Piden comunicadores de la entidad más informes sobre por qué el jefe de sicarios tenía la información en un aparto celular que le decomisaron
Mónica Hernández / 24 Horas
Al líder de Los Zetas detenido en Xalapa, Veracruz, el pasado 11 de mayo, Marcos Jesús Hernández Rodríguez, le encontraron en su teléfono celular los números telefónicos de la mayoría de los reporteros de la fuente policiaca del estado.
Este hallazgo provocó que en la última semana, se incrementara la salida de periodistas y sus familias, algunos de ellos apoyados por elementos de la Secretaría de Marina.
Aunque tras su detención las autoridades de la Armada sólo han revelado que Hernández Rodríguez es el autor de la tortura y asesinato de cuatro marinos y de tres homicidios más, fuentes consultadas por 24 HORAS aseguraron que el jefe de sicarios traía los registros de los celulares de la mayor parte de los encargados de cubrir las noticias de seguridad y justicia en medios de Xalapa y del puerto de Veracruz.
La información hallada a Hernández, quien era el jefe de sicarios de Los Zetas en la capital del estado de Veracruz, se filtró entre el gremio periodístico y agudizó la situación de éxodo de reporteros, quienes auxiliados por el personal de la Marina, fueron llevados de manera temporal a otros sitios, junto con sus familias, para su seguridad.
Sin embargo, el temor entre los reporteros encargados de las notas de policía y de información general, es que no se conoce el por qué el narcotraficante contaba con esos datos.
Periodistas consultados se quejaron de que las autoridades locales y federales no han dado a conocer por qué el líder zeta incluía entre sus contactos a reporteros, o si éste personaje había sido autor de alguna de las amenazas a los comunicadores recientemente asesinados en la entidad.
Estado peligroso
Veracruz es la entidad que de julio a la fecha está catalogada por organismos civiles como la de mayor riesgo para el ejercicio periodístico, ya que en ese periodo han sido asesinados ocho reporteros.
Las víctimas son el columnista Miguel Ángel López Vela y su hijo el fotógrafo Misael López, así como la reportera de policía, Yolanda Ordaz de la Cruz, todos ellos del periódico Notiver.
En la lista de fallecidos también están Noel Holguín, del periódico La Verdad; los fotógrafos Gabriel Huge, Esteban Rodríguez y Guillermo Luna, y la corresponsal del semanario Proceso, Regina Martínez.
Además, en ese periodo, fue plagiado el reportero Gabriel Manuel Fonseca Hernández.
De acuerdo con la información de organismos de libertad de expresión, cuando menos cinco de los reporteros asesinados tenían antecedentes de haber sido amenazados de muerte.
Caso reciente en Sonora
El pasado jueves 17 de mayo, el reportero Marcos Ávila García, quien tenía 20 años de ser reportero en temas de seguridad, fue plagiado en un autolavado ubicado en el municipio de Cajeme, al sur de Sonora.
Menos de 24 horas después, su cadáver apareció tirado sobre la carretera a Guaymas, semidesnudo y con huellas de tortura.
Tras el hallazgo y sin haberse dado las primeras investigaciones, el vocero de la Procuraduría de Justicia de esa entidad, José Larrinaga, descartó que el homicidio tuviera relación con “el quehacer periodístico” del reportero del periódico El Regional de Sonora.
Mónica Hernández / 24 Horas
Al líder de Los Zetas detenido en Xalapa, Veracruz, el pasado 11 de mayo, Marcos Jesús Hernández Rodríguez, le encontraron en su teléfono celular los números telefónicos de la mayoría de los reporteros de la fuente policiaca del estado.
Este hallazgo provocó que en la última semana, se incrementara la salida de periodistas y sus familias, algunos de ellos apoyados por elementos de la Secretaría de Marina.
Aunque tras su detención las autoridades de la Armada sólo han revelado que Hernández Rodríguez es el autor de la tortura y asesinato de cuatro marinos y de tres homicidios más, fuentes consultadas por 24 HORAS aseguraron que el jefe de sicarios traía los registros de los celulares de la mayor parte de los encargados de cubrir las noticias de seguridad y justicia en medios de Xalapa y del puerto de Veracruz.
La información hallada a Hernández, quien era el jefe de sicarios de Los Zetas en la capital del estado de Veracruz, se filtró entre el gremio periodístico y agudizó la situación de éxodo de reporteros, quienes auxiliados por el personal de la Marina, fueron llevados de manera temporal a otros sitios, junto con sus familias, para su seguridad.
Sin embargo, el temor entre los reporteros encargados de las notas de policía y de información general, es que no se conoce el por qué el narcotraficante contaba con esos datos.
Periodistas consultados se quejaron de que las autoridades locales y federales no han dado a conocer por qué el líder zeta incluía entre sus contactos a reporteros, o si éste personaje había sido autor de alguna de las amenazas a los comunicadores recientemente asesinados en la entidad.
Estado peligroso
Veracruz es la entidad que de julio a la fecha está catalogada por organismos civiles como la de mayor riesgo para el ejercicio periodístico, ya que en ese periodo han sido asesinados ocho reporteros.
Las víctimas son el columnista Miguel Ángel López Vela y su hijo el fotógrafo Misael López, así como la reportera de policía, Yolanda Ordaz de la Cruz, todos ellos del periódico Notiver.
En la lista de fallecidos también están Noel Holguín, del periódico La Verdad; los fotógrafos Gabriel Huge, Esteban Rodríguez y Guillermo Luna, y la corresponsal del semanario Proceso, Regina Martínez.
Además, en ese periodo, fue plagiado el reportero Gabriel Manuel Fonseca Hernández.
De acuerdo con la información de organismos de libertad de expresión, cuando menos cinco de los reporteros asesinados tenían antecedentes de haber sido amenazados de muerte.
Caso reciente en Sonora
El pasado jueves 17 de mayo, el reportero Marcos Ávila García, quien tenía 20 años de ser reportero en temas de seguridad, fue plagiado en un autolavado ubicado en el municipio de Cajeme, al sur de Sonora.
Menos de 24 horas después, su cadáver apareció tirado sobre la carretera a Guaymas, semidesnudo y con huellas de tortura.
Tras el hallazgo y sin haberse dado las primeras investigaciones, el vocero de la Procuraduría de Justicia de esa entidad, José Larrinaga, descartó que el homicidio tuviera relación con “el quehacer periodístico” del reportero del periódico El Regional de Sonora.
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