Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate
Innegable, para el candidato priista, Enrique Peña Nieto, la semana pasada fue una semana negra al dar tumbo tras tumbo en su campaña presidencial. Todo empezó con la vapuleada que le propinaron en el ya histórico debate sus oponentes políticos, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota.
Luego vino la rechifla y las mentadas de madre, que indirectamente le lanzaron en el Zócalo capitalino los más de cien mil asistentes reunidos ahí la noche del jueves diez de mayo, quienes se habían concentrado en ese lugar para escuchar el concierto de Paul McCartney, y que lo menos que querían estas personas en esos momentos de emoción por ver al ex Betle, era permitir que tal evento musical alguien osara contaminarlo con proselitismos políticos. Sin embargo, ello sucedió cuando vieron que algún imprudente y oportunista intentó promocionar a Peña Nieto al desplegar una lona alusiva a él en una de las ventanas de uno de los edificios que enmarcan esa grandiosa plaza, por lo que la reacción masivamente y exacerbada no se hizo esperar en contra del candidato priista con el tipo de los insultos que se han señalado.
Pero esto no es todo, porque lo más fuerte y escandaloso aconteció el siguiente día, es decir, el viernes 11 de mayo, en la Universidad Iberoamericana, visitada por Peña Nieto como parte de su campaña política, donde el estudiantado de ese recinto educativo, para empezar lo recibió de una forma muy hostil. Él nunca imaginó ni tampoco sus organizadores que la mayoría de esos jóvenes estudiantes lo repudiaran con tanta insistencia a lo largo de su permanencia en ese sitio. ¡Fuera! ¡fuera! ¡fuera! Eran voces que al unísono expresaban un rechazo absoluto. Entre otros cuestionamientos, y en su cara, le reclamaban la represión de Atenco, ocurrida cuando él fue gobernador del Estado de México.
Un acto que aunque lo nieguen estuvo a punto de salirse de control, y que a Peña Nieto se le vio desconcertado y sin capacidad de soportar el vendaval inimaginable de acusaciones que los muchachos estudiantes a cada instante le proferían. Por ese ambiente de hostilidad tuvo que truncar parte de su intervención programada en esa universidad e inmediatamente ante lo insoportable, se puso prácticamente en retirada, con un paso muy acelerado como para alejarse del lugar lo más rápido posible. Quizá momento a momento que transcurría habrá sentido más cerca, casi en la oreja, los reclamos y descalificaciones que le hacía el estudiantado ya exaltado, convertido como en una turba que a corta distancia lo perseguía sin cesar hasta que se puso a salvo al subir a su camioneta.
Aún cuando los priistas sostengan que fue un caso aislado, lo sucedido indica que Peña Nieto no las tiene del todo consigo, y que es ser falso que los jóvenes se identifiquen a plenitud con él.
Además, estos hechos de la Ibero podrían ser una muestra palpable que refleja la existencia de una contradicción, toda vez que por una parte se publican hasta el cansancio encuestas relacionadas con supuestas altas preferencias electorales del candidato priista, pero por el otro lado con estos acontecimientos queda en total evidencia que también hay un rechazo contundente hacía él.
Pero pues ya saben, ante esos deslices del abanderado priista, el control de daños de su equipo entró en operación inmediatamente, porque a como de lugar se tiene que ocultar todo aquello que lo debilite, y para eso las encuestadoras de siempre habrán de continuar desvirtuando una realidad para seguir engañando a la ciudadanía. Así como las televisoras y la radio que se han inclinado abiertamente hacía Peña Nieto, harán su papel que desde antes han asumido, que en este caso obvio que minimizarán los hechos ocurridos en la Ibero mediante estratégicos y bien diseñados bombardeos informativos que sirvan para atenuar el traspié que dio este candidato presidencial, con ello también se tenderá el manto protector para que ni siquiera un cabello le despeinen.
Sin embargo, hay un elemento que actualmente se les sale de control a la campaña de Peña Nieto, y me refiero a lo que cibernéticamente se le llama redes sociales. Éstas, como todos saben, su esencia es que en segundos o minutos logran establecer una comunicación masiva a través del internet. Y es aquí, en estas potenciales redes sociales, en donde, al parecer, se empiece a gestar todo un movimiento en contra de la manipulación informativa relacionada con la campaña de Peña Nieto.
Para ello, como una primera acción y a raíz del reciente encontronazo que se dio Peña Nieto en la Ibero, las redes sociales, indignadas por la falsedad de la información que fluye en torno a ese hecho, se bajarán del espacio cibernético para dar una batalla más terrenal en contra de la manipulación informativa que envuelve a este candidato presidencial, por lo que han convocado a una manifestación que realizarán el próximo sábado en el Zócalo de la ciudad de México. Veremos hasta donde llegan con su protesta inédita y original.
Pálida tinta: Este lunes cuando legalmente dieron inicio las campañas políticas locales, la ciudad de México se empezó a vestir de colorida propaganda, pero lo malo es que en lugar de que con ello se embellezca, al contrario, visualmente se le aprecia más contaminada de lo que finalmente habrá de ser pura basura.
Innegable, para el candidato priista, Enrique Peña Nieto, la semana pasada fue una semana negra al dar tumbo tras tumbo en su campaña presidencial. Todo empezó con la vapuleada que le propinaron en el ya histórico debate sus oponentes políticos, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota.
Luego vino la rechifla y las mentadas de madre, que indirectamente le lanzaron en el Zócalo capitalino los más de cien mil asistentes reunidos ahí la noche del jueves diez de mayo, quienes se habían concentrado en ese lugar para escuchar el concierto de Paul McCartney, y que lo menos que querían estas personas en esos momentos de emoción por ver al ex Betle, era permitir que tal evento musical alguien osara contaminarlo con proselitismos políticos. Sin embargo, ello sucedió cuando vieron que algún imprudente y oportunista intentó promocionar a Peña Nieto al desplegar una lona alusiva a él en una de las ventanas de uno de los edificios que enmarcan esa grandiosa plaza, por lo que la reacción masivamente y exacerbada no se hizo esperar en contra del candidato priista con el tipo de los insultos que se han señalado.
Pero esto no es todo, porque lo más fuerte y escandaloso aconteció el siguiente día, es decir, el viernes 11 de mayo, en la Universidad Iberoamericana, visitada por Peña Nieto como parte de su campaña política, donde el estudiantado de ese recinto educativo, para empezar lo recibió de una forma muy hostil. Él nunca imaginó ni tampoco sus organizadores que la mayoría de esos jóvenes estudiantes lo repudiaran con tanta insistencia a lo largo de su permanencia en ese sitio. ¡Fuera! ¡fuera! ¡fuera! Eran voces que al unísono expresaban un rechazo absoluto. Entre otros cuestionamientos, y en su cara, le reclamaban la represión de Atenco, ocurrida cuando él fue gobernador del Estado de México.
Un acto que aunque lo nieguen estuvo a punto de salirse de control, y que a Peña Nieto se le vio desconcertado y sin capacidad de soportar el vendaval inimaginable de acusaciones que los muchachos estudiantes a cada instante le proferían. Por ese ambiente de hostilidad tuvo que truncar parte de su intervención programada en esa universidad e inmediatamente ante lo insoportable, se puso prácticamente en retirada, con un paso muy acelerado como para alejarse del lugar lo más rápido posible. Quizá momento a momento que transcurría habrá sentido más cerca, casi en la oreja, los reclamos y descalificaciones que le hacía el estudiantado ya exaltado, convertido como en una turba que a corta distancia lo perseguía sin cesar hasta que se puso a salvo al subir a su camioneta.
Aún cuando los priistas sostengan que fue un caso aislado, lo sucedido indica que Peña Nieto no las tiene del todo consigo, y que es ser falso que los jóvenes se identifiquen a plenitud con él.
Además, estos hechos de la Ibero podrían ser una muestra palpable que refleja la existencia de una contradicción, toda vez que por una parte se publican hasta el cansancio encuestas relacionadas con supuestas altas preferencias electorales del candidato priista, pero por el otro lado con estos acontecimientos queda en total evidencia que también hay un rechazo contundente hacía él.
Pero pues ya saben, ante esos deslices del abanderado priista, el control de daños de su equipo entró en operación inmediatamente, porque a como de lugar se tiene que ocultar todo aquello que lo debilite, y para eso las encuestadoras de siempre habrán de continuar desvirtuando una realidad para seguir engañando a la ciudadanía. Así como las televisoras y la radio que se han inclinado abiertamente hacía Peña Nieto, harán su papel que desde antes han asumido, que en este caso obvio que minimizarán los hechos ocurridos en la Ibero mediante estratégicos y bien diseñados bombardeos informativos que sirvan para atenuar el traspié que dio este candidato presidencial, con ello también se tenderá el manto protector para que ni siquiera un cabello le despeinen.
Sin embargo, hay un elemento que actualmente se les sale de control a la campaña de Peña Nieto, y me refiero a lo que cibernéticamente se le llama redes sociales. Éstas, como todos saben, su esencia es que en segundos o minutos logran establecer una comunicación masiva a través del internet. Y es aquí, en estas potenciales redes sociales, en donde, al parecer, se empiece a gestar todo un movimiento en contra de la manipulación informativa relacionada con la campaña de Peña Nieto.
Para ello, como una primera acción y a raíz del reciente encontronazo que se dio Peña Nieto en la Ibero, las redes sociales, indignadas por la falsedad de la información que fluye en torno a ese hecho, se bajarán del espacio cibernético para dar una batalla más terrenal en contra de la manipulación informativa que envuelve a este candidato presidencial, por lo que han convocado a una manifestación que realizarán el próximo sábado en el Zócalo de la ciudad de México. Veremos hasta donde llegan con su protesta inédita y original.
Pálida tinta: Este lunes cuando legalmente dieron inicio las campañas políticas locales, la ciudad de México se empezó a vestir de colorida propaganda, pero lo malo es que en lugar de que con ello se embellezca, al contrario, visualmente se le aprecia más contaminada de lo que finalmente habrá de ser pura basura.
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