Exige Paredes revisar gastos de campaña del PRD en el DF

Apro

El reloj y un calor de verano anunciaban las 12 del día cuando apareció Beatriz Paredes, arengando con el puño al viento cada vez que el locutor la anunciaba como quien, “sin duda”, será la nueva jefa de Gobierno del Distrito Federal.

La cita fue en el lienzo charro La Tapatía, en la delegación Álvaro Obregón. Para acceder al lugar, tomaba 45 minutos transitar las últimas 10 cuadras, bloqueados los accesos por decenas de camiones en los que se transportó a la concurrencia. Las promesas de campaña para los vecinos, llegarían a centenares de personas que no viven en la zona.

Los animadores del acto lo tenían claro: “¡Griten chingá, para que los escuchen!”, decían a los asistentes, uniformados con playeras y gorras.

Por el improvisado escenario pasaron candidatos del PRI y del PVEM a integrar el Congreso, antes de que llegara el turno a la candidata. Paredes, oradora con fuerza, se hizo de la atención de los presentes, y empezó el embate contra el gobierno capitalino y quienes aspiran a mantener el mando de la ciudad.

“Hace apenas una semana iniciamos nuestra campaña. Nos quisieron robar el gallo, adelantándose, cubriendo de propaganda y de cartelones toda la ciudad. Aquí, en Álvaro Obregón, con lo que se han gastado en bardas ya hubiéramos podido pintar las principales avenidas de toda la delegación”, dijo la exgobernadora de Tlaxcala.

De ahí, subió el tono; denunció al GDF de condicionar el apoyo de sus programas sociales a cambio de votos para el candidato del PRD, Miguel Ángel Mancera: “Los programas que tienen por obligación (dar) en el DF, los cambian por votos del partido del gobierno. No se dejen chantajear. Es la hora de votar con libertad y con dignidad”, fueron sus palabras.

Paredes se comprometió a que establecerá como derechos “exigibles” los programas sociales de la administración en curso en favor de las personas de la tercera edad, madres solteras y jóvenes estudiantes, no sin aclarar: “Quiero decir que no van a tener que estar tramitando tarjetas o asistiendo a mítines para que les paguen lo que es un derecho de equidad social”, lanzó la candidata, y exigió lo que, en la contienda presidencial, se exige a su propio partido: revisar los gastos de campaña del PRD en la pugna por gobernar la capital del país.

“Exigimos que se revise el gasto de campaña, porque no es justo hablar de los pobres en los discursos y tirar millonadas en las campañas electorales”.

Dijo que el Distrito Federal “sigue siendo” una ciudad injusta, no obstante que la izquierda “supuesta”, ha gobernado durante 15 años consecutivos. “Y sigue siendo una ciudad injusta porque no se han destinado los recursos a los temas que verdaderamente permiten que la gente supere la pobreza. No se trata solamente de apoyos en volúmenes pequeños para que la gente pueda subsistir, se trata de generar oportunidades verdaderas de empleo y de ocupación con ingreso, no diseñar una estrategia económica para que los ricos sigan siendo más ricos”, predestinadas las mayorías al empleo informal, pronunciaba eufórica.

En media verbena popular, habló de su empatía con las personas de bajos recursos y les recordó su origen humilde. “Su casa, donde crecí, la tienen en el municipio de Huamantla, en una colonia que llamaban Del Piojo. Ya se imaginarán las condiciones”, dijo con buena cara y continuó: “Por eso me identifico plenamente con la gente luchadora de la Ciudad de México que vive en las colonias populares”, se escuchó de Beatriz Paredes, y se dijo indignada por la “corrupción” y los “abusos” del GDF.

Al final, cerró el acto sumando su imagen y proyecto a la candidatura de Enrique Peña Nieto y su discurso: “Vamos a gobernar acompañando a Enrique Peña Nieto, especialmente a favor de las mujeres. Se dijo indignada por la corrupción y los abusos del GDF. Por eso el 1 de julio, Enrique para la Presidencia, y Beatriz para el Distrito Federal”.

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