lunes un histórico resumen contranatura de lo sucedido en diversas marchas de fin de semana).
Televisa no tiene amigos, sino intereses. Ya un mexiquense deseoso de llegar a Los Pinos probó el amargo sabor del pragmatismo marca Azcárraga a pesar de las cuantiosas inversiones en cultivo de imagen que a lo largo de su administración estatal había hecho. Era Arturo Montiel, tío de Enrique Peña Nieto y su anterior padrino político, a quien de poco le sirvieron las generosas facturaciones con cargo al Estado de México cuando se estrelló con el escándalo de las pillerías inmobiliarias con intermediación francesa que realizó mientras soñaba con ser candidato del PRI a la Presidencia de la República, frente a un marrullero Roberto Madrazo que finalmente le ganó la postulación.
Ahora, Televisa pretende colocarse como comprensivo difusor de las protestas en su contra, en un lance de presunta curación homeopática que espera le permita disolver las cargadas cuentas de manipulación informativa y alineamiento con el poder (desde aquel Jacobo Zabludowski ahora radiofónicamente transformado en su contrario, hasta los actuales sucesores modernizados) e incluso (negocios son negocios), encarecer el apoyo al cliente en apuros, habiendo remozado a marchas forzadas la fachada periodística que así podrá presumir de credenciales "limpias" a la hora en que deba aplicarse a cumplir contratos firmados o a la palabra con su hechura copetona hoy en problemas de los que sus asesores esperan sacarlo mediante la cirugía plástica que intenta presentarlo como el nuevo Luis Echeverría (después de Tlatelolco y el 10 de junio) y mediante el drenado de los canales televisivos que finalmente le servirán de previsto desagüe electoral.
Astillas: Felipe Calderón quiere subirse a como dé lugar en el carrusel electoral y, luego de lanzar una provocación desmemoriada para ver si alguien se molesta en organizarle cuando menos una protesta, ayer emplazó a los candidatos presidenciales a definir si darán continuidad a la masacre nacional conocida como "guerra contra el narcotráfico". El ocupante precarista de Los Pinos sigue sin entender que la marcha en su contra ya ha comenzado y tiene a la candidata de su partido en significativa desventaja, en lo que representa una forma de calificación del "partido en el poder" y que la fase final de esa protesta será el 1 de julio en las urnas... Miguel Ángel Mancera tiene el camino libre para hacerse de la jefatura del gobierno capitalino porque ofrece la continuidad confesa de una administración, la de Marcelo Ebrard, que ha tenido buenos índices de aceptación. La débil textura política e ideológica de Mancera y la dependencia extrema que muestra respecto a quien ha quedado como virtual jefe máximo del Distrito Federal (Ebrard, a cambio de allanar el paso a López Obrador hacia la candidatura presidencial) contarán poco a la hora de las urnas porque el talante capitalino sigue siendo progresista y porque sus adversarias han mostrado una contundente inviabilidad electoral. Isabel Miranda de Wallace se ha ido diluyendo, entre pleitos internos con los cuadros panistas que no la aceptan ni aprecian, y su propio trayecto discursivo tan accidentado y menor. Beatriz Paredes solamente tiene un historial de tiempos que ya nadie desea reivindicar, ajena a cualquier posibilidad de reconstrucción política atractiva. Así que lo más seguro es que Ebrard siga gobernando la capital del país algunos años más, con la vista (y el aparato del GDF) puestos en el 2018... Desde la noche del lunes este tecleador incómodo hizo saber mediante Twitter que era falsa, pero aún así sigue la difusión, dándola por cierta, de una presunta encuesta que habría hecho The Washington Post y en la que AMLO aparece un punto arriba de Peña Nieto. Uno de los vicios a que ha llevado la profusión de imágenes y datos en las redes sociales es que se reproduzcan los vicios de manejo de percepciones equivocadas que se ha atribuido solamente a los grandes medios, sobre todo los electrónicos. Falsa, totalmente es esa "encuesta" del WP, como falso también ha sido el escrito adjudicado a Pedro Joaquín Coldwell en el que supuestamente solicita oficialmente la investigación de estudiantes opositores a Peña Nieto... Como diría el clásico: no se hagan bolas, el golpe a algunos generales, en especial a Tomás Ángeles Dauahare, proviene de los ánimos vengativos de Genaro García Luna. Algunas voces allegadas al jefe policiaco le atribuyen al divisionario en retiro la filtración de material para notas e incluso libros contra el poderoso titular de la secretaría federal de seguridad pública... Y, mientras AMLO vuela feliz, entre tripulaciones aeronáuticas que le apoyan y pasajeros que le hacen improvisar breves mítines a miles de pies de altura, ¡hasta mañana, con el foxismo formalizando su apoyo a Peña Nieto mediante el personero apellidado Espino, que se suma al catálogo de adquisiciones en el que ya están Robles, Arce, Círigo y Zavaleta!
•Drenar canales
•Mancera, maximato DF
Julio Hernández / Astillero
Está en marcha el proceso en busca de controlar los daños. El Moisés de Atenco aparece en lo alto con sus tablas de los presuntos nuevos mandamientos que nunca cumplió como gobernador del estado de México pero ahora promete instalar milagrosamente en todo el país. Y Televisa se transforma provisionalmente en el monstruo mediático amable, comprensivo, de puertas (selectivamente) abiertas y una disposición franca a trivializar las protestas juveniles al incorporarlas superficialmente a su programación, con muchos minutos al aire y la apuesta al triunfo final del poder electrónico al exhibir con suavidad envenenada las naturales y explicables contradicciones, imprecisiones y eventuales divisiones de un movimiento espontáneo, teórica y organizativamente frágil, constreñido a no "partidizarse" para no ser satanizado, atendido con sonrisas en noticieros matutinos y con sequedad indispuesta en los nocturnos (Carlos Loret de Mola fijando la nueva posición tutelar, vaciladora y de pasteurizado debate con tres estudiantes de la Ibero, mientras Joaquín López Dóriga daba la noche del lunes un histórico resumen contranatura de lo sucedido en diversas marchas de fin de semana).
Televisa no tiene amigos, sino intereses. Ya un mexiquense deseoso de llegar a Los Pinos probó el amargo sabor del pragmatismo marca Azcárraga a pesar de las cuantiosas inversiones en cultivo de imagen que a lo largo de su administración estatal había hecho. Era Arturo Montiel, tío de Enrique Peña Nieto y su anterior padrino político, a quien de poco le sirvieron las generosas facturaciones con cargo al Estado de México cuando se estrelló con el escándalo de las pillerías inmobiliarias con intermediación francesa que realizó mientras soñaba con ser candidato del PRI a la Presidencia de la República, frente a un marrullero Roberto Madrazo que finalmente le ganó la postulación.
Ahora, Televisa pretende colocarse como comprensivo difusor de las protestas en su contra, en un lance de presunta curación homeopática que espera le permita disolver las cargadas cuentas de manipulación informativa y alineamiento con el poder (desde aquel Jacobo Zabludowski ahora radiofónicamente transformado en su contrario, hasta los actuales sucesores modernizados) e incluso (negocios son negocios), encarecer el apoyo al cliente en apuros, habiendo remozado a marchas forzadas la fachada periodística que así podrá presumir de credenciales "limpias" a la hora en que deba aplicarse a cumplir contratos firmados o a la palabra con su hechura copetona hoy en problemas de los que sus asesores esperan sacarlo mediante la cirugía plástica que intenta presentarlo como el nuevo Luis Echeverría (después de Tlatelolco y el 10 de junio) y mediante el drenado de los canales televisivos que finalmente le servirán de previsto desagüe electoral.
Astillas: Felipe Calderón quiere subirse a como dé lugar en el carrusel electoral y, luego de lanzar una provocación desmemoriada para ver si alguien se molesta en organizarle cuando menos una protesta, ayer emplazó a los candidatos presidenciales a definir si darán continuidad a la masacre nacional conocida como "guerra contra el narcotráfico". El ocupante precarista de Los Pinos sigue sin entender que la marcha en su contra ya ha comenzado y tiene a la candidata de su partido en significativa desventaja, en lo que representa una forma de calificación del "partido en el poder" y que la fase final de esa protesta será el 1 de julio en las urnas... Miguel Ángel Mancera tiene el camino libre para hacerse de la jefatura del gobierno capitalino porque ofrece la continuidad confesa de una administración, la de Marcelo Ebrard, que ha tenido buenos índices de aceptación. La débil textura política e ideológica de Mancera y la dependencia extrema que muestra respecto a quien ha quedado como virtual jefe máximo del Distrito Federal (Ebrard, a cambio de allanar el paso a López Obrador hacia la candidatura presidencial) contarán poco a la hora de las urnas porque el talante capitalino sigue siendo progresista y porque sus adversarias han mostrado una contundente inviabilidad electoral. Isabel Miranda de Wallace se ha ido diluyendo, entre pleitos internos con los cuadros panistas que no la aceptan ni aprecian, y su propio trayecto discursivo tan accidentado y menor. Beatriz Paredes solamente tiene un historial de tiempos que ya nadie desea reivindicar, ajena a cualquier posibilidad de reconstrucción política atractiva. Así que lo más seguro es que Ebrard siga gobernando la capital del país algunos años más, con la vista (y el aparato del GDF) puestos en el 2018... Desde la noche del lunes este tecleador incómodo hizo saber mediante Twitter que era falsa, pero aún así sigue la difusión, dándola por cierta, de una presunta encuesta que habría hecho The Washington Post y en la que AMLO aparece un punto arriba de Peña Nieto. Uno de los vicios a que ha llevado la profusión de imágenes y datos en las redes sociales es que se reproduzcan los vicios de manejo de percepciones equivocadas que se ha atribuido solamente a los grandes medios, sobre todo los electrónicos. Falsa, totalmente es esa "encuesta" del WP, como falso también ha sido el escrito adjudicado a Pedro Joaquín Coldwell en el que supuestamente solicita oficialmente la investigación de estudiantes opositores a Peña Nieto... Como diría el clásico: no se hagan bolas, el golpe a algunos generales, en especial a Tomás Ángeles Dauahare, proviene de los ánimos vengativos de Genaro García Luna. Algunas voces allegadas al jefe policiaco le atribuyen al divisionario en retiro la filtración de material para notas e incluso libros contra el poderoso titular de la secretaría federal de seguridad pública... Y, mientras AMLO vuela feliz, entre tripulaciones aeronáuticas que le apoyan y pasajeros que le hacen improvisar breves mítines a miles de pies de altura, ¡hasta mañana, con el foxismo formalizando su apoyo a Peña Nieto mediante el personero apellidado Espino, que se suma al catálogo de adquisiciones en el que ya están Robles, Arce, Círigo y Zavaleta!
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