Emir Olivares
La situación de los defensores de derechos humanos ha empeorado en el continente americano. Cotidianamente los activistas están en riesgo debido a que en muchas ocasiones su labor es criminalizada y los Estados no garantizan su seguridad, sostuvo José de Jesús Orozco Rodríguez, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Al presentar el segundo informe de ese organismo sobre la situación de los defensores de derechos humanos, indicó que los asesinatos, ejecuciones extrajudicales y desapariciones forzadas contra los defensores han ido en aumento.
Las principales violaciones a las garantías de los activistas se dan sobre todo en los países donde se ha roto el orden democrático, en los que enfrentan problemas acentuados con el crimen organizado y donde hay actividad acentuada de trasnacionales que realizan proyectos extractivos o de explotación de la tierra.
El informe señala que otros de los obstáculos para defender los derechos humanos en la región son las amenazas, agresiones, criminalización y estigmatización.
Durante el acto, realizado en el IIJ de la UNAM, Abel Hernández, del Centro de la Montaña Tlachinollan, afirmó que el informe pone énfasis en dos detalles que deben ser resaltados: criminalización e impunidad, pues con la primera se genera una persecución oficial contra los activistas y la segunda provoca que los crímenes en su contra se sigan repitiendo.
La situación de los defensores de derechos humanos ha empeorado en el continente americano. Cotidianamente los activistas están en riesgo debido a que en muchas ocasiones su labor es criminalizada y los Estados no garantizan su seguridad, sostuvo José de Jesús Orozco Rodríguez, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Al presentar el segundo informe de ese organismo sobre la situación de los defensores de derechos humanos, indicó que los asesinatos, ejecuciones extrajudicales y desapariciones forzadas contra los defensores han ido en aumento.
Las principales violaciones a las garantías de los activistas se dan sobre todo en los países donde se ha roto el orden democrático, en los que enfrentan problemas acentuados con el crimen organizado y donde hay actividad acentuada de trasnacionales que realizan proyectos extractivos o de explotación de la tierra.
El informe señala que otros de los obstáculos para defender los derechos humanos en la región son las amenazas, agresiones, criminalización y estigmatización.
Durante el acto, realizado en el IIJ de la UNAM, Abel Hernández, del Centro de la Montaña Tlachinollan, afirmó que el informe pone énfasis en dos detalles que deben ser resaltados: criminalización e impunidad, pues con la primera se genera una persecución oficial contra los activistas y la segunda provoca que los crímenes en su contra se sigan repitiendo.
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